¿ᴀᴍᴏʀ ᴏ ᴘʟᴀᴛᴀ? - Iᴠᴀ́ɴ Aʀᴄʜɪᴠᴀʟᴅᴏ (terminada)

19

Povs Krisstel
"Súbete a la camioneta Krisstel, ahora no me importa si tú quieres ir o no, te subes tu o te subo yo."

El viento volaba mi cabello, y el olor a campo inundaba mi nariz, solo éramos yo y el en la carretera rumbo al rancho a la salida de Culiacán.

Su mano se encontraba sobre la mía, y la otra sobre el volante, se veía tan guapo, ese perfil tan perfecto.

El sol se está metiendo y la carretera se encuentra perfectamente sola, Iván baja la velocidad y sale un poco de la carretera hacia un costado entrando en algún ¿Terreno?

Ivan reacomoda su postura y detiene el auto, toma su celular y busca ¿Alguna canción? De fondo se empezó a escuchar "Con olor a hierba" de Sergio Vega.

Mire a los ojos a Iván y supe lo que pasaría, levanté el pequeño maletero que nos dividía en aquella camioneta  quedando a  horcadas sobre las piernas de Iván.

Povs Iván

Krisstel  movía hacia adelante y hacia atrás sus caderas haciendo que mi temperatura aumentará mil veces más rápido. Yo sujetando su cintura haciendo que nuestros cuerpos estuvieran más unidos.

Krisstel gemía como loca, sus sentones eran cada vez más rápidos y fuertes, yo sentía que con cada uno de ellos me mandaba cinco segundos con San Pedro, y me traía de regreso.

Decidí cambiarla de posición, ahora ella se encuentra con la cara contra el asiento quedando en cuatro ante mi.

Introduzco mi pene en su vagina, metiendo y sacándolo una y otra vez, me inclino hacia su cuello  comienzo a morderlo, besarlo y dar mis pequeños gemidos en el.

Krisstel: ¿Puedes quitarte el preservativo? Quiero sentirte de verdad, quiero tener contacto piel a piel.

Senti como mi pene se volvía más duro, debido a la excitación que sentía al escuchar a aquella princesita caprichosa decir algo tan caliente.

Accedí a los caprichos de Krisstel, saque el preservativo rápido de mi, y volví a meterlo en ella. Se sentía tan mojada, su vagina estaba hirviendo por dentro, mojada, apretada y caliente ¿Que más le puedo pedir a la vida en este momento?

Sentí como mi pene vibraba cada vez más, hago un movimiento rápido, ahora Krisstel ya se encontraba de nuevo dando brincos sobre mi, mis manos se apegaron tanto a su cintura que no querían soltarla.

Los ojos de Krisstel se volvían blancos, debido a la excitación, los vidrios de la camioneta se empañaron, los dos estábamos empapados en sudor, sentí como sus  caderas hacían un movimiento extraño, ¿Temblaba?

Krisstel: Iván creo que ya voy a llegar... ¡Ivan!  Se siente tan bien estar encima de ti, no me quites las manos nunca de la cintura,  ¡se siente tan bien!

¿Quieres que acabe dentro corazón? ¿Quieres que te llene de placer?  Siento como que ya voy a acabar princesa, necesito que te apures con esa decisión o deja de dar esos brincos que hacen que me ponga más duro.

Krisstel se detiene solo para decirme:

Krisstel: hazme lo que a tu cuerpo, le llenaría de placer...

Krisstel solo continuo moviendo hacia adelante y hacia atrás sus caderas, yo lamía una y mordía una y otra vez sus pezones, sentía como Krisstel se iba y volvía.

Un solo movimiento me basto, y fue que frote con la yema de mis dedos su clítoris haciendo que mi estómago quedará empapado de aquella lluvia de placer. A lo cual yo continúe hasta terminar en ella y llenarla de mis pequeños retoños.

La música que se reproducía en el estéreo de la camioneta tenía una letra que concordaba con lo que acababa de pasar:

"No te salgas de mis brazos
Sigue echada, así, en la hierba
Quiero andarte paso a paso
Recorrerte como hiedra

Quiero que nos confundamos
Con el campo y con la tierra
Como espiga y como árbol
Como rama y hoja seca

Cuando el sol se esté ocultando
Y en tus ojos brillen las estrellas
Y en mi espalda sienta el frío
De la oscura noche que se acerca

Yo te soltaré despacio
De mis brazos ya sin fuerzas"

Con olor a hierba— Sergio Vega

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Sin meta💓