Sueños... No, Recuerdos

1.5K 179 14
                                    

Artemisa estaba muy frustrada por todo lo que había pasado. Se acomodo en su cama en posición fetal. Se quedo en esa posición unos momentos, perdiéndose en sus pensamientos de nuevo, últimamente lo hacia mucho y, sin que ella se diera cuenta, poco a poco empezó a quedarse dormida.

El dormir no era una necesidad para los dioses, pero en el pasado a ella le encantaba quedarse dormida en los brazos de Naruto. Debido a eso, ella empezó a desarrollar la necesidad de dormir de vez en cuando en brazos de Naruto, pero ahora no lo tenía a él para que la abrazara mientras dormía. Aun así, debido a todos los problemas que han pasado recientemente, su mente necesitaba un descanso y que mejor manera que dormir un rato.

Artemisa, con la apariencia de una adolescente, se movía a través de los árboles a gran velocidad, mientras una gran sonrisa, que rivalizaba con las sonrisas de su hermano, adornaba su rostro.

Ella parecía tener mucha prisa en llegar a algún lugar en especifico, la velocidad con la que se movía era un buen indicador de ello.

Luego de un rato de correr sin parar, Artemisa se detuvo y miro a la persona que se encontraba frente a ella, era un adolescente rubio de ojos azules que tenia un arco en sus manos, Artemisa lo reconoció rápidamente como su mejor amigo, Naruto. 

El arco en manos de Naruto estaba hecho con una madera muy fina de color blanco, la cuerda del arco estaba completamente tensada y lista para disparar una flecha con punta de hierro. El rubio soltó la cuerda y la flecha salió disparada hacia una diana la cual fue atravesada por la flecha que simplemente siguió su trayecto hasta clavarse en otra diana detrás de la anterior.

Naruto bajo el arco y una pequeña sonrisa adorno su rostro mientras volteaba a ver unos arboles a su derecha.

—¿No piensas saludarme? —preguntó al aire Naruto con una sonrisa.

Artemisa saltó de uno de los árboles que Naruto miraba, cayendo frente al él, ella tenía una gran sonrisa mientras miraba a su amigo.

—Claro que pensaba hacerlo, pero no quería interrumpirte, buen tiro por cierto —respondió Artemisa, luego vio la diana con un gran agujero en el medio.

—Gracias, me esfuerzo por mejorar —dijo Naruto con humildad.

—Se nota —dijo Artemisa y luego abrazo al rubio, quien la superaba en altura solo por una cabeza. Naruto correspondió el abrazo que duro 5 segundos y luego se separaron.

—¿Y qué te trae por aquí? —preguntó Naruto con gran curiosidad.

—¿Acaso no puedo visitar a mi mejor amigo? —preguntó Artemisa con una sonrisa de inocencia.

—Sabes que no me refería a eso, usualmente sueles venir cada 7 días, pero acabas de venir hace 3 días ¿Qué te hizo venir antes? —Naruto tenía curiosidad por la repentina visita de su amiga.

—Veo qué no sirve de nada fingir demencia contigo —dijo Artemisa con falsa decepción. Naruto noto eso y solo se río un poco por el actuar tan infantil de la castaña.

—¿Entonces me dirás? —preguntó Naruto curioso.

—Claro, pero caminemos mientras te cuento —respondió Artemisa mientras empezaba a caminar seguida por Naruto —. Bueno, como sabrás soy la Diosa de la caza —empezó Artemisa con tranquilidad.

—Aja —Naruto se limito a decir esa simple palabra mientras asentía.

—Pues como tal no tengo un grupo de cacería y últimamente he pensado en iniciar uno, pero para eso necesito integrantes —continuo Artemisa mientras se detenía y volteaba a verlo con una sonrisa.

Cazador perdidoNơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ