Botones

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- Tranquilízate un poco... - dijo Seven con un poco de miedo.

- ¡Esa gata es Shadow Six! - exclamó Six.

- ¿Quién es esa? - preguntó RG.

Ahí, Six se acordó de que nadie, a excepción de Mono, sabía de la existencia de Shadow Six. Ella no quería preocupar a sus amigos, por eso no les dije que tenía una parte malévola en su interior con forma de sombra igual a ella.

- Ah... - dijo Six - Nadie... 

RG y Seven se miraron con cara de no entender absolutamente nada.

- Bueno... - dijo Seven - ¿Recuerdas que te dije que no puedo entrar a esta casa?

- Sí... - dijo Six.

- Según mi "abuela", ella tenía una hermana gemela, cuando se mudaron aquí, su hermana desapareció. Dijo que fue secuestrada...

- ¿Secuestrada? - preguntó RG - ¿Y por quién?

- No lo sé.

- ¡WYBIE! - gritó la abuela - ¡VEN A CASA!

Seven miró un poco asustado de donde provenía la voz.

- Para su edad, grita como una niña de 3 años - dijo Six.

- Sí... - dijo Seven - Bueno... Me voy... Adiós chicas.

El chico agarró su bicicleta y se fue. RG se despidió de él con la mano y una sonrisa. Después decidió volver a su "casa", porque de seguro las ancianas estaban preocupadas por ella. Raincoat Girl abrazó a Six y luego volvió a bajar las escaleras.

La chica con la gorra miro al techo, donde aún seguí la gata, ambas miradas eran frías, definitivamente ninguna de las dos se llevaba bien con la otra.

- Estúpida - dijo Six.

La gata cerró los ojos y los abrió nuevamente con una expresión de disgusto. Luego se volteo para ver la ventana de la habitación de la chica, ahí se encontraba la muñeca que la miraba fijamente. Shadow Six decidió irse, porque se sentía incómoda.

Las horas pasaron volando y llegó la noche. La rutina fue la misma, el hombre cocino y Six se tuvo que comer toda la comida sin quejarse. Después se fue a dormir, pero antes tiró la muñeca fuera de la habitación, porque creía que el diablo está dentro de aquel objeto.

- Espero que al menos no te comas a nadie - dijo Six para luego cerrar la puerta con todas sus fuerzas.

La chica se acostó en la cama apagó las luces y se durmió. El tiempo siguió pasando hasta que fueron las 12:00 de la noche.

- Hambre... - dijo Six aún con sueño.

A la niña usualmente le solía dar hambre a esas horas, con o sin sus ataques. Six no lo pensó dos veces, se bajo de la cama y fue a la cocina, por estar aún con sueño no se dio cuenta de que la muñeca ya no estaba en su antiguo lugar.

Six, al llegar a la cocina abrió el refrigerador, ahí no habían tantas cosas, puros vegetales, frutas y agua. Ninguna de estas cosas le gustaba a la pequeña, así que cerró bruscamente la puerta y empezó a buscar con la mirada algo para comer. Al no encontrar nada, empezó a abrir las gavetas, pero tampoco había algo rico.

- ¿Estas personas son tan pobres? - preguntó enojada la niña.

Su estómago volvió a sonar pidiendo comida, no tenía sus ataques, así que no le hacían doler, solo tenía esa sensación. Las esperanzas de encontrar alguna comida comestible se fueron al no poder encontrar nada.

La única idea que se le vino a la cabeza a Six era cazar, pero, ¿qué iba a cazar exactamente? No habían animales cerca y obviamente la gata estaría lejos en ese momento, tal vez en la casa de Seven.

La chica suspiro completamente enojada para luego sentarse. Quería volver, no sabía porque, pero de verdad lo deseaba. Six salió de sus pensamientos cuando escuchó el sonido de un ratón, gritó bruscamente su cabeza a la dirección del sonido y ahí estaba, un pequeño roedor.

El estómago de la niña volvió a rugir por comida, no había opción, ese ratón era su siguiente comida, ya se había comido una rata, así que iba a ser casi lo mismo. 

Six se levantó silenciosamente y avanzó al pequeño roedor sin asustarlo; pero pareciera que aquel animal era muy inteligente, ya que salió corriendo. El hambre controlaba a la chica, por eso comenzó a perseguir al ratón, este la había llevado a la sala y se metió en la puerta pequeña.

- Tonto... - dijo la chica para si misma.

El ratón no tenía escapatoria, porque solo habían ladrillos... ¿verdad?

Six calló de rodillas al suelo y sin pensarlo dos veces abrió la pequeña puerta. Para su sorpresa, no habían ladrillos solo un túnel que poco a poco se hacía más largo. La chica sintió una brisa, la cual movió su cabello hacía atrás.

La niña miro a su alrededor para saber si era una broma, al darse cuenta de que no había nadie, tomo valor y se metió por aquel pasadizo. Este túnel era de una mezcla de los colores azules y morados, estaba muy iluminado, parecía de un cuento de hadas.

Pocos segundos después llegó al otro lado, pero para su sorpresa, era lo mismo. La única diferencia era la pintura, esta tenía al niño, pero estaba feliz comiendo su helado.

- Ya me volví loca... - dijo Six, iba a regresar, pero olio algo que le hizo agua la boca - ¿Qué es ese olor?...

El olor provenía de la cocina, esta tenía las luces encendida. Six entró a ese cuarto y se encontró a la mujer de espaldas cocinando.

- ¿Oye, qué estas haciendo aquí? - preguntó la chica - Son como las 12:00 de la noche-

- ¡Qué bueno que viniste! - exclamó la mujer de forma alegre.

La señora se volteo, parecía ser la misma mujer, pero al ver sus ojos, te dabas cuenta que no era así. La mujer tenía botones negros en el lugar del órgano ya mencionado.

Six se sorprendió demasiado al ver esto, ahora si le parecía que esa mujer era idéntica a The Lady.

- ¿Pero qué te paso? - preguntó la niña.

- Oh... - dijo la mujer - ¿Hablas de los botones?

- ¿Pues de que más?

- ¡Ay, Coraline!

- ¿Quién eres?

- Soy tú otra madre, tontuela. Ahora dile a tú otro padre que venga a comer.

- ¿Otra madre?

Un nuevo mundo (Little Nightmares x Coraline y la Puerta Secreta)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora