Donde escribo historias de Pedrito porque no me pude contener.
o
Donde Wattpad no me da suficiente contenido.
No me juzguen.
PROHIBIDA LA COPIA/ADAPTACIÓN/TRADUCCIÓN DEL CONTENIDO EN ESTE LIBRO.
Si lo haces, me enteraré
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La forma tan sublime en la que todo parece llegar a su final, es la mera coincidencia de todo lo bueno que está por venir. La felicidad, risas, dolor, llantos, enojo, discusiones, todo se resume en un momento, en donde todo se extingue o intensifica. Todo aquello valió la pena para encontrarnos donde ahora. No puedo ni siquiera imaginar una vida diferente después de Pedro, este se coló en mi sistema, en cada partícula y célula de mi cuerpo, en cada hueso y se instaló sin remordimiento alguno, sin intenciones de querer irse.
El nerviosismo invadió mi cuerpo, tan deprisa como la sensación de náuseas. Podía intentar respirar profundamente pero eso solo lograba sacarme de mi zona. Tal vez mis propias emociones decidieron hacerme una mala jugada de último momento, sintiéndome tan pequeña en la habitación, la salida se encontraba a metros de distancia pero ante la distorsión de mi perspectiva aquella puerta se miraba tan lejana.
— ¿ Señorita (t/a), preparada? — preguntó una chica uniformada, adentrándose en la habitación — Tenemos un problema aquí — mencionó por radio mientras se acercaba a mi a pasos apresurados — ¿se encuentra bien?, ¿necesita algo? — preguntó, pero parecía que alguien se había robado mi aliento — ¿ necesita ayuda? — preguntó en un intento de desesperación mientras con su carpeta proporcionaba aire para mi.
En cuestión de segundos, escuché pasos alrededor de la habitación pero parecía que mi vista se encontraba lo suficientemente nublada para saber de quién se trataba mientras una extraña presión en mi pecho lastimaba a medida que los minutos pasaban. Podía escuchar los murmullos, sin embargo, mi mente hacía de las suyas que no podía prestar atención a lo que decían, solo rogaba porque aquella sensación desapareciera. Mi mano se guió hacia mi pecho, intentando apaciguar el dolor que se había mantenido constante, tratando de masajear como si aquello fuera la solución para aquel mal que me atormentaba.
— Atrás, déjenme pasar... — escuché una voz lejana pero irreconocible. Alguien tomó mi rostro entre sus manos pero mi mente estaba demasiado aturdida para pensar — Cariño, necesito que me mires, sé que puedes escucharme. Necesito que hagas un esfuerzo. Concéntrate en mi voz, por favor. Respira profundamente y luego expulsa el aire, justo así cariño, sigue respirando, profundo pero suavemente... — aquello pareció hacer clic en mi sistema, despejando toda neblina en mi mente y ahí pude mirarlo, junto a mi, hincado, con semblante preocupado pero con una sonrisa al ver que había logrado su cometido.
Sus manos se sentían tan cálidas. La suavidad era reconfortante, como si con aquellos roces me asegurara que todo estaría bien.
— Pedro... — murmuré con preocupación. Este negó mientras aún acariciaba mi rostro.
— Tranquila, no tienes de qué preocuparte — mencionó con sinceridad y una pequeña sonrisa.
No pude evitar sentirme mal, sobre todo cuando había una multitud a mi alrededor mirando con atención la escena.
— ¿Te sientes mejor? — preguntó acercándose su rostro hacia mi. Asentí — Me parece perfecto, ¿crees poder continuar? — preguntó mirándome con aquellos ojos.
— Sí... — susurré antes de besar sus labios, sin importar la decena de ojos que nos miraban. Este sonrió agradecido.
— Entonces, no debemos hacerlos esperar más — comentó levantándose y extendiendo su mano hacia mi. Este aprovechó para acomodar un mechón rebelde de mi cabello.
— Lo lamento, no quería ocasionar esto — mencioné cabizbaja.
— Nunca te disculpes por ello, estás mejor y eso importa — sin duda se veía tan lindo sonriendo, la forma en la que sus ojos se volvían pequeños y sus pómulos se alzaban, me hacían creer y jurar que verlo sonreír era mi actividad favorita.
— ¿Cómo lo supiste? — Pregunté confundida.
— Bueno, todo fue por Sofia — alcanzó a ver por lo lejos el nombre en su gafete — lo escuché por la radio — este se encogió se hombros, haciéndome reír.
— Se supone que no debías verme aún... — comenté suspirando mientras este rodeaba sus brazos en mi cintura. Viendo como todos comenzaban a salir de la habitación.
— Cariño, ya te he visto de todas las formas posibles, pero... verte vestida de blanco, es sin duda mi favorita, futura señora de Pascal... — no pudimos evitar reír ante su comentario. Y sin perder el tiempo, tomé su rostro entre mis manos, antes de besarlo nuevamente, justo de la manera que sabía hacerlo.
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Nota:
Teníamos que finalizar esta historia, como comenzó, con Pedro Pascal.
¿CUÁL FUE SU ONE SHOT FAVORITO?
━━━━━ AGRADECIMIENTOS
Así como todo tiene un comienzo, también tiene un final.
Ni siquiera tengo las palabras suficientes para agradecerles todo el apoyo, a través de las lecturas, votos y comentarios. Cuando inicié esta historia, no llegué a pensar cuánto alcance tendría, sobre todo, el cariño que le tomaron. Pensé que solo diez personas la leerían, así que mi sorpresa fue gigante cuando descubrí hasta dónde habíamos llegado. Porque esto no solo lo hice yo, también ustedes, por leer y apoyar.
Gracias por acompañarme en esta aventura y fiebre llamada Pedro Pascal, y ni modo, me gusta un hombre que es menor que mi papá pero no pasa nada. A las personas que leyeron desde el primer día, infinitas gracias, a las que se unieron con el paso del tiempo y a las que vienen, muchas muchas gracias por permitirme adentrarme con mis historias a ustedes. Gracias por apoyar y querer cada historia. Sus comentarios me sacaban una sonrisa siempre.
Como dije en el inicio, wattpad no me da el suficiente contenido sobre Pedro, así que siempre encontrarán en mi, algo que leer sobre él.
Este no es un adiós definitivo, si no un hasta pronto. Y no lo sé, tal vez, en un tiempo, regrese con contenido nuevo, si ustedes aún siguen aquí y lo desean.
