Capítulo 22

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Era su primera noche de novios.

Tony se acomodó en el pecho desnudo del hombre, escuchando los latidos acelerados y la respiración agitada que tenía.

—Eso... fue intenso. —murmuró Steve rodeándolo con sus brazos.

No pudo evitar reír ante sus palabras.

«Es verdad» se dijo Tony recordando que prácticamente habían tenido sexo en la entrada de la habitación por lo ansiosos y excitados que estaban por unir sus cuerpos después de haber confirmado su relación. Ni siquiera, tuvieron tiempo para observar a detalle el lugar donde se encontraban.

Tony alzó un poco la cabeza con curiosidad.

—No pude verlo antes, pero todo se ve muy costoso. —dijo un poco impresionado.

El contrario acarició sus cabellos castaños antes de volver a atraerlo hacia él.

—Quería que fuera especial. —declaró Steve con cariño, depositando un beso en su mejilla—. He esperado tanto por tenerte en mis brazos de está forma y voy a tratarte como te lo mereces cada día de mi vida. —confesó, acercando sus labios—. Te quiero tanto, Anthony... nunca lo dudes.

Tony asintió, aguantando sus lágrimas.

«No voy a llorar de nuevo» se dijo, respirando hondo y uniendo sus labios en un beso lento, queriendo transmitir todos los sentimientos que la emoción en su pecho no le permitía decir.

Se sentía tan amado que parecía irreal.

Cada una de las palabras o acciones de Steve eran como un calmante para su corazón. Lo hacían sentirse tan seguro de sus sentimientos, dándole aquella confianza que parecía haber perdido y reafirmando que está vez estaba haciendo lo correcto y con la persona indicada.

Estaba completamente enamorado de Steve Rogers y ya no tenía miedo de decirlo.

—Gracias. —confesó Tony separándose del beso y formando una sonrisa al ver la expresión extrañada del rubio—. Gracias por esperarme y demostrar lo que tenemos siempre estuvo destinado a ser a pesar de todo lo que tuvimos que pasar. —dijo, moviéndose para quedar encima suyo—. Te quiero, Steve Rogers.

El mencionado sonrió en grande y se levantó de golpe.

—Rayos, Anthony. —murmuró abrazándolo con fuerza—. No puedes decir todo eso de la nada.

Tony se rió suave, enredando sus brazos alrededor del cuello del rubio y volviendo a besar sus labios.

Está vez, el beso se volvió mucho más intenso, juntando sus lenguas de forma desesperada y buscando devorar la boca del otro como si fuera un exquisito dulce.

Sin previo aviso, Tony volvió a ser recostado sobre la cama.

—Tony... —llamó Steve en tono ronco, comenzando a besar su piel desnuda—. Está noche no creo poder ser cuidadoso contigo.

El castaño jadeó al sentir la lengua del hombre recorrer su cuerpo.

—¿A-Alguna vez lo fuiste? —preguntó en tono irónico y tirando la cabeza hacia atrás por las sensaciones que experimentaba—. Fóllame como solamente tú puedes hacer, Steve.

El hombre asintió, apretando su agarre.

—Créeme que lo haré, amor mío.



[...]

El bullicio alrededor era ensordecedor.

Los niños corrían por los pasillos del lugar como si fuera su patio de juegos y el ruido de la cocina preparando los pedidos con los trabajadores corriendo de un lado a otro. 

With You FatherWhere stories live. Discover now