Capítulo II

106 37 217
                                    

                 "

Su cabello, oscuridad.

Sus ojos, maldad.

Su mirada, miedo.

¿Quién es? ¿Cómo es posible? ¿Qué está pasando? ¿Por qué los asesina? ¿Por qué su ser emana tanto miedo? ¿Por qué entre tanta confusión y miedo, me siento aliviada por no ser yo quien está muerta?.

No sé.

Mi cuerpo está erizado, tembloroso y no deja de sudar. Miedo es una palabra muy pequeña para lo que estoy sintiendo. Puedo describir la escena como una película de terror.
Debajo de sus pies hay un enorme charco de sangre que proviene del cuerpo decapitado. La cabeza de Jordan está a solo unos centímetros de distancia.

— ¡Ahhhhhhh! — Grita la chica al ver tal escena. Intenta voltearse para correr, pero en el momento exacto en que se gira, es acuchillada por la espalda atravezando uno de sus pulmones.

Inmediatamente, cae al suelo desplomada, sin embargo el desconocido aún sin estar satisfecho, se posiciona encima de su cuerpo para volver a penetrarlo. La acuchilla una, dos, tres y hasta 6 veces en diferentes partes.
Ella ya ha muerto, no obstante pareciera que el chico no solo desea asesinarla, sino que quiere disfrutar lo que hace. Como si fuese un lobo que disfruta lo que acaba de cazar, es la clase de asesino al que le gusta gozar de su presa.

Sangre, todo se encuentra rodeado de sangre y yo en una esquina viéndolo todo. Estoy estática y horrorizada, pero tengo que regresar a mis cinco sentidos. Esto ya no es la cuadrilla de Jordan, tengo enfrente a un asesino de verdad y está matando en frente de mi.
Hace unos minutos estube acorralada por tres personas, pero ahora estoy justo delante de un solo ser el cual es mucho más peligroso que los anteriores.

Solo tengo que recordar una cosa: escapar. No quiero terminar como ellos, tengo que ser fuerte.

El chico pelinegro ni siquiera se preocupa por la persona con la que comparte vínculos ya que en cuanto la ve muerta sale corriendo del lugar.

En cuanto el asesino termina de disfrutar el cuerpo de la chica, alza la cabeza observando como el otro muchacho corre sin mirar atrás. Se levanta dándome la espalda y empieza a correr tratando de alcanzarlo.
Su velocidad es casi sobrehumana por lo que lo atrapa rápidamente y se abalanza encima de él perforando su cráneo y este de tan solo recibir el golpe, muere.

Esta es mi oportunidad. Tengo que correr y salir de aquí, pero no creo tener el coraje suficiente como para elevar mi peso y huir.
Me esfuerzo y logro sujetarme de uno de los espejos y poco a poco me voy levantando hasta estar completamente en pie. Sin embargo, después de conseguir el valor y la fuerza necesaria para alzarme, mis piernas no dejan de temblar.

No puedo apartar la vista de cada uno de los movimientos que el chico realiza. Necesito predecir lo que va a hacer porque solo analizando correctamente su próxima acción voy a poder escapar de aquí con vida.

A pesar de que el último de ellos ya ha fallecido, el asesino hizo lo mismo con su hermana y perforó su cuerpo entero.

Sin más que pensar, comienzo a moverme. Me escondo entre cada uno de los espejos que llenan el local para evitar pasar por el lado del sujeto.

Debo pensar bien mis movimientos.

Intento no hacer ruido y calmar mi respiración para que no me encuentre, por lo que en algunas ocasiones opto por caminar despacio.

Aunque pareciera como si estuviera dando vueltas en círculos no detengo mi avance.

Me desespero por la simple idea de no encontrar la salida, ya que me doy cuenta que solo doy vueltas en círculos pues me encuentro en el lugar de donde pretendo escapar.

El Alba de la oscuridad. [En Proceso]Where stories live. Discover now