Capítulo 11

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Una llamada de Minho fue lo que despertó a Hyunjin, y antes de que se cortara, pudo cogerlo y hablar con él.

- ¿Hm? ¿Quién es?

- Hyunjinnie…

- ¿Minho?

- ¿Podemos hablar?

- ¿Podemos hablar mejor por la noche? Ahora tengo que irme a trabajar y tú seguramente tendrás que hacer algún vuelo o trabajar

- De eso te quería hablar, pero no quiero hablar por llamada…

- ¿Ah? No te entiendo…

- Por favor, ven a mi oficina, te esperaré ahí, le diré al guardia y a Jisung que tengo reunión contigo.

-  Pero Minh…

Y colgó.

Hyunjin sentía curiosidad, temor, inseguridad, pero se preparó y llamó a Félix para avisar de que tenía una reunión de última hora y no podía asistir las primeras horas a su puesto, así que lo dejaba a él al cargo de todo mientras tanto, cosa que el peliblanco aceptó sin poner ningún reproche, y acto seguido fue a Witter para hablar con el menor.

- ¡Hyunjin! Pasa, Changbin, no le cachées, viene conmigo a una reunión.

- Pero Sr. Lee… Usted no tiene ninguna reunión agendada para hoy.

- Jisung, fue una reunión de última hora, anotala por favor, y llama al aeropuerto para decir que coja de mi cuenta dinero para otro ticket, por favor.

Minho invitó a entrar a Hyunjin a su despacho y le pidió que tomara asiento, lo cual el mayor obedeció y ambos se sentaron al lado de la otra persona en un sofá de cuero negro y largo.

- ¿Y bien? ¿De qué se trata todo esto?

- Voy a tener que estar más tiempo del que me gustaría en Anyang y para avanzar trabajo me gustaría que me acompañaras.

- Pero Minho… yo tengo mi propia empresa, no puedo irme y dejar abandonada a una empresa que está en números rojos. Sería destruir algo de lo que mi familia invirtió sudor y lágrimas para conseguirlo…

- Hyunjin… es un viaje de negocios, serás mi secretario personal pero también puedes decidir en nombre de tu propia empresa, crear contactos y potenciar tu empresa. Es una oferta de la cual ambos salimos beneficiados…

- Pero ni a mí ni a mi empresa nos invitaron en aquél viaje, tú tienes tu propio secretario y yo tengo el mío ¿Por qué tanta insistencia?

- Lamentablemente Jisung no podrá asistir a aquél viaje porque tiene la boda de su hermano al segundo día del viaje y prefiero que se tome ese día libre y esté aquí atendiendo la empresa. Supongo que Félix está haciendo lo mismo en la tuya ¿No es así?

- Sí, pero…

- Solo di que prefieres estar aquí en Seúl con Félix y no en Anyang conmigo.

Esta vez estaba más cerca y no estaba borracho.

Su perfume de Intense, de Cedrat Boisé, se podía oler cada vez con más intensidad.

- Minho, ¿No estás muy cerca?

- ¿Quieres que lo estés más?

Sí.

Su corazón sí quería, pero su mente no estaba de acuerdo, no sabía porqué se comportaba de esa manera, y tampoco quería saberlo realmente, puesto que tal vez solo estaba desesperado o quería atención.

Y él no era un juguete con el cual podía divertirse un rato y luego abandonarlo.

- Si de algo me arrepiento, es de no acabar lo que empezamos ayer, jinnie…

- Minho por favor, estamos en horario de trabajo, está bien, aceptaré ir a aquél viaje pero… por favor, debo irme ya… adiós…

Pero cuando Hyunjin abrió la puerta, el mayor por detrás la cerró y le empotró contra ella.

Sus brazos estaban bloqueando el paso del menor, y para más problema, no estaba solo pues su ‘amiguito’ se despertó al tenerlo tan cerca y tan desesperado.

- Minho, sabes bien que esto no puede pasar, no estamos destinados a estar juntos, pensé que lo habíamos hablado aquél día…

- ¿Quién eres para leer el futuro? El tiempo, el destino es muy sabio, ir a contracorriente de la vida no significa que sea lo correcto. No sabes cuánto tiempo he soñado y sueño por tenerte así de nuevo. Para mí. Si el destino te puso de nuevo en mi camino ¿No crees que es porque sea hora de retomar aquello que creíamos perdido?

Entonces, Minho no le superó, y para ser sinceros, Hyunjin tampoco, pero sabía que la causa de su ruptura se iba a volver a repetir, pues después de todo, seguían en el mismo punto.

Ambos priorizaban su trabajo por encima de cualquier cosa, aún si esto fuera el amor.

Eran dos personas calcadas, y precisamente por eso sabían que no iban a poder estar un mes, dos o tres lejos de la otra persona, necesitaban contacto, cercanía, la calidez de sus cuerpos.

- Minho… lo perdido, está perdido, todo quedó en el pasado, no puede ser, solo… déjame ir.

Eso sí dolió. Le dolía a él, y le dolió a Minho, pues en aquellos ojos color negros llenos de pasión se veían como brotaban las lágrimas.

- ¿De verdad quieres que te deje ir, Hwang Hyunjin?

Break the rules | hyunhoWhere stories live. Discover now