Después de trasladarse al departamento de su amigo Oliver, en una nueva ciudad para encontrar oportunidades de trabajo, Erika Vonnet, una alfa de 24 años, se ve envuelta en pleitos al aceptar una recomendación para trabajar en 𝙂𝙀𝙉 𝙈𝙚𝙙𝙞𝙖, una...
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Su celo llegó más pronto de lo que imaginé...
Rellenando el pequeño vaso de café, su mente la dominaban recuerdos del celo de su mejor amigo llamando su nombre y con una expresión que le avergonzaba recordar.
Realmente no siento que quiera regresar aún...
Su dedo se detuvo de seguir presionando el botón para que el liquido siguiese saliendo, quedando pensativa.
¡Ah... Mierda! La culpa se apodera de mí.
D-Debería al menos llamarlo...
Saco su teléfono rápidamente dejando de lado el café, y busco entre sus contactos, pero de lleno volvió a detenerse ansiosa cuando estaba a punto de marcar.
P-pero...
Las frases de Oliver resonaron en su cabeza.
"...Casi follamos una vez..."
"Tengo a una alfa aquí."
"Creí que solo me necesitabas a mí."
Realmente no quiero molestarlo.
"Ah- Achú!"
Un enrojecimiento en su nariz ya le hacía notar.
"Ah, ¿De verdad me enferme?" -Dijo la chica pensando en voz alta.
"¿Enserio?"
Una voz masculina apareció a sus espaldas, asustándola por completo y dándose la vuelta dejando salir un chillido.
"Llegaste temprano."
"Agh... Bueno ya vé, jaja... Buenos días, j-jefe."
Que susto...
"Si seguirás llegando temprano asegúrate de traer un suéter, ha estado haciendo algo de frio."
Ello le hizo levantar las cejas con un breve rubor presente, "S-si."
Dante sacó un pequeño pañuelo de su bolsillo y lo acerco a la nariz de Erika, apretándola y limpiándola. Esto la sacó de su quicio de mariposas en el estómago y frunció las cejas al sentir el apretón.
¡¡Que fuerza...!!
Una gota se formo en la esquina de su parpado por el dolor.
"Y ahora... no traes cubrebocas."
Saltó sorprendida-, Mierda, estaba tan apurada en irme que lo olvide en casa.
"G-Gracias, le conseguiré un pañuelo nuevo."
La mujer agarro el pequeño pañuelo ayudándose a si misma a seguir limpiando su nariz, Dante cubrió sus manos en los bolsillos de su pantalón y la miro.