Capítulo 18: Juntos, por fin.

212 8 14
                                    

-¿Embarazada?

-Sí... -no sabía si su expresión era de alegría o de confusión –Al volver a mi casa empecé a encontrarme mal, con nauseas y mareos, y volví al médico –le expliqué –Me hicieron una prueba de embarazo y dio positivo.

-Vamos a tener un bebé.

-Sí...

-¿Qué es? ¿Niño o niña? –me cogió de las manos, parecía ilusionado.

-No lo sé, aún es pronto para saberlo. Estoy de dos semanas.

-Cierto, aún es pronto –parecía nervioso -¿Quieres tenerlo, verdad?

-Claro que quiero tenerlo. Si tú no quieres formar parte de su vida, lo entiendo pero yo...

-¿Por qué no voy a querer formar parte de su vida? –se sorprendió –Es mi bebé, ¿no?

-Eres el padre, claro que sí. ¿Tienes dudas?

Por un momento, sentí un dolor en mi pecho. ¿Por qué desconfiaba de mí? Vale, estaba prometida con Diego
cuando nos acostamos juntos. Era comprensible que pudiera tener dudas. Él no sabía que, entre Diego y yo, hacía tiempo que no teníamos intimidad.

-No es eso, pero tú estabas con...

-Podemos hacer una prueba de ADN si así te sientes más tranquilo –lo interrumpí –Yo estoy segura que eres el padre, pero por mí no hay problema.

-No hace falta. No desconfío de ti. Sólo estoy algo nervioso. Pensaba que me ibas a pedir que no me acercara a ti o algo así y me sales con que vamos a tener un bebé. Por supuesto que quiero formar parte de la vida de nuestro bebé. Por dios. ¡Voy a ser padre!

-Me alegro que pienses así. –se acercó a mí y me besó.

Después de repetir varias veces que iba a ser papá, que casi toda la cafetería se enteró y nos felicitaron, le pedí volver por mi coche. Llegamos al aparcamiento y me bajé.

-Sara, ¿cómo lo vamos a hacer? –dijo bajándose del coche.

Me tomó de sorpresa esa pregunta. No lo había pensado.

-¿Hacer el qué?

-Me gustaría que lo volviéramos a intentar.

-¿A qué te refieres? –se acercó a mí y me besó.

-Me gustaría que el bebé naciera con su papá y su mamá juntos.

-¿Me estás pidiendo que sea tu novia? –sonreí.

-Empecemos siendo novios, si así lo quieres. Pero no descartes que quiera más que eso.

-No quiero que te sientas presionado, pensando que hay un bebé de por medio y debes estar conmigo... -puso su dedo encima de mis labios, callándome.

-No digas eso. Quiero estar contigo porque te amo –volvió a besarme –Nunca he dejado de amarte.

-Yo también te amo –le devolví el beso.

Y ese fue el principio de una nueva historia en mi vida.

Juntos, por fin. Mi profesor y yo.

___

Desde que empecé ésta historia, tenía muy claro lo que quería que pasara en ella. Quería un final abierto, para poder escribir una segunda parte, aunque con un título diferente. A estas alturas de la historia ya no tiene mucho sentido que se siga llamando "Mi profesor", cuando ya no lo es. Ha pasado mucho tiempo y muchas cosas en la historia.
Estoy empezando a escribir, me disculpos por los fallos que he podido cometer.
Me gustaría saber qué te pareció la historia y si querrías seguir leyendo la continuación. (Debo decir que tengo ideas en mi cabeza, pero aún no he comenzado a escribirlas)
Muchas gracias por leer.

Mi profesorWhere stories live. Discover now