Felipe.

1.1K 88 15
                                    

-Mi amor, ¿Esto dónde va? -escuché a Ari preguntar desde mi cuarto de stream, el cual estábamos remodelando y decorando.

-Ah... déjalo en la repisa, por favor. -respondí volteando a verla, tras eso, me acerqué a ella para abrazarla.

Ella parecía estar poniendo de su parte para que lo nuestro funcione,  había pasado casi un mes desde que aquel "incidente" había pasado, ella me había asegurado que cortó todo tipo de relación con Juan, ya ni siquiera se hablaban en la universidad, cosa que de cierto modo me tranquilizaba.

-¿Ya tienes hambre? No hemos comido nada y ya son las nueve de la noche. ¿Te parece si pedimos tacos o algo? 

-Me parece perfecto, cielo. -mis manos rodearon su cintura con delicadeza, ella por su parte pasó sus brazos al rededor de mis hombros.- Te ves muy bonita, ¿sabes? -dijo ella mientras me daba un beso en la frente.

-Creo que si, lo tengo en cuenta porque me lo dices siempre. Imposible no saberlo. -respondí atrayendo un poco más su cuerpo al mío. 


Estuvimos un rato más así, diciendo cosas lindas antes de separarnos a causa de toques en la puerta. Dejé un rápido beso en sus labios y le dije que pida la comida en lo que yo iba a abrir la puerta. 

Al abrirla me encontré a quien menos hubiera esperado ver en ese momento, Félix. 

-Hola, Samy. -saludó sonriendo en mi dirección, yo me quedé parada mientras lo miraba, ¿Con qué cara venía a mi casa? 

-Hola, Félix. ¿Necesitas algo? Estoy ocupada. 

-Nada, nada. Solo venía a verte, ver si podíamos hablar o... algo. -respondió acercándose un poco a mi, subiendo su mano hacia mi mejilla. 

Por instinto levanté mi mano hacia la suya para quitarla, frunciendo el ceño mientras lo miraba. 

-Félix, no. Estoy ocupada, neta vete. No quiero saber nada de ti y creo que te lo dejé en claro la última vez que nos vimos. 

-Samy... 

-¿Sam? Ya pedí los ta... cos . -escuché a Ari detrás de mi, voltee a verla y le di una sonrisa incómoda. Ella al entender se acercó a mi y me abrazó por la cintura.- Hola, Felipe. ¿Qué pasó? ¿Te perdiste? 

-Abril, no, no me perdí. ¿Cómo vas con Guarnizo? 

Aquellas palabras dolieron, a decir verdad.

-¿Que quieres decir con eso, Felipe? -preguntó ella en tono serio, como a la defensiva.

-No sé, Ari. Tú dime, la perdida parecías tú. Sam, ¿Sabías que tu adorada novia estaba cogiéndose a Guarnizo mientras te veía la cara de pendeja?

-Félix. Te voy a pedir que te vayas, por favor. -respondí haciendo que Ari me suelte para poder yo acercarme a él y empujarlo un poco antes de cerrar la puerta en su cara. 

Suspiré en voz baja antes de voltearme para ver a mi novia, la abracé sin decir nada y oculté mi rostro entre su cuello y hombro.

-Lo siento. -susurró ella rodeando mi cuerpo con sus brazos. 


Y sé que realmente estaba arrepentida, sin embargo no conseguía perdonarla del todo, la traición no dejaba de doler por mucho que ella se estuviera esforzando por demostrar que había cambiado, que estaba poniendo todo de si.

Ella me amaba, yo también la amaba. Quería perdonarla y no podía hacerlo.

Dear Ari.Where stories live. Discover now