Ojos De Fuego

velo carmesí (4)

El fatídico día llegó, ya era la mañana y splendont se tomó el tiempo en el desayuno para mostrarle a nutty unos hermosos cristales que había encontrado en un área glaciar, entonces el peliverde comentó lo sabrosos que se veían lo que le dio la claridad suficiente al pelirrojo para acultarlos y evitar una pronta tragedia.

Llegó la tarde, almorzaron juntos y para cuando nutty se estaba alistando para trabajar splendont tuvo un presentimiento perforando en lo más profundo de su cerebro, por alguna razón se vio en la necesidad de acercarse al chico y despedirse adecuadamente.

Lo abrazó por detrás restregando su rostro contra el pelo verde azucarado- llámame si necesitas algo-.

Nutty- ohhh ¿te preocupa que pase algo malo? ¡solo es una pequeña convención chico tofi!-.

Hizo un sonido de molestia y gruñó por lo bajo- lo digo enserio, si ves algo raro o es muy tarde llámame y saldré a buscarte- nutty siendo un poco más comprensivo por lo que acarició sus manos con calma- ¿enserio saldrías a buscarme? ¿Inclusive con el riesgo de ser visto? Eso es muuuuy dulce- rió alegremente apretando los brazos de splendont.

Splendont- bueno si, porque no lo haría...- no tuvo tiempo de seguir hablando cuando el peliverde le rascó la cabeza con profundo cariño.

Nutty- de cualquier forma ¿Por qué te preocupa tanto? Quiero decir ¡claro te llamaré! Pero...¿Qué te asusta? Nunca te había importado tanto que me pase algo-.

Splendont- no confío en splendid es todo- nutty hizo un sonido de aprobación y se dio la vuelta besándole la nariz- te llamaré si algo pasa y comeremos juntos cuando vuelva ¿si?- no fue una respuesta satisfactoria pero fue suficiente, por lo que sin más a lo que excusarse asintió y lo dejó ir.

Limpiaría la casa y robaría algo de dinero para la colegiatura de nutty.

En la noche

Splendont esperaba en la puerta pacientemente, ya había pasado de las 10, barrió la casa, hizo la cena, cuidó las plantas y aún no lograba calmar sus nervios.

Dio un par de vueltas y decidió que lo mejor que podía hacer era llamarlo.

Tecleó su número y espero, un bip, 2 bips, 4 bips y nada, intentó otra vez pero nada.

Llegó a la conclusión que había algo que no estaba bien, nutty jamás perdía sus llamadas y menos después de 2 intentos, odiaba lo que tendría que hacer más que todo porque se sentía como un perro, pero debía rastrear su aroma ya que no sabía donde era la convención.

Salió de la casa y voló lentamente reconociendo los aromas a su alrededor, conocía varios pero no logró detectar el de nutty hasta varias cuadras después que comenzó a volar con mayor urgencia.

Pudo detectar el olor de flaky en el mismo rastro del peliverde al igual que el de varios tree friends todos yendo a un mismo lugar.

Pero algo estaba tan mal en los aromas combinados que solo logro que su vuelo se acelerara hasta poder detectar algo desagradable en el fondo, algo que había olido más veces de las que cualquiera debería.
Carne chamuscada, vísceras enfriadas por las horas pasadas, la sangre con aquel olor a cobre tan pesado, todos los aromas se unían y era difícil detectar a quien correspondía cual.

Para cuando llegó al final del rastro vislumbró un coliseo de tamaño medio, no había fuego, ambulancias o vida al rededor.
Era tal la quietud que dudaba si en algún momento hubieron personas ahí.

Bajó al piso y caminó a la puerta tratando de ver en el interior pero no encontrando nada.

Entró y caminó por los corredores, los puestos con merchandising seguían en su lugar pero no había nadie en ellos, las hojas regadas y los pequeños broches con la molesta cara de splendid estampados en ellos le arrancaban una mueca disgustada.