Capítulo 7: De nuevo tú.

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Después de despedirme de Diego y desearle un buen día, llamé a Laura. Tenía que contarle que me iba a casar.

-¿Sí? –contestó con voz de dormida.

-¿Te he despertado?

-Sí... ¿Qué hora es?

-Son las ocho, dormilona –dije burlándome de ella –Y tengo noticias importantes.

-¿Qué ha pasado? –su voz ya sonaba más normal.

-Voy a casarme.

Después de darle la noticia la invité a mi casa para contarle con detalle. Por supuesto llegó deprisa y con ansias de saber más.

-¿Pero cómo fue? ¿Dónde? ¿Cuándo? –no me soltaba la mano con el anillo –Por dios, ¿es de verdad ese enorme diamante?

-No lo sé, imagino –y las dos reímos.

Le conté con detalle todo y ella parecía más emocionada que yo.

-El lunes en el colegio van a flipar tus compañeras cuando vean el diamante.

-¿Tú crees?

-Claro, todos te van a preguntar para que les cuentes.

Y así fue. El lunes al llegar al colegio fui a la sala de profesores a soltar mis cosas y saludar a mis compañeros.

-Buenos días.

-Buenos días -dijeron todos.

-No me lo puedo creer –mi amiga Marta abrió los ojos de par en par y se acercó a mí con la boca abierta -¿Y ese anillo?

-Voy a casarme –dije mostrando el anillo con una sonrisa.

-Felicidades –dijeron.

-¿Pero cómo ha sido? –quiso saber Marta –Cuenta todo con detalles.

Cuando quise darme cuenta estaban todos esperando a que contara la historia. Así que lo resumí un poco.

-¡Qué romántico!

-Yo quiero a alguien así para mí.

Mientras todos reíamos entró el director del colegio.

-Buenos días a todos –nos saludó formalmente –Cómo ya sabéis, Rebeca está embarazada y ya tiene 6 meses de embarazo. Ha tenido un pequeño accidente, pero tranquilos, está bien ella y su bebé. Sólo que ahora debe guardar reposo hasta el parto. Así que este año tendremos a un profesor sustituto mientras ella tiene a su bebé y se toma un tiempo para descansar y estar con su familia.

-Vaya.

-Ya quiero conocer ya a su bebé –dijo Marta emocionada.

El director se despidió y todos volvimos a lo nuestro. Solté mis cosas, cogí mi carpeta y me fui a mi clase a ver a mis niños.

La mañana pasó como siempre. Algún llanto, algún susto, alguna caída... Pero nada que un abrazo no solucionara.

A la hora del desayuno los pequeños salieron corriendo para jugar y comer. Yo fui a la sala de profesores a soltar mi carpeta. Al llegar vi a Marta hablando con un hombre que estaba de espaldas a mí. Imaginé que sería el nuevo profesor, así que me acerqué a saludar y darle la bienvenida.

-Hola Marta –dije al llegar.

El hombre se volvió y le vi la cara. Era él. Estaba un poco cambiado, habían pasado 5 años, pero era él. Reconocería esa cara, ese pelo, esos ojos, esos labios....

-¿Sara? –parecía sorprendido.

-¿Pablo?

-¿Os conocéis? –preguntó Marta.

Mi profesorWhere stories live. Discover now