Consentimiento.

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Lisa y yo entramos a mí habitación, me dijo que iba a ducharse, yo aproveché el momento para dormir un poco.

El día anterior no había dormido nada por estar trabajando en la colaboración con Lee Hi, llevaba tres meses levantándome a las siete para estar 8 horas en el estudio sin parar a descansar. Lee Hi era muy profesional, se tomaba su trabajo enserio. Cada vez que no estaba de acuerdo con el beat de la canción, mandaba a Teddy a rehacerla, YG discutía con ella casi todos los días pero a ella le daba igual. Tenía mucho carácter pero sabía lo que estaba haciendo en esta industria más que nadie. Yo siempre me preguntaba por qué no la despedían.

Ella me daba consejos para sacar la voz en la canción, se ponía al lado mío cuando grabábamos y estaba atenta a todos mis movimientos. Era muy perfeccionista, y a mí me encantaba que lo fuera por que yo estaba de acuerdo en todo lo que sugería o decía.

El timbre de la habitación sonó en repetidas ocasiones, me levanté adormilada para ver quien era. Eran las ocho de la tarde quien iba a estar en mi puerta? No recuerdo haber pedido algo de comer.

Cuando abrí la puerta me encontré con una chica más alta que yo, de pelo castaño que lo llevaba recogido en una coleta baja, también llevaba una guitarra a su espalda que la hacía ver tremendamente pequeña.

- H-Hola, perdón creo que me equivoqué de habitación, ¿Sabes dónde está la 312?

La analicé por unos segundos, parecía desorientada. Iba a cerrar la puerta sin decir nada pero me dio pena.

- ¿Eres nueva? - solté sin más apoyándome en el marco de la puerta.

- Sí, soy de Australia, me dieron este plano del recito junto a la llave - me lo extendió para que lo revisara pero no lo hice - Siento molestar, discúlpeme - hizo una inclinación he iba a marcharse pero la llamé.

Lo reconozco, puedo ser muy fría cuando quiero.

- ¿Cómo te llamas? - se giró viéndome directamente a los ojos

- Soy Roseanne Park, bueno... Park Chaeyeong en realidad pero...

- Te lo cambiaron...

- Sí... - se rascó la cabeza, estaba algo incomoda.

- Yo soy Jennie - le extendí la mano en forma de saludo pero pareció no entender.

- Relájate, vengo de Nueva Zelanda, conmigo puedes ser natural.

Se sorprendió, a veces las formalidades resultaban incómodas. Y más cuando te crias en un sitio totalmente contrario al que naciste.

- ¿Puedo ver eso? - Señalé el folleto que sostenía en sus manos.

- Claro - me lo extendió

- Vale, este plano es una mierda, cuando me lo dieron estaba igual de perdida que tú, un segundo, cojo la llave y te acompaño... - entre a la habitación y recogí la llave de encima de la mesita de noche. Toqué la puerta del baño para avisar a Lisa de que me iba un momento.

- Lisa - entré al baño y vi que estaba en la ducha todavía.

Por si os preguntáis si la estaba viendo desnuda, no era el caso, la mampara de la ducha dejaba ver la silueta de su cuerpo, pero no se distinguía bien.

- ¿Qué pasa?

- Voy a salir un segundo vale?

- ¿Dónde vas?

- Hay una chica perdida, voy a ayudarla. Te veo luego.

La escuche reírse.

- Vale, llamaré para que traigan la comida después. ¿Vas a querer Tailandés?

¿Jennie bisexual? - Jenlisa Onde histórias criam vida. Descubra agora