Al llegar a casa, cansada y con prisas de ver a tu hermana, subes hasta tu departamento y entras con prisa. Las luces están apagadas, no hay sonido más que el de tus pasos al caminar a su habitación.
Ahí le ves, echada en cama y con los muebles acomodados de distinta manera.
- ¿Lucy?
No decir nada
1.- - ¿Uh?- Te responde desde su cama.
- ¿Te encuentras bien?
- Sí, es solo que, acomodé mi habitación por si algo sucedía, quiero decir, si escuchaba a alguien entrar podría salir más fácil de aquí.
Suspiras, tu hermana parece estar muy angustiada en estos momentos.- Ya estoy aquí, no tienes de qué preocuparte, Lucy.
- Lo sé.- Responde sin ganas.- Voy a dormir, cierras la puerta con seguro por favor.
- Claro, estaré aquí si me necesitas.
2.- Cierras la puerta con seguro y la dejas descansar.
...
Te diriges a la cocina, es mejor alistarte para cuando haya algún invitado en la casa. De igual forma, te sientes extraña, como si decirle a Lucy sobre el asesino no haya sido la mejor idea, ahora ella está con una personalidad apagada y la preocupación constante de que pueden hacerle algo.
Sigues pensando en eso mientras terminas tus tareas. Por tu cabeza se sumergen pensamientos de angustia por tu hermana y, a su vez, te preguntas si has tomado las mejores decisiones.
Esa noche la pasaste triste y sola en tu cama, con la idea de no estar tomando las mejores decisiones a causa del hecho traumante que has vivido. La mejor idea que puedes tener ahora es cerrar los ojos y olvidar los problemas.
Ir a dormir