De concubina a Sultana

CAPITULO 1: UN NUEVO COMIENZO

Capítulo 1: UN NUEVO COMIENZO

Soy Mária Galli, soy una chica de 18 años común y corriente, tenía una vida como la de las demás jóvenes, con sueños y metas, pero todo se fue al abismo cuando un día....

— Mária por favor no te regreses tarde hija — Me grita mi madre mientras me mira partir, cree que sigo siendo una niña.

Y si lo era, porque era muy ingenua.

Le dije a mi madre que iría a ver a una amiga, lo que no sabía era que iba a ver a mi amado, Joshua.

— Mária creo que ya es muy tarde, mira, el sol ya casi no deja ver su luz, deberías irte. — Mi novio me lo dice mientras me da un beso en la frente.

— Está bien amor mío, nos vemos mañana. — Me acerco a él y le doy un beso en sus labios.

— Hasta luego amor mío. — Y sin más que decir me fui.

Iba caminando por un camino algo solitario, la luz de la luna no era suficiente para alumbrar el camino y el frío de la noche hacía que mi cuerpo temblara, pero todo se volvió oscuro, y lo único que recuerdo es un pañuelo en mi cara.

— Despierta, por favor, despierta, si no despiertas te despertarán a golpes. — Una voz me llama, pero no logro reconocer quien es. — Despierta. — Siento como me estremecen con mucha fuerza.

— Que sucede, ¿Por qué me estremeces así? ¿Y tú quién eres? — Una chica de unos 28 años está al frente mío, su cara y su ropa están muy sucias, pero es que no me había visto yo.

— Soy Alessandra....— La chica fue interrumpida por un fuerte golpe.

Entraron unos hombres, con espadas y escudos, y entre ellos un hombre bien vestido, aún no había captado el lugar en donde estaba.

— Esa. — Me señala a mí y sale, mientras que sus hombres me toman de los brazos y me arrastran.

— Esperen, SUELTENME, POR FAVOR, SUELTENMEEEEEEE, AYUDAAAAAAA. — Aparecieron mis ganas de llorar, que está sucediendo.

— No llores esclava, deberías estar feliz, fuiste escogida para ser concubina de su majestad el Sultán Alí Ahmed. — Me dice un soldado con cara ruda.

— ¿Una qué? — Ahora todo tiene sentido, fui secuestrada y vendida, no puede ser.

En ese momento empecé a llorar más, mi madre, mi padre, mis hermanos, Joshua, todo lo perdí, ni siquiera sabía en qué región estaba.

Los soldados me montaron en una carrosa grande y empezó mi viaje junto con otras 10 jóvenes de mi edad, solo que eran un poco mayores que yo, creo que era la menor de todas. El viaje duró aproximadamente 4 días por tierra y un día por mar, y esos días los sufrí; nos trataban como les daba la gana, nos golpeaban, y nos maltrataban, hasta que llegamos al gran palacio del Sultán Alí Ahmed. El palacio era muy grande, jamás había visto algo tan hermoso como esto.

Nos llevaron a todas a unas duchas, en donde otras 10 chicas se estaban duchando. Luego de asearnos nos vestimos con la ropa que nos dieron y nos dirigimos para el Harem del Sultán, en donde nos explicaron todas las normas y reglas del harem y del palacio en general, pero eso no lo necesitaba, porque no iba a durar mucho aquí, de eso me iba a encargar.

Fueron varios los intentos fallidos de escape, siempre me atrapaban, hasta que un día....

— Vamos Mária, tu puedes. — Me digo a mi misma mientras intento no caerme del muro al que me estoy subiendo.

— Creo que eso no va a funcionar. — Una voz de hombre hace que pare un momento y voltee a ver quién me habla.

— Con todo respeto señor, no se meta en donde no le importa. — Y sin más que decir, sigo en lo mío.