Capítulo 2: Aliados o enemigos

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Los primeros rayos de sol se empezaban a colar entre las ramas de los frondosos árboles. La mañana comenzaba y mis ánimos eran nulos, volviendo la pena e ira a invadir mi cuerpo.

Durante los primeros cinco segundos tras despertarme, conseguí olvidar el pasado y los problemas. Incluso quién era.

Esa efímera paz se nubló con el recuerdo de mi triste y ajetreada realidad.

⏤¿Cómo he dormido tanto? ⏤murmuré dudosa.

Retiré mi cabello mientras lo recogía en una alta coleta.

⏤Da igual, debo continuar... ⏤recordé en alto para intentar despertarme y así poner mi mente a funcionar⏤. Pasar Sierra del Olvido y rodear Tierras Muertas...

Repasé y organicé el camino que me esperaba. Tenía la costumbre de hablar en alto, mi hermana Heiso era quien me ayudaba a controlarlo, pero estaba sola.

Era un camino largo, me llevaría por lo menos dos semanas, pero debía empezar cuanto antes. Me encontraba con fuerzas aunque me doliera la espalda.

Como cada mañana fui a estirarme.

⏤¡AH! ⏤grité nada más sentir una punzada de dolor al mover el brazo izquierdo.

Al retirar las largas mangas del vestido, tres alargados pero poco profundos arañazos, recorrían la parte superior de mi brazo.

La sangre seca se había adherido a la prenda y, al retirar la manga ⏤con la brusquedad con la que estaba habituada a actuar⏤ la sangre volvió a emanar.

Arranqué la manga y la envolví sobre las heridas apretando fuerte. Corté un lazo de mi capa y lo utilicé para atarlo. De momento aguantaría, pero necesitaba curarme antes de que se infectara.

Miré al suelo, la alborotada y verde capa de hierba que plagaba la superficie, se encontraba a unos veinte metros. Varias ramas se interponían en ese recorrido, por lo que saltar no era la mejor opción.

Bajaba rápido, atenta a mi alrededor hasta que paré en seco cuando seis metros me separaban del suelo volviendo a ascender.

Escuché unos pasos, había alguien más.

"No. Son dos tipos de pasos." Rectifiqué prestando mayor atención al entorno. "¿Serán aliados o... Enemigos?".

Se escuchaban torpes y rápidos, seguían lejos. A los cinco minutos empecé a vislumbrar sus cuerpos. Sus alargadas sombras se camuflaban con las de los troncos.

Saqué mi pequeño puñal derecho mientras buscaba el izquierdo.

"Mierda. Lo utilicé antes de salir de Fera." Recordé apretando la mandíbula.

Tras unos minutos más pude verles.

⏤Increíble casualidad encontraros en este bosque, ¿no creeis? ⏤pregunté con mi habitual tono sarcástico.

Ambos sujetaron fuerte sus armas y alzaron la vista desconcertados.

⏤Sabía que seguías viva ⏤comentó con tono burlón el chico⏤. Un problema como tú no desaparece tan rápido.

Era alto, su capucha le tapaba el rostro parcialmente. Se le escapaban algunos mechones castaños ⏤levemente rojizos⏤ que, sumado a su inconfundible arco de caoba pintado en los extremos de verde aguamarina, me hizo sonreír.

⏤Daemon... cómo no ⏤murmuré esbozando esa imperceptible sonrisa⏤. También me alegro de que sigas vivo, si es a lo que te refieres.

⏤Estaba seguro de que vivirías, incluso convencí a Aeryn ⏤afirmó con total seguridad mientras agarraba a la aludida por el hombro y enmarca su burlona sonrisa⏤. Te buscan en todo el reino, por si no lo sabías. Baja, tenemos que hablar.

La Huida De La Reina ✔️ (Completa)Where stories live. Discover now