Invierno-Primavera

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Invierno—Primavera

Harry no sabía exactamente como había surgido el tema de las relaciones virtuales, estaba conversando con su grupo de amigo sobre la última cita de uno de ellos cuando otro termino contando la anécdota de lo que llamo "la cita mas desastrosa de mi vida", haciéndolos reír. Cinco chicos en aquel café, con tono de voces poco prudentes y risas escandalosas.

— En serio, si ustedes hubieran estado en mi lugar habrían hecho lo mismo. Se veía como una despampanante rubia, delgada, con unos pechos tan impresionantes como los labios—aseguraba en su defensa su amigo quien estaba devastado por su fracaso en la cita.

— Lo único impresionante era su edad, no bromees, Ron—rio otro.

— No parecía de 40 las fotos que se había tomado y me había enviado, Seamus—continuo.

— ¿Qué clase de fotos eran para no ver los 50kilos de mas que llevaba?—insistió Seamus.

— Las típicas, ya saben—se sonrojo Ron.

— No, no sabemos, dinos—pidió Harry.

— Las que seguramente tú también te has enviado con algún chico—trato de evitar la respuesta mientras su clara piel tomaba un tono rojizo, similar a su cabello.

— No, sigo sin saber—negó Harry.

— ¿Hablas de que le enviabas fotos de tu pene, sucio? Harry no es tan pervertido como tu—rio Neville.

— Vamos que de seguro los dos lo habran hecho, hasta tu Harry con algún chico—intento defenderse.

— Yo no lo admito, en cambio tu parece que sí.

— Bueno, pues sí, me enviaba fotos de su vagina, ¿Cómo iba a saber yo lo kilos alrededor?

— Eres asqueroso—aseguro Dean quien se había mantenido en silencio escuchando y no solía hablar demasiado.

— No me mientan, nunca han recibido un video de alguien tocándose o enviado uno todose ustedes...

— ¡No, definitivo, eres un puerco!—exclamo Neville.

— Conversación terminada, eres asqueroso—continuo Seamus.

— Yo que la chica te hubiera bloqueado, no encontrarme contigo, eres un asqueroso puerco—apoyo Harry a sus dos amigos.

— Eres repugnante—pronuncio Dean.

— Bueno, el punto es que el que se acercara y me dijera que era ella fue completamente incomodo, no sabía cómo reaccionar—continuo sin inmutarse Ron como era normal de él.

— ¿Y qué le dijiste?—pregunto de pronto interesado Harry.

— ¿Y qué esperas que le diga? Solo dije: "Que bien, es bueno verte, lindo labial, me tengo que ir. Nos vemos".

— Eres un idiota...—negó Harry.

— Esa no era la persona con la que hable durante días y tuve sexo telefónico.

— Si lo era idiota.

— Pues olvido comentar los años y kilos de más, me mintió, me estafo.

— ¿Quieres decir que si te lo hubiera dicho o si era quien decía ser hubiera sido diferente?—interrogo Seamus.

— Si era quien dijo ser hubiera corrido con ella a tener sexo.

— No ves que es asqueroso—se escandalizo Neville quien era el más inocente de los cinco.

— Si continuas con ese vocabulario repugnante te golpeó—amenazo Dean.

— Vamos, Seamus, se bien sobre la chica con la que hablaste durante años por Messenger, todos los sabemos. Parecías súper enamorado de ella y de un día para el otro... nada—le recordó Ron.

— Bueno, si—acepto avergonzado—pero no es como eso—aseguro rápidamente—nunca nos enviamos fotos atrevidas, solo hablábamos.

— Si, okey... ¿y qué paso?—insistió Ron.

— Bueno, acordamos vernos un día y si, ella era como decían sus fotos y yo también, pero...—suspiro.

— ¿Pero...?—insistió ahora Harry.

— No lo sé, fue tan incomodo. Vernos allí. No sabía si correrle la silla para que se sentara, si preguntar como estaba, si hablar del clima, fue realmente incomodo. Era diferente por chat. Nos habíamos dicho tantos secretos y parecía tan genial vernos, pero cuando sucedió, me sentía desnudo frente a ella y ningún tema parecía interesante de hablar. Fue la cita mas incomoda de mi vida. Luego de eso lo hablamos por chat y decidimos terminar la relación ahí.

El silencio entre los cinco se mantuvo por unos segundos antes de que Dean también decidiera compartir una anécdota.

— Yo conocí a una chica también por Messenger. Ella tenía una ortografía perfecta, parecía tranquila, educada, una señorita que sufría, su familia la criticaba mucho y yo no entendía porque, pero me comprendía y eso nos hacia llevarnos bien.

— ¿Pero...?—pregunto Ron— ¿era una vieja?

— No, claro que no, era un año menor que yo y no era fea.

— ¿Pero...?—presiono nuevamente.

— No había oración que dijera que no contuviera una mala palabra o muchas... era tan desubicada. Fuimos a comer pizza, trato mal al mesero y cuando salíamos pateo a un perro que estaba fuera. Se peleo con una chica que vendía en la calle, discutió con un conductor siendo ella quien cruzo mal y se reía de cada persona que cruzábamos... ¡era la persona más odiosa que jamás haya conocido!—sus propios amigos se sorprendieron de notarlo alterado al ser siempre tan tranquilo y callado.

— Imagino que no la volviste a ver—comento Neville.

— Apenas llegue a mi casa la bloque, nunca más quise saber de tan desagradable persona.

— Bueno, yo... yo hable un tiempo con una chica por WhatsApp. Fue hace solo unos meses, comenzamos hablar en esos grupos que solo te agregan—comenzó a contar Neville con poco interés—ella me dijo que era unos años mas chica, pero no me dijo realmente cuantos, me envió unas fotos, decentes—aclaro observando a Ron— y ella parecía de 18 como mínimo. Así que la invite a salir y tuvimos una charla previa algo subida de tono, no vulgar sino... prometedora, ella dijo...—suspiro mientras los colores se le subían al rostro—dijo que sabía hacer orales que vuelan la cabeza porque tenía ciertos movimientos con su lengua. La cosa es que nos encontramos en un bar, porque yo creí que tenía 18, y su oral en el baño si me voló la cabeza, pero eso fue un sábado y al lunes siguiente la vi salir del colegio de mi hermana, con el mismo uniforme... ¡tenía un año menos que mi hermanita la mentirosa!

— Espera... ¿tu hermanita no tiene 15?—pregunto Seamus.

— Si. Y cuando le reclame por esto en mensaje dijo que no parecía que le importara mucho las edades si me corrí en su boca, pero yo no sabía su edad.

— Amigo, tienes más 24, incluso si ella tuviera 18 seguirías como un degenerado—declaro Dean.

— Yo no soy el único puerco ¿no es así?—se burlo Ron.

— Oh, cállate que nadie te gana a ti, ¿foto de una vagina? Es repugnante, mas aun si era un video de ella masturbándose—se defendió Neville.

— Si y justo cuando se corría.

— Eres repugnante.

— A menos ella era legal y no tuve sexo... ¿con que te defiendes tú? ¿Una niña de 14 años en un bar y haciéndote un oral en el baño? Eres un pedófilo.

— Tu eres un cerdo repugnante y tu un pedófilo, y la discusión acabo, me dan asco—los callo Dean.

— Yo... he estado hablando con un chico—confesó Harry llamando la atención de todos—es simplemente increíble, se llama Draco...

— Si es increíble entonces todavía no lo has visto, ¿verdad?—pregunto Ron—. ¿Qué?—demando al recibir una mala mirada de parte de los demás—. He aprendido que todo lo que ves en las redes es falso—bufó—. Mi consejo: No lo conozcas en persona.

— Bueno la cosa es que acordamos que no lo haríamos, encontrarnos. Que si nos veíamos en la calle por casualidad, nos saludaríamos y así nos conoceríamos. Pero el mintió, me vio y no se acerco a saludarme como había prometido. Yo no tenía idea de esto y no supe bien cómo reaccionar, en serio quería conocerlo por casualidad, me sentí tan decepcionado que no volví a contestarle.

— ¿Te gusta?—interrogo Seamus.

— ¿He? Bueno, sí, es increíble y en verdad creo que es lo que muestra.

— Entonces debes conocerlo, si te gusta y solo dejas las cosas así por una estupidez te puedes arrepentir. Si puede ser el infierno de incomodo, pero nuestros fracasos no tienen que influenciarte, puede resultar en algo genial, nada incomodo.

— ¿Tú crees?

— ¿Tú le gustas?

— Dijo que si, dijo que quería encontrarse conmigo, pero le dije que no entendía nada y me dijo que le hable cuando lo entienda y le dije que eso haría, yo solo estoy entendiendo que... ¿quizás fui un estúpido?

— No lo has sido, estabas en tu derecho, el mintió—dijo Ron.

— Es lo más correcto que este hablador ha dicho en mucho tiempo—estuvo de acuerdo Seamus—si él se disculpa entonces pueden estar bien.

— Y enviarse fotos de penes y videos eyaculando o metiéndose los dedos...—hablo Ron siendo interrumpido.

— ¡Eres un maldito puerco asqueroso y repugnante, mantente callado por favor!—exigió Dean alzando su voz como pocas veces.

— Gracias, pensare en ello—dijo Harry intentando calmar el ambiente que de pronto se sentía tenso.

— En una ocasión me encontré con un chico—confeso Dean sorprendiendo a todos—fue como hace un año, yo lo bese en un club en medio de la pista de baile, estaba borracho, bailando ahí como si fuera el ultimo día, había ido con mi hermano y unas amigas suyas, pero ahí estaba solo yo, borracho y caliente. Este chico estaba delante mío moviendo su cuerpo, solo me pegue, me frote, se dio la vuelta y comenzamos a besarnos, como nunca bese jamás a nadie, besaba tan bien. Simplemente quería quedarme ahí besándolo y besándolo—su risa nerviosa y sus manos despeinando su cabello sorprendió a sus amigos—de alguna manera lo encontré en Facebook, el no era gay y yo tampoco, pero nos encontramos en un hotel y tuvimos mucho sexo.

— Increíble—fue lo único que dijo Ron—en realidad me has dejado sin palabras.

— ¿Y qué paso? ¿Lo volviste a ver?—interrogo Harry.

— Lo bloque al otro día, a la semana lo desbloque porque no podía olvidarlo, se lo dije y me bloqueo, hasta el día de hoy.

— Espera—lo detuvo Ron— ¿entonces eres bisexual?

— Lo soy—fue la simple respuesta.

— Que interesante—comentó Ron frotando su barbilla.

— Muy interesante, chicos. Pero paso el tiempo y recordé que tengo cosas que hacer—habló Seamus poniéndose de pie rápidamente—Harry habla con ese chico y conócelo, no seas idiota—le palmeó la espalda antes de dar un saludo general y despedirse.

— ¡Es tan gracioso!—exclamó Ron antes de ponerse de pie.

— ¿Qué cosa es graciosa?—pregunto Neville.

— Nada también debo irme. Harry suerte y Dean, que guardadito te lo tenias—el chico mencionado ultimo solo rodó los ojos.

Esa noche cuando Harry se encontró en su habitación observando el techo y pensando en todas las anécdotas de sus amigos, calculo la cantidad de días que habían trascurrido desde que dejo de hablarle a Draco, habían pasado tres semanas, pronto terminaría el primer mes del invierno y él estaba allí dejando ir aquella relación.

Draco, no te voy a mentir diciendo que ya lo entendí, porque no, pero te extraño y no quiero simplemente perder esto.

Y después de casi un mes te atreves a hablarme ¿y qué esperas? ¿Qué te diga que te extrañe?

Sé que fui un poco idiota, pero tú también lo fuiste al no saludarme.

Eres tan increíble, me hablas para insultarme, Harry cometí un error pero me puede importar un pepino y mandarte al demonio.

Solo quiero arreglar las cosas, podemos encontrarnos y hacerlo en persona.

Ahora ya no quiero.

Draco.

¿Qué?

No seas así.

Es la verdad, ya no quiero verte.
Incluso ya he tenido sexo, así que por mi piérdete.


Harry no supo que contestar, así que eso hizo, decidió perderse para Draco. Porque estaba dolido. Borro la conversación y se desconecto. A la mañana siguiente, cuando reviso su celular solo comprobó que realmente no valía la pena volver a enviarle mensajes al arrogante chico, era mejor así, era mejor que pasar por un encuentro incomodo, ya no quería siquiera cruzarlo por las calles, porque en esa ocasión seria él quien lo ignoraría.


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