05.

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El camino a casa fue silencioso. Mientras su madre hablaba de cosas cuales no quería prestar atención y dudaba que le interesase; su cabeza estaba en el rostro iluminado de su omega.
Sus besos, las caricias débiles que le dedicaba, las miradas de diversos, timidez y confianza que le tiraba cada vez que podía, sus labios rosados que amaba besar; era una maldita obsesión, admiraba como podía despegarse de aquellos.

— Marcos —hablo su madre. El dejo de tener la vista en la ventana para poder mirarla— No creas que no se lo que hiciste.

— ¿Que? —dijo aclarandose la garganta.

— Dejaste sola a Samanta, me la encontré hablando con algunos invitados del lugar. ¿Donde estabas metido? —se alivio un poco.

— Entonces no estaba sola —quiso susurrar pero sus palabras parecieron sonar más fuerte de lo requerido. La mujer lo miró con una ceja levantada— Estaba con.. Agustín —sonrió.

— ¿Agustín?

— Si, es, es, es el hermano de Samanta. Estaba caminando y me lo encontré estaba.. Felicitandome.. por por el compromiso —mintió.

La reina lo miro sin cambiar su expresión.

— No quiero que te acerques mucho a él. Recuerda que ese.. niño, Es omega —Marcos quiso detenerla antes de que diga algo que lo haga enojar. Se contuvo.

— ¿Es el hermano de Samanta pretendes que no le hable? —sonó lo más amable posible.

— En lo preferible lo justo y necesario, Marcos. Esta claro que no pretenderá nada inadecuado con vos; Sin embargo aun no deja de ser omega y escuchara sus intentos.

El alfa apretó los puños acomodándose en su asiento.

— Bien —hablo harto— Si así lo deseas —sonó con notorio sarcamo— Pero Agustín logró caerme muy bien, pareciera enserió.. Una.. Maravillosa persona. Y ya soy adulto, puedo decidir con quien hablar.

— Claro, pero recuerda que todavía sigo siendo yo La reina; Y creeré conveniente que no te confies demasiado, Marcos.

El mencionado la miro incrédulo ante la ordenanza de su madre. Sin embargo algo no le cerraba hace un tiempo. Era el momento de preguntar.

— Dime algo.. ¿Por que me comprometo con la hija del Conde cuya acusación hace poco tiempo fue de que tenía una relación extramatrimonial? ¿Eso no hablaría muy bien de la reputación no crees?

La mujer no movió ni un solo musculo de su rostro; aún así observo que su mano izquierda tembló un poco.

— Son asuntos míos, Marcos. No tendrías porqué estar haciendo estas preguntas, es un simple favor que le debía al Conde.

Sonrió dejando escapar un sonido incrédulo ante semejante confesión. ¿Eso era? un simple favor, su vida era un simple favor para su madre. Mientras el luchaba por encontrar alguna solución para estar con Agustín, su madre lo había casado solo porque se la debía al Conde.

Aun así, gracias a eso.. Puedo conocerlo.
Por lo que sabía, no salía casi a ninguna parte y su padre tanpoco quería exponerlo, seguramente se avergonzaba de él. Que patético.
¿Avergonzarse? Quien se vería avergonzado del ser de luz más hermoso de toda la región.
Si tan solo pudiera llevarlo a todas partes, decirles a todos que Agustín era suyo, su omega; la habría hecho una y mil veces.

Llegaron al palacio en un par de minutos. El mayordomo abrió la puerta esperando a que La reina bajase.

— Madre —la detuvo— Mañana.. Hagamos una cena —propuso. La mujer lo miró extraña.

Golden Roses ; MargusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora