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Mi primera semana trabajando como niñera fue bastante buena, Benja es un cariñoso, la señora Geraldine es una buena jefa, me llevo bien con los de la casa, con Santi y Mati también.

Bueno, Matias era un tema más complicado, no lo entiendo muy bien la verdad.

Es raro, cuando el viene del entrenamiento, se queda conmigo y con Benja, jugando con este último. Pero cuando llega su madre del trabajo, se mete a su cuarto y me ignora de todas las formas posible, como si no existiera.

Nisiquiera se molesta en llevarme a mi casa.

Hoy era domingo, Benja no tenia escuela, yo tampoco, Santi y Matias ayer tuvieron partidos, por lo que escuché les fue bien a ambos.

Estaba en la cocina, Benjamín me había pedido algo para picar mientras jugábamos, entre y empeze a picarle algo de fruta, su mamá me dijo que no lo llene de caramelos y azúcar, al menos no cuando ella no esta.

Mientras cortaba, sentí una mano pasarse ligeramente por mi cintura.

Asustada me di vuelta, encontrándome con la sonrisa divertida del chico.

-Que necesitas Matias?- pregunte sin mucha importancia, dándole la espalda, el se acercó a mí de nuevo y dejo sus manos en mi cintura- no me toques.

Dije agarrando el plata para alejándome de el, que no tardo en seguirme hasta que llegue a la sala, donde estaba esperándome benja.

-Acá traje algo para comer- dije sentandome a su lado.

-Gracias Juli- sonrió el menor, yo asenti. Vi de reojo, como Matias se sentaba al lado mío, y posaba su mano por el respaldo del sillón, justo atrás de mi cabeza.

Yo lo mire, pero no dije nada, solamente me limitaba a hablar con el nene, de vez en cuando Benja hablaba con su hermano.

En un momento, cuando le estaba hablando, Matias se acercó un poco más, como para 'escucharlo mejor' y se asomo al frente mío, apoyando su mano sobre mi muslo.

Nuevamente, no pude decirle nada, no quería que Benja lo note y piense cosas que no son, pero si mire mal al chico de River, este solo me tiro una media sonrisa alzando las cejas y se quedo en su lugar.

-Gracias Maria, ya llegue- se escuche la voz de Geraldine desde la sala- hola hijos ya lle-

Mientras esta estaba entrando, Matias se alejo rápidamente de mi, sacando su mano y levantándose del sillón.

-Hola ma- saludo Matias acercándose a la mujer.

-Hola hijo, como te fue en el entrenamiento?

-Bien, por suerte.

-Que estabas haciendo?- pregunto mirándolo.

Matias miro discretamente hacia donde estaba yo, luego volvió la vista a su madre.

-Solo estaba hablando con Benji.

La mujer asintió, se acercó al sillón y dejó un beso en la cabeza de su hijo menor, luego me saludo y yo a ella también.

Cuando Geraldine salió de la sala, Matias también lo hizo, sin siquiera mirarme.

Otra vez lo mismo, pensé negando con la cabeza.

Pase el resto de la tarde jugando con benja en la sala, lo ayude con la tarea del cole, miramos dibujitos, entre otras cosas.

-Ya esta la comida- aviso Santiago entrando a la sala.

-Ya vamos- dije yo, alze a benja y lo lleve al baño para lavarle las manos y yo también- vamo' a comer benji.

Camine al comedor, lo sente al nene en su lugar, y camine a la sala para agarrar mi mochila, ya que normalmente yo me iba cuando benja estaba por cenar, por que toda su familia había llegado para esa hora.

Niñera | Matias GallardoOnde histórias criam vida. Descubra agora