Capitulo 29 🦋

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Jungkook había manejado varios minutos sin saber exactamente a donde se dirigía, solo sabía que tenía que salir de esa casa y tratar de acomodar sus ideas.
Tenía miedo, mucho miedo de que Jimin lo odiara y jamás lo quisiera perdonar y luego estaba su lobo que no paraba de pedirle ver a su omega.
El no sabía que hacer, estaba tan sumergido en sus pensamientos que no se dio cuenta que se pasó un semáforo en rojo y casi choca contra otro vehículo, así que después del susto y de que no haya pasado nada grave decidió estacionarse y tranquilizarse un poco, pues lo menos que quería era causar un accidente.

Se detuvo frente al primer parque que vio, estacionó el coche y bajó a sentarse en una banca, había muchos niños jugando y entonces vino a su mente su hija, su pequeña que no tenía culpa de nada y un sentimiento de culpa se instaló en su pecho y una lágrima corrió por su mejilla.

Estuvo un par de horas sentado en aquella banca, y cuando estuvo apunto de irse sus ojos vieron al amor de su vida saliendo de una heladería que estaba frente al parque.

Se sentó en otra banca para asegurarse de que Jimin no lo viera, el rubio se había sentado afuera de la heladería y estaba comiendo un helado un poco extraño para su gusto, y acariciaba su pequeña pancita con la mano que tenía libre.

Se miraba tan hermoso y perfecto para los ojos de Jungkook, por un momento pensó en pararse e ir en busca de su perdón, pero tenía miedo y no quería que por su culpa le pasara algo malo a su bebé, ya tenía suficiente con los disgustos que le había hecho pasar su marido.

Después de varios minutos Jimin volteó hacia donde estaba Jungkook y este inmendiatamente se volteó para que no lo alcanzara a ver, el rubio de paro de donde estaba sentado y empezó su camino hacia el restaurante, y a una distancia prudente su marido lo estaba siguiendo.
Pasó toda la tarde afuera del restaurante esperando a que el rubio saliera, se dio cuenta que al parecer ahí era donde trabajaba, no es que Jungkook fuera un acosador, pero el solo quería asegurarse que su marido estuviera bien.

Pasadas las 8 de la noche Jimin salió del restaurante y camino de vuelta por un helado pero esta vez no se sentó afuera del local si no que camino rumbo a su casa, el pelinegro iba siguiendo cada paso que daba y lo vio llegar hasta un pequeño apartamento a unas cuadras de la heladería.

Se quedó unos minutos afuera pensando en ir y tocar la puerta y pedirle disculpas, pero se arrepintio, después de mucho pensarlo iba a bajar del auto para ir hacia la puerta pero alguien se le adelantó, pues sus ojos se posaron sobre un alfa que estaba tocando la puerta de su Jimin y este salía a recibirlo con un abrazo.
Se distanciaron un poco y después el alfa tocó el vientre de Su Jimin y eso hizo enojar mucho a su lobo.
Sentia que la sangre le hervía, quería ir y decirle que se alejara de su esposo y no lo volviera a tocar, bajo del auto pero se dio cuenta ambos ya habían entrado a la casa del rubio, respiro profundamente varias veces y se dijo a si mismo que era mejor retirarse, pues no quería hacer que Jimin lo odiara aún más.

Subió de vuelta al auto y lo encendió para retirarse del lugar e irse a su casa a descansar y tal vez comer algo, por qué pasó todo el día siguiendo al rubio y no se dio cuenta de que no había probado bocado desde el desayuno.

















Nos leemos pronto 🫶🏻💜✨

18 de Mayo del 2023

Mi primer gran amor, mi primer gran decepción  (KookMin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora