Capitulo 1

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Fue Viserys quien le dio la noticia. Viserys que la consoló cuando Rhaenys la abandonó dejando solo promesas vacías, el principe que cuando sintió que nunca sería aceptada le demostró lo contrario.

Su dulce niña... Su dulce y amorosa Rhaenyra fue arrancada de sus brazos demasiado pronto, se encontró con la muerte.

Se informó que los restos de un dragón dorado fue encontrado en las costas de la Bahía de los naufragios.

Syrax.

por un momento piensa que todo es un sueño, una pesadilla de la cual despertará, hasta que la dura realidad la golpea y sabe que su hija realmente se ha ido. 

Su cuerpo nunca será encontrado.

Nunca más la tendrá en sus brazos.

No vera a Rhaenyra crecer y formar su propia familia.

La hija que había cuidado y amado. Simplemente por ser producto del amor que le tuvo a Rhaenys. Se fue.

Y su alma llora.

Sus uñas se clavan en sus palmas. Su mandíbula se aprieta lo suficiente como para causarle dolor. Se tambaleó tocando su vientre plano buscando algún tipo de consuelo, se siente como si todo el aire hubiera sido succionado de sus pulmones, respirando con dificultad. No puede sentir la presencia de Viserys a su lado, no puede reconocer los rostros de sus hijos parados en la habitación, apenas se reconoce a sí misma mientras el fuego ruge a sus pies.

Si hubiera tenido algún tipo de previsión como sus antepasados Targaryen, ¿qué habría hecho?, ¿La habría abrazado más fuerte?, ¿Hubiera impedido que se marchara manteniéndola a salvo confinandola en su habitación en Dragonstone junto con sus demás hermanos?.

Cuando se aleja del fuego, la rabia obstruye su garganta. Los gritos de guerra comienzan a sonar claros en su mente, con la promesa de vengar a su hija. El rojo llena su visión, tan rojo como la sangre que desea derramar.

Esto es solo el comienzo.

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Viserys estaba en una reunión del consejo, pero no estaba completamente consciente de lo que se decía. Podía oír que lo llamaban por su nombre, pero no estaba prestando atención, estaba mirando fijamente la Mesa Pintada.

"¿Tu gracia?" Otto dijo, podía oír la preocupación en su voz.

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