El nuevo fichaje estrella del Manchester United ha llegado por fin, el defensa central top Lisandro Martínez consigue llegar al conjunto Red Devil con altas expectativas, y en compañía de su novia y hermana, pareciera que la vida le estuviera sonrie...
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Al día siguiente, el argentino tomó la dura decisión de terminar las cosas con su actual pareja. Le hizo una promesa a Mar de que finalizaría su relación con Agathe lo más pronto posible para poder retomar su romance y poder criar a sus hijos juntos. Lisandro estaba nervioso por cómo fuera a salir esta situación pero sus compañeros le lanzaron ánimos con respecto a la situación.
El terror invade al central cuando se abre la puerta de la casa pensado que era la neerlandesa llegando pero para su salvación era su hermana menor quien ingresa al hogar. Tina se fija que su hermano mayor estaba un poco pálido y decide preguntarle la razón de su gesto.
—Todo bien, hermano?
Lisandro traga saliva—. He tomado la decisión de terminar con Agathe para estar con Mar y nuestros hijos —responde.
Martina abre los ojos como plato ante la revelación—. Oh por Dios! No lo puedo creer! —dice pasmada—. Estoy asombrada por tu valentía.
Suelta un suspiro de tristeza— me siento terrible, Tina —confiesa—. No quiero lastimar sus sentimientos pero siento que ya lo estoy haciendo al estar de nuevo enamorado de Mar —dice cabizbajo.
La menor se acerca a sentarse frente al argentino— es obvio que tu amor por Mar revivió cuando se reencontraron y terminó de culminarse cuando consiste a sus hijos. Es normal que sientas aquello pues nunca la olvidaste. Agathe lo entenderá —la última frase la dijo sin estar tan segura.
—Eso espero...
Se produce una pausa hasta que Tina vuelve a hablar preguntando lo sucedido de ayer. Lisandro le relata todo sin dejar ni un detalle fuera—. Me sorprende que Mar haya dejado su orgullo a un lado pues que yo recuerde se resistió a tus encantos cuando eran adolescentes —dice entre risas.
El futbolista se sonroja— es una de las cosas que adoro de Mar, no es una chica que se deja convencer tan fácilmente —revela.
Justo en ese momento, la neerlandesa llega a la casa anunciando su entrada haciendo que los hermanos se lancen unas miradas nerviosas. La argentina se levanta para no interrumpir los planes de su hermano—. Nomás pasaba por unas cosas y me voy de nuevo —avisa.
—A dónde vas? —cuestiona Licha.
Tina duda de su respuesta— iré a verme con una amiga del trabajo... —dice no tan convencida y se va antes de que el mayor la interrogue más.
Agathe se sienta a lado de su amado dándole un beso en la mejilla— cómo te fue en el entreno, amor? —inicia una conversación.
El rostro de Lisandro se convierte en un gesto de seriedad— Agathe, tengo que hablar acerca de nosotros —dice rápidamente.
La castaña se pone tensa al imaginarse hacia dónde iba esta conversación. Por lo que se levanta de golpe indignada— terminas conmigo por la mexicana, cierto? —le roba la razón.
Lisandro queda sorprendido por la deducción acertada—. Agathe, yo...
—No te puedo creer! —dice desesperada—. Acaso estos tres años no te importaron? Es verdad que nunca lograste olvidar a Marlene...? —desea saber.
No deseaba lastimar más a Agathe— lo siento, Agathe —se limita a decir.
Camina en círculos— aunque no lo quieras ver, ella logró manipularte con esos mellizos —intenta recuperarlo con una excusa.
Aquello hizo molestar a Lisandro, no podía creer que la neerlandesa haya dicho eso acerca de sus hijos y de Mar—. Qué dices?! Cómo es posible que pienses eso!!
—Es lo más obvio! Esta situación de que conocieras a tus hijos y te reencontraras con ella no es mera coincidencia. Sigo sin confiar en la mexicana, algo busca de ti.
—Sabes algo? Estaba preocupado que esta noticia te fuera a afectar y tenía miedo de herir tus sentimientos, pero veo que mi hermana tenía razón, tú nomás estás conmigo por interés propio —se atreve a comentar.
Agathe se siente ofendida— eres increíble! Sabes qué? Haz lo que quieras, regresa con ella, quédate con tus hijos. Pero ya te lo digo, esto me da mala espina —finaliza y con ello sale de la casa dando un portazo.
💠💠💠
Vianey Smith y Scott McTominay salieron a cenar en uno de los restaurantes más exclusivos de la ciudad de Manchester. La ocasión era que celebraban su aniversario de matrimonio al cumplir 3 años de estar casados no obstante, la rubia escondía una sorpresa que sabía que pondría demasiado feliz al escocés.
Ambos compartían una comida muy deliciosa y cuando finalizan con ello, Scott pide una botella de vino como cierre, sin embargo, Vianey le pidió que no se molestara haciendo que el atleta se sorprendiera ante la petición de su amada.
—Sucede algo, amor? —desea Scott saber.
Vianey baja la mirada sonrojada— es que te tengo una noticia que te va a gustar —inicia buscando en su bolso la prueba de embarazo positiva revelando que están a la espera de un hijo.
No obstante, cuando la rubia alza la mirada se fija que la famosa Agathe Nouwen estaba sentada en la mesa que daba justo enfrente de ellos con una figura masculina dando la espalda sin poder distinguir de quien se trataba. De lo que si se pudo dar cuenta es que a la neerlandesa se le veía muy contenta en compañía y su vista reflejaba que conocía de ese individuo por bastante tiempo.
Ante esto, la escocesa comenzó a sospechar de ella aún más pues habían pasado dos días desde la ruptura que tuvo con Lisandro Martinez. A los pocos minutos, el hombre extiende su mano para que Agathe la tome con cierto cariño con sus mejillas un poco rojas.
—Qué mierdas...? —se le escapa decir a Vianey.
Scott se extraña por las palabras de su esposa— está todo bien...? —se gira para saber a quien miraba Vianey dándose cuenta que Agathe estaba por detrás suyo— Ah ya veo.
—Crees que haya engañado a Lisandro todo este tiempo y ahora que terminó con ella puede dar a luz su amante? —especula la rubia en voz baja.
—No lo sé —responde Scott.
—No me sorprendería su fuerte verdad —comenta Vian— al cabo que era ella quien siempre se comportó muy obsesiva y tóxica con el pobre argentino.
—Crees que debamos decirle a Licha? —pregunta el mediocampista.
Vianey suelta un suspiro— ya no importa. Los dos ya no están juntos y no creo que afecte a Martínez al nunca estar enamorado de esa.
—Tienes razón, amor —acierta Scott—. Qué me ibas a decir? —regresa a la sorpresa de su esposa.
