3. Primeros días

176 13 11
                                    

* * *

Las mesas se llenaron de todo tipo de comidas tras un discurso del director, un banquete con todas las letras. Desde las comidas más comunes hasta algunas que algunos estudiantes miraban con curiosidad. Los alumnos comenzaron a servirse la comida que más les apetecía: pollos con un color exquisito, patatas crujientes a montones, salsas de todos los tipos, zanahorias al horno y a la sartén... Ningún estudiante quedó con hambre por falta de comida, desde luego.

Cuando los platos ya estaban vacíos, y el gran comedor cada vez se inundaba de más gente hablando en vez de comiendo, un chico rubio y una chica castaña se acercaron al principio de la mesa, donde los nuevos estudiantes pertenecientes a Slytherin hablaban entre ellos o, en su defecto, miraban a cualquier lado. Los niños vieron la placa de prefectos en los pechos de los 2 alumnos mayores, sabiendo ya lo que eso significaba, al ser casi todos hijos de sangre pura, por no decir todos.

La chica habló, indicándoles que les siguieran a la sala común. Arcturus se iba fijando por dónde pasaban, aun sabiendo que les proporcionarían mapas para guiarse, no le hacía especial ilusión caminar con un mapa en la mano como un niño perdido, aunque realmente lo fuera a ser. Así, Arcturus trató de formar un mapa mental con todas las puertas que habían pasado, cada retrato que se movía que había visto, cada escalera que había tenido que subir o bajar; aunque, al final, en su cabeza solo había fragmentos descolocados del recorrido.

Tras recorrer un húmedo pasillo llegaron a una pared, dónde los prefectos se pararon. La mayoría de alumnos, con padres también pertenecientes a Slytherin, sabían que ahí se encontraba su sala común. Uno de los prefectos pronunció "Mundus sanguine" con un acento irlandés marcado, provocando así que la pared se deslizara a un lado, permitiendo el paso a todos los niños, y, tras un breve discurso de algunas reglas, como los toques de queda; les indicaron donde estaba la habitación de cada género, dejándoles ir de una vez.

La sala común era larga, con los muros y el techo de piedra basta. Varias lámparas de color verdoso colgaban del techo mediante cadenas, dándole un tono acuático a la sala, teniendo en cuenta que por los ventanales se podía divisar el lado de Hogwarts. Debajo de la repisa labrada de la chimenea, crepitaba la hoguera, y contra ella se recortaban las siluetas de algunos miembros de la casa Slytherin, acomodados en sillas de estilo muy recargado. La sala tenía un montón de sillones abotonados de color negro y verde oscuro, sofás de cuero; cráneos; y armarios de madera oscura. Una de las mesas de madera tenía un ajedrez mágico, Arcturus pensó que alguna vez iría ahí. Sus abuelos le habían enseñado a jugar y le agradaba el juego.

Cuando Arcturus entró en la habitación divisó 6 camas, claramente en una habitación grande para que los chicos pudieran caminar sin chocarse entre sí. Las 6 camas eran grandes, como a las que el joven Black estaba acostumbrado a utilizar, de ellas colgaban gruesas cortinas de terciopelo verde esmeralda. Ahí tenían otra chimenea, para que cuando comenzaran los duros días fríos de invierno no se congelaran ahí abajo.

Al lado de una de la cama, concretamente la segunda comenzando a contar desde la derecha, se encontraba un pesado baúl de caoba con el escudo de la familia Black grabado en la hebilla del mismo. Arcturus asumió que esa debía ser su cama, por lo que se acercó a ella y se tiró en la cama. Nada como echarse en la cama luego de una buena comida, ¿no?

Draco tenía la cama de su derecha, por lo que también se acercó a su cama, pero en vez de tirarse en la cama abrió su baúl, cogiendo papel y pluma.

— ¿A quién le vas a escribir a estas horas, Draco? — Arcturus se limitó a girar la cabeza para hablarle.

— Mi padre se va a enterar de que Potter es un completo idiota. — Respondió Draco con rabia, al parecer sí le había dolido que el chico no aceptara su mano, prefiriendo a Weasley.

The Black Heir - Arcturus Orion BlackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora