Más allá de la máscara

Capítulo 14

Se acercaba el baile de invierno en la escuela de Peyton y Drew. La castaña había quedado, sigue sin saber el motivo, como encargada de la decoración del salón. Y, como siempre, su amigo la acompañaba y ayudaba en cada cosa que debía hacer.
Peyton se encuentra en el centro de la ciudad buscando unas decoraciones que le faltan para el baile que se realizaba este fin de semana. Su amigo había querido acompañarla, pero ya había faltado a demasiados entrenamientos para estar con ella y estaba seguro de que si se ausentaba a uno más el entrenador lo mataría.
Caminando por aquellas calles, vio una tienda que le llamaba la atención. En realidad, no era la tienda en su totalidad, eran unas luces que le otorgaban un tono frío al lugar las que llamaron su atención; pensó que le darían una hermosa ambientación al gimnasio de su escuela. Sin pensarlo, entró al local a buscar entre todas las repisas que había, una caja que poseyera el precio de las luces.
Luego de lo que pareció una eternidad, se topó con aquellas luces en unas cajas que decían que su precio era de 10 dólares y que cada una tenía una longitud de 3 metros; debería llevar por lo menos 10 cajas de las mismas y, en el caso de que no fueran suficientes, siempre podría volver y comprar más.

- Está reservadas. — habló alguien a sus espaldas, haciendo que se sobresaltara. Al darse vuelta para mirar a esa persona a la cara, se dio cuenta de que era West. El muchacho abrió ampliamente los ojos y una sonrisa se formó en sus labios al ver que era ella. — ¡Peyton! ¿Cómo te encuentras? — preguntó con una gran sonrisa en su rostro.

- ¡Bien! ¿Y tú? — respondió sonriendo.

- ¡Ahora de maravilla! He intentado localizarte, pero aquella noche olvidamos intercambiar números. — se explicó. La había buscado. Peyton tuvo inmensas ganas de sonreír, pero no quiso dejar muy en evidencia lo contenta que la ponía saber que él había estado pensando en ella, así que intentó no hacerlo; aún así, se podía ver la sonrisa que luchaba por escaparse de su rostro.

- Es verdad. — se limitó a responder. El chico la miró interrogante, como si estuviera esperando algo. Ella se quedó pensando por un segundo, ya que no entendía lo que muchacho esperaba, hasta que se le prendió la lamparita: quería su número. — ¡Ah! Quieres que los intercambiemos ahora. — sacó su celular del bolsillo y se lo otorgo a West, quien lo agarró y se mandó un mensaje a su celular para, más tarde, poder agendarla.

- Listo. — sonrió mirando al celular para luego entregárselo a la castaña que tenía enfrente. Al devolvérselo, ambos se quedaron en un incómodo silencio. Peyton no sabía que decir, y el muchacho sabía exactamente que quería decirle pero no se animaba.

- Bueno, supongo que sí están reservadas iré a la caja  a reservar unas para el jueves... — comenzó a decir para darle un cierre a este encuentro que, aunque en un principio había sido bonito, se había vuelto incómodo. Cuando estaba dando media vuelta para irse, el muchacho la interrumpió.

- ¡Escucha! — la frenó. Peyton se volteó a verlo. Este se rascó la nuca incomodó. — He oído que hay un baile en tu escuela este fin de semana. — comenzó a decir incómodo, estaba realmente incómodo.

- Sí. De hecho, soy la encargada de decorar el salón. Para eso eran las luces. — le señaló.

- Bueno, ten por asegurado que el jueves las tendrás esperándote. — habló refiriéndose a las luces. Bajó su mirada al suelo. — Me preguntaba si te gustaría ir conmigo... Si es que todavía no tienes pareja, cosa que dudo mucho. — levantó su mirada para encontrarse con los ojos de la castaña, quien le sonreía.

- Me encantaría ir contigo. — sonrió. La verdad que todavía nadie la había invitado, ella asumía que iría con Lola. Habría un cambio de planes.

- ¡Genial! ¿Paso por ti a las 8? — preguntó West con una sonrisa en su rostro. Peyton hizo una mueca.

- De hecho, al ser quien decora el salón, debo estar ahí a las 8 para asegurarme de que todo esté perfecto. — lo miró con una expresión de "lo siento".