Flores

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Recostada en el suave pasto mientras era rodeada por varias flores de distintos colores, admiraba el hermoso cielo azul quien era acompañado de sus amigas las nubes, que parecían suaves y esponjosas.

Un suspiro de calma salió de sus labios, aquellos momentos de paz eran los que más apreciaba luego de un día ajetreado.

Estiró ambos brazos al cielo, como en un intento de tocarlo y sentir la suavidad de las nubes, pero vio que sus brazos traían vendas, al igual que sus manos. Abrió y cerró las manos, no sentía dolor alguno y no recordaba haberlas vendado, se incorporó en su lugar, sintió más vendas alrededor de su torso bajo la tena de su camiseta, se tocó su cuello, también vendado al igual que sus piernas y pies.

"Que fue lo que me pasó?" Se estuvo preguntando mientras se ponía de pie, observo a su alrededor, era un campo de flores que no parecía tener un final, detrás suya se encontraba un gran árbol lleno de manzanas, las cuales ya estaban maduras y listas para ser cosechadas.

Sintió hambre aún que no lo tuviera e intento escalar para alcanzar algunas que estaban más abajo, llego a colgarse de una rama y estiró su mano para tomar una manzana grande que tenía al frente.

Logrando tenerla en su mano, la foto para poder arrancarla de la rama, cuando lo hizo, la misma en donde se sostenía se rompió, no habia notado cual alto se volvió el árbol, pero tampoco tenía miedo de caer y golpearse contra el suelo.

Después de todo trepar y caer son cosas que la vida suele hacer.

Aún que para su confusión, nunca llego a tocar el suelo, unos brazos la habían atrapado y tomarla con firmeza para asegurarse de que no volviera a caer. Ella levantó la vista, encontrándose con el rostro tranquilo de Philza, quien se encontraba elevado en el aire gracias a sus alas.

Descendió lentamente para tocar suelo "te encuentras bien?" Le pregunto mientras procedía a sentarse contra el tronco del manzano mientras la acomodaba en sus piernas y cubría con sus alas. Ella asintió y se recostó contra el pecho del cuervo mayor mientras jugaba con la manzana que aún tenía en sus manos.  

"Me preocupaste cuando no te vi en casa" le dijo mientras la abrazaba con cariño "dime, tus heridas ya no duelen? Debes tener cuidado, aún si subiste el árbol sin problema, no me perdonaría si te pasaba algo si te golpeabas contra el suelo" hablo con una voz tranquila, llena de cariño y preocupación.

"Estoy bien, en realidad, estoy mejor ahora que estás aquí" le respondió feliz para luego darle un mordisco a la manzana y disfrutar de su dulce sabor.

Pronto el escenario cambio, estaba dentro de una casa, delante suya había una chimenea, la estaba encendida y desprendía un calor agradable.

"Dime, ya no sientes frío?" Le pregunto otra voz que no era la de Philza pero igual era conocida, levantó la mirada y vio a Sapo-peta, quien la abrazaba mientras cubría a ambos con una cobija que impedía que el frío entra en contacto con ambos cuerpos.

"Ya no, tus abrazos siempre fueron cálidos Sapo-peta" respondió con cariño.
Ahora que se daba cuenta, todo lo que decia o hacía, era sin pensar, como si estuvieran en modo automático. Sapo-peta tomo la mano en donde ella tenía la manzana y le dio un mordisco para también saborearla.

Ella miro al rededor de dónde ambos estaban, por una ventana vio que estaba nevando fuerte, por lo que era entendible que le preguntará si tenía frío o no, miro arriba de la chimenea, un lindo jarrón con unas flores similares a las del campo de antes, se encontraban en agua, las cuales también parece disfrutar del calor de ambiente.

De la nada el sueño le había entrado y se acomodo mejor entre el abrazó del semi-dios para dormir un poco.

Dos personas distintas, dos escenarios totalmente opuestos, las mismas y hermosas flores presente, un abrazo cargado de cariño y protección, y un sentimiento creciente de amor pero al mismo tiempo lleno de confusión.

El sonido fuerte de un rayo retumbando contra el suelo, hizo que T/N se despertara y cayera del sillón en donde se encontraba descansando.

Philza: segura que estás bien? Parece que no dormiste bien anoche.

Le pregunto preocupado el cuervo mayor a la chica lobo, quien portaba un rostro de cansancio.

Ayer anoche le invito a Philza a quedarse en su casa apenas vio que estaba lloviendo, este le rechazo la propuesta pero ella insistió como una forma de agradecerle por acompañarla a su hogar.

Luego de una cena preparada por ambos, T/N le ofreció la habitación que Tommy y Tubbo habían compartido cuando estos quedaron fuera de juego luego de tomar del vino de Luzu.
Philza le agradeció la hospitalidad y se dieron las buenas noches, pero ella se quedó un tiempo despierta por tener que acomodar su sala de cobres que se encontraba bajo su casa.

Sin ganas de volver a subir las escaleras para dormir en su habitación, se decidió por dormir en el sofá, lo cual duro unas horas después de escuchar el estruendo de la tormenta.

T/n: no se preocupe señor Philza Minecraft, e estado ocupada organizando algunas cosas.

Philza: sueles quedarte tan tarde siempre?

T/n: no siempre, rara vez duermo, nosotros los héroes estamos mayormente despiertos consiguiendo recursos y mejoras por si nos dan alguna misión.

Philza: eso no es saludable.

T/n: tal vez usted sea el "dios de la muerte" pero no puede opinar si no es un héroe de Karmaland, nosotros fuimos elegidos para sacrificarnos por el pueblo y vale la pena si al final somos recompensados por los mismos dioses.

Philza quedó en silencio luego de esa respuesta, por Merlon ya sabía que ella y Quackity fueron elegidos para proteger el pueblo luego de morir, pero le preocupaba que el tomarse enserio lo de ser un héroe le pase factura a futuro a T/N.

Y tenía razón, él era un dios, ella era una mortal quien fue bendecida por los suyos para cumplir su misión principal.

Un dios nunca duerme, no es una necesidad para ellos pero para los mortales el no dormir puede ser peligroso, es peor que una maldición.

T/n: señor Philza Minecraft, no se quede atrás.

Philza: sabes que puedes decirme Phil, no hace falta tanta formalidad.

T/n: bueno, no somos tan cercanos para dirigirme a usted de manera no formal.

Auch. Eso le dolió a su corazón.

Ahora veía que le iba a costar.

Entre Dioses y Mortales Donde viven las historias. Descúbrelo ahora