Proteger tú sonrisa. ··Wenclair··

Funciona.. Funciona..

Narra merlina

Tras ya un mes de haber tomado el primer brebaje, nada paso, dure todo ese mes tomando el segundo brebaje y de vez en cuando el principal pero nada...

Aunque suene loco me estaba rindiendo, esa cosa sabe a vómito, estaba segura que si no funcionaba para el otro mes lo dejaría y haría qué enid tome la segunda opción.

-¿todo bien? -pregunto enid al ver mi falta de apetito-
-si, solo que esa cosa me quita el hambre -dije refiriéndome a la posión-
-bueno, solo falta un mes... ¿Crees soportar?, ¿Quieres que tomemos la otra opción? -pregunto tomando mi mano-
-tranquila.. Solo.. Esperemos. -agregué para luego tomar un gran bocado de carne-

Ella me vio desconfiada pero al final siguió comiendo, al terminar ambas recogimos la mesa, para luego cada una ir a atender asuntos propios.

Al entrar a mi despacho note mi cuaderno donde pude ver que el mes pasado aun con el brebaje me bajo..

Tenía este mes y si no funcionaba, tendría que ir por más, aunque todavía me quedan más de la mitad.

Deje de pensar en aquello y me enfoque en acabar de escribir el final de mi nueva novela, solo faltaban dos capítulos y tal vez un agradecimiento a la editorial.

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Una semana después de quejarme por no funcionar el brebaje, la luna llena llego, dando a que enid enlobe.

Por lo que ahora estaba afuera, recostada en un árbol, mientras leía lo que la luz de la luna me dejaba.

Siempre la acompaño en su enlobacion cuando inicia y acaba, parece que aveces le duele como sus huesos se rompen y se reacomodan, por lo que me mantengo a su lado.

También para asegurarme que se ponga ropa cálida después de desenlobar, más ahora que hace frio y nieva.

Me distraje de mi lectura al escuchar que algo se acercaba, pero deje de prestar tanta atención cuando identifique el caminar de enid.

Seguí leyendo los últimos libros que me quedaban, aquellos que solo un mes atrás pedí por internet

Al oler sangre mire a enfrente, encontrando esos ojos azules que me encantan, en su osico un conejo muerto se encontraba..

-bien.. ¿Qué pasó? -pregunte viendo que no comía solo me miraba-
-ella gruñó y luego botó el conejo cerca de mi- no me avientes tu comida loba.

Pensé que quería jugar o alguna tontería, pero ella se fue tras aventarme el conejo.

¿Qué le ocurre?, no lo sé, tal vez cuando este consciente le pregunté, por ahora solo me alejare un poco de el cadáver de aquel orejón.

El olor estaba siendo un poco repugnante, cuando sentí en olor lo suficientemente lejos, volvía leer.

Claro, hasta que diez minutos después enid volvió ahora con otros dos conejos iguales a el que antes trajo.

¿Dejo ese para ir por más?, tal vez era un poco obvio, enid suele comer más estando en su forma de lobo.

Ella volvió a gruñir al verme lejos de donde estaba, ella dejo los conejos frente a mi y luego fue a por el otro dejándolo a un lado de mi.

-¡eso huele horrible! -expresé un poco enojada- ¡¿que quieres que haga con él?!
-ella fingió comerlo y luego con la punta de su nariz toco mi hombro- no comeré algo crudo, menos cuando huele mal.. -agregué tapándome levemente la nariz- ¿por qué actúas así?