Capítulo 33

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—¿Te encuentras bien?.

— Si.

Respondió la ardilla de nariz roja. No sé había dado cuenta del tiempo que había pasado, ahora se encontraba al lado de Chip. Ambos sentados en un carrito de golf, siendo conducido por un guardia, quien les ayudaba a salir del lugar. Sin que ningún fan pudiera verlos. Pero durante ese periodo de tiempo. Dale sé había mantenido callado. Comportamiento que Chip noto desde que salieron de la oficina de Goofy. En un principio lo había dejado pasar, pensaba, que únicamente. Se tratara nada más de algún malestar. Pero cuando ese silencio se alargó demasiado. Dónde las únicas contestaciones de Dale eran. ~Si, No, Tal vez, No lo se~. Chip compenso a preocuparse de verdad.

— ¿Tienes planeado hacer algo en la tarde?. — Pregunto Chip.

— No en realidad, tenía pensado organizar algunas cosas.

— Puedo ayudarte. Llevaría una pizza si quieres.

— Agradezco tu ayuda. Pero esta ves quiero hacerlo solo.

— Suena bien. — Menciono chip, intentado ocultar el rechazo.

— Chip. — sintiéndose culpable. — Escucha, no quise decirlo de esa manera, únicamente... Es que, por el momento, prefiero estar solo, organizarme. Y aclarar mis dudas sobre ciertos temas que no salen de mi cabeza. 

— No pasa nada. Puedo entenderlo, estas estresado. 

— No. No lo entiendes. — Dijo ahora molesto. — Estas usando conmigo tu curso de psicología conmigo. 

— No. Claro que no lo hago. — ocultando la verdad.

— Claro que si lo haces. — Recordando.— Cuando nos dieron el papel de Sherlock Holmes, recuerdo a la perfección, que te pedían al menos saber lo básico en psicología, para tener un mejor desenvolviendo de tu personaje. Leíste ese libro que te recomendaron y cada que peleábamos por algo usabas el libro.

— Tenias gratis a un psicólogo. 

— Como sea. — resignado.— El punto es. Que por primera vez, quiero resolver esto por mi propia cuenta.

— Sabes que tienes mi apoyo en todo esto. 

Menciono chip de manera amable, colocando una de sus manos en los hombres de dale. Quien solo le devolvió una sonrisa. Dale únicamente se dejo abrazar, sintiendo el brazo de la otra ardilla rodear su cintura. Al sentir el carrito parar, ambas se terminaron en el estacionamiento de la compañía, la cual había un auto esperándolos. Con tranquilidad estos tomaron el auto, sin percatarse. Que durante todo ese viaje, estaba siendo perseguidos por alguien. 

La mayoría del tiempo, con una cámara en mano. Habiendo capturado la mayoría de los actos. No solo el abrazo, si no también, el pequeño beso, que Chip, le había dado en los pasillos de la oficina de Goofy.

Aun cuando, estos no se habían dado cuenta. En aquel sedan de color negro aun estaban siendo seguidos. Únicamente para confirmar ciertos rumores, los cuales, terminaron siendo reales. Ya que con la ayuda de algunos integrantes, terminaron obteniendo un libro de color azul.

Pero mientras los ladrones se marchaban con el tesoro de uno de los actores mas queridos por la nostalgia. El dueño de aquel diario, estaba llegando hasta la entrada de su casa, acompañado de su actual "pareja". Quién intento pasar de todas formas en la casa de Dale. Pero fue detenido un brazo que le bloqueó la entrada.

— Entiendo.

Mencionó Chip. Tratando de buscar la mirada de Dale, pero de manera juguetona, este la evitaba por completo. Pero fue hasta que la ardilla de nariz roja. Colocó una mano en el pecho de la otra.

— Ya te lo había comentado. Déjame resolver esto por mi propia cuenta.

— Pero. Aún no comprendo, ¿Qué es lo que tienes que resolver?.

— Yo tampoco lo tengo claro por ahora. Pero, tienes que entender, que está vez. Necesito el punto de vista de alguien más.

— ¿Alguien más?. — Confundido.

— Solo vete. — acariciando la mejilla de Chip. — Te prometo que mañana, tendré todas las respuestas que quieras.

Chip solo suspiro. Y tomando la mano de dale. En esta, solo depósito un pequeño beso, el cual únicamente termino abrazando, mientras que; Dale por su parte, beso la mejilla de Chip. Mientras susurraba en el oído unas palabras. Las cuales habían dejado boquiabierto a la otra ardilla.

Quién con el corazón latiendo a mil. Este se separó, mirando como la ardilla de nariz roja, solo se separó y termino entrando en su casa, dejando a la ardilla de caricatura, quién rápido salió corriendo hasta llegar al pequeño auto, que el conductor, quién sacaba un auto pequeño del maletero, terminando de colocarlo en el suelo. La ardilla agradeció, y rápido apretando un botón que tenía en su llave, las puertas se abrieron y con mucha desesperación, comenzaba a buscar algo en particular.

— ¿¡Dónde está!?.

Preguntaba con desesperación, no entendía por qué si quiera, buscaba algo con esas especificaciones. Pero al mirar fijamente la puerta del copiloto, noto un pedazo de papel. Siendo este de un color particular. Un azul que perfectamente conocía. Lo cual alertaron sus alarmas, estaba asustado. Tener aquel pedazo de papel. Se sentía extraño, y al abrirlo. Miraba con detenimiento, que se trataba de una carta. Una carta, que con cada palabra que estaba escrita, sentía como clavaban una navaja en su pecho.

|Perdóname|

Querido Chip.


Espero que. Al momento que encuentres  esta carta te encuentre bien. Quería tomarme un momento para hablar contigo sobre nuestra relación. Pero no tengo el valor para hacerlo, ni siquiera el momento adecuado para hablar contigo cara a cara.

Si bien valoro nuestra amistad, siento que necesito alejarme por un tiempo. No se trata de que algo haya cambiado en ti o en mí, sino de que siento la necesidad de tomarme un tiempo para mí mismo.

Me gustaría que comprendas que no es una decisión fácil de tomar, pero sé que es lo mejor para mí en este momento. No es mi intención herir tus sentimientos ni alejarte para siempre, por qué en verdad. No tienes idea de lo mucho que espere esto, pero necesito espacio para poder focalizar en mi bienestar.

Espero que puedas respetar mi decisión y darme el tiempo que necesito. Por favor, sé que esta decisión no cambia las cosas entre nosotros y que valoro nuestra amistad. Me gustaría hablar contigo después de un tiempo y quizás planificar algo juntos si eso es lo que deseas. Pero lo único que recuerdo, cada vez que te veo. Es aquel día en que decidiste desaparecer. Dejándome solo en un mundo en el que todos devoraron una parte de mí.

Gracias por entender.

Y para la otra. Si quieres leer la vida ajena de los demás, recuerda. Que existe llamado algo Facebook.  No tienes por qué leer los pensamientos privados, de los demás. Y no me sorprende que lo hayas hecho, por qué durando 26 años de conocernos. Nunca recordaste algo más mínimo. Cómo lo es mi color favorito.

Espero me perdones por hacerlo de esta forma. Pero si no lo recuerdas. Vuelve a leer la página 290, párrafo número 7 de mi diario. Por qué algo que no tengo es ser listo. Pero tengo la suerte de que al estar contigo. Soy muy organizado y cada que escribía algo. Enumeraba cada página. Al igual que los pensamientos.

El Diario [Chip X Dale]©Where stories live. Discover now