Capítulo 5: Impredecibles

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     Sirius se quedó observando al extraño morocho, el cual poseía una mirada profunda con cierto brillo. Pero ese brilló solo apareció cuando Mei se dió la vuelta para verlo.

     —¿¡Joshua!? —Grito la chica con emoción y sorpresa. 

     La joven pasó sus brazos alrededor del cuello del muchacho, abrazándolo con fuerza. Este se lo correspondió levantándola y dando una vuelta, para luego dejarla en el suelo nuevamente. Se miraron a los ojos riendo como dos niños encontrándose para jugar.

     —No puedo creerlo, de verdad no puedo. Se supone que…

     —¿…estaba en Estados Unidos? Pues no.

     —Pero me enviaste…

     —La carta y el regalo fueron la distracción perfecta.

     —¿Distracción?

     —Para que no sospecharas de mi regreso.

     —Si si, cartas, regalos, sorpresas, etc. ¿Quién es? —Interrumpió Sirius de mala manera. 

     —Lo siento no me presenté. Soy Joshua Rosier… —dijo, extendiendo su mano con elegancia.

     —…mi mejor amigo de la niñez.

     —Oh, es un gusto. Soy Sirius Black, su amigó, como oíste antes. —Estrecho su mano con fuerza.

     —Supongo que son grandes amigos…

     —Los mejores. No te das una idea… 

     —Bueno… Josh que tal si me acompañas por un bocadillo y me cuentas de tu otra escuela. —dijo Mei interrumpiendo la tensión entre los caballeros.

     —Será un placer, Meischu.

     Mei y Josh se alejaron dejando a Sirius completamente solo. Joshua era a quien su novia le estaba escribiendo una carta, la cual no quería que Black viera. Eso sumado a su extraño comportamiento, era sospechoso. Pero Mei le había jurado que no era nada, que no había nadie más. 

     Sin embargo cuánto más avanzaba la fiesta, los celos de Sirius aumentaban. Ellos bailaban juntos, reían y se abrazaban, pero si Black intentaba hacerlo Mei se ponía tensa e incómoda. Se supone que debía ser al revés, que con ella se debía sentir segura con su novio, pero no. Ni siquiera lo presentó como su novio, ni una sola vez. Black estaba muy triste cuando vio que Shira se le acercaba junto a Carter.

     —¿Te sucede algo, chico fiestero? —pregunto Shira, golpeándole el brazo divertida.

     —Sinceramente no pareces muy fiestero. De hecho parece como si hubieran matado a tu mascota y hubieras visto quien fue.

     —¡Carter!

     —Lo siento, fue muy insensible de mi parte. En mi defensa, James me dió unos tragos —se defendió Hunt, provocando una sonrisa de Sirius.

     —Sucede que Mei está distante conmigo. Si la abrazó se tensa, no baila conmigo, me corrió la cara cuando la quise besar y me presento como su "amigo" a más de un familiar.

     —Sirius, no te sientas mal. Mei está en un ambiente juzgador, cada cosa que ella haga tendrá una reacción en su entorno. No la conozco mucho, pero debe ser difícil tener que estar rodeada de estás miradas.

     —Carter tiene razón. Además, sabes que Mei trata de ser perfecta. La hija perfecta, la amiga perfecta, la novia perfecta, la anfitriona perfecta… pero no puede ser perfecta en todo. Porque si quiere ser la nieta perfecta, por ejemplo, implica que tú no seas su novio, pero al negarte no se da cuenta que deja de ser una novia perfecta. ¿Entiendes lo que intento decir? El punto es que no debes preocuparte, porque Mei te ama sin importar que.

The Black Love: el Ultimo año (#2)Where stories live. Discover now