Experimentar

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— ¿Qué estas leyendo? — Suelta un chillido poco digno y mira molesto al mayor, pelinegro

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— ¿Qué estas leyendo? — Suelta un chillido poco digno y mira molesto al mayor, pelinegro. Fyodor se cierne sobre el con una mirada pasiva y en blanco como siempre. Osamu rodea los ojos y mete el libro en su mochila. 

— Nada. ¿No puedo enriquecer mi cerebro de literatura y cultura sin interrupciones de tu parte, demonio? — El de igual estatura lo mira fijamente unos segundos, sin molestarse en disimular que esta analizándolo.

— ¿Estas leyendo una novela de romance? — Alza una ceja, ya que el es ligeramente mas serio y opina que las novelas románticas no aportan absolutamente nada. Idiota. — Que perdedor. — Se burla, antes de sentarse frente a el. Con una mano mueve su cabello gracilmente fuera de su vista. 

— No. Es...literatura. Verdadera literatura... — Su tono serio y afanado hace que el mayor frunza el ceño. 

— Bien, no me interesa. — Rueda los ojos, sirve su te y el castaño arrastra la taza que el pelinegro estaba sirviendo a si mismo y toma un sorbo. A este no parece importarle porque saca otra de su maletita y vuelve a servirse. — De hecho, estoy escribiendo un libro.

Osamu alza ambas cejas. Cuando Fyodor sigue hablando de su libro "Crimen y Castigo", finge que no le interesa, pero en realidad suena increíblemente interesante. Como un libro post-impresionista. Solo que en lugar de arte es un libro.

— Por cierto, Mijailovich. — Llama el castaño tomando sin permiso el termo de Fyodor y sirviéndose otra taza, el pelinegro frunce el ceño porque prefiere ser llamado por su primer nombre. El te de hojas de frambuesa es muy bueno. — Supongo que ya lo sabes. Pero mi padre invito a Mijail-san a mi fiesta de cumpleaños. Espero no verte ahí. — Con una sonrisa queda, bebe mas te y el pelinegro sonríe amplia y burlonamente.

— Estaré ahí. Dalo por hecho. — Toma su propia taza y bebe. El castaño ignora eso. Tal vez en el fondo, era su intención.

Chuuya lee somnoliento, sentado frente al mostrador de la tienda

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Chuuya lee somnoliento, sentado frente al mostrador de la tienda. Después de visitar a Dazai un rato, hacer otras apuestas estúpidas e incluso intentar hacer una flexión con Osamu sobre su espalda, tuvo una tarde entretenida antes de venir al infierno de aburrimiento que es estar aquí desde las siete hasta las cinco de la mañana. 

Melodía de Verano -SoukokuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora