Capítulo dos

347 50 46
                                    

Sachiko sirve un poco de huevos revueltos y unas tostadas en un plato, el cual coloca frente a su hijo, quien no ha dejado de bostezar desde que tomó asiento en el comedor.

—En serio, Light, ni tu papá ni yo estamos de acuerdo con ese trabajo —comenta ella, sentándose frente a él con su desayuno—. Deberías enfocarte solo en estudiar.

El castaño menea la cabeza, somnoliento. Ciertamente nunca les ha hecho falta nada, su padre ha cumplido bien el rol de hombre proveedor. Tal vez no han tenido lujos, pero sí lo necesario. Sin embargo, los años pesan y Soichiro ya no trabaja como antes, de hecho si por Light fuera, su papá ya no trabajaría más, pero solo con su salario no podrían costear todos los gastos de la casa.

—Sayu apenas va iniciando la universidad —le recuerda tras darle una mordida a la tostada. Todo lo relacionado con las universidades es demasiado costoso, prefiere costearse la suya para que su hermanita pueda enfocarse solo en estudiar—. Y Hablando de Sayu, intenté despertarla pero está knockout.

—Ayer se desveló haciendo un proyecto —Sachiko menea la cabeza, dándole un sorbo a su taza de café—. Ni siquiera me explico cómo es que tú estás despierto si has regresado pasadas las dos de la mañana. En serio, Light...

—¿Mamá, que te he dicho sobre esperarme despierta? —interrumpe— Además es la única materia que tengo temprano, no había más horarios disponibles, pero solo será por este semestre, ¿si?

Ella suspira. —Tú y tu padre son unos necios de primera.

Light sonríe, poniéndose de pie y abrazándola por detrás.

—Pero somos tus necios, ¿a qué sí? —le da un sonoro beso en la cabeza, apretujándola— Bueno quería felicitar a Sayu antes de irse pero creo que no hay poder humano que la despierte. —Dice, recogiendo su plato y llevándolo al lavatrastos.

—Pero vendrás temprano, ¿verdad? Pensamos partirle un pastel luego de la cena.

—¿Cómo voy a perderme el cumpleaños de mi hermana? —Camina de nuevo al comedor para tomar el bolsón que dejó en una de las sillas— Solo tengo que ir a dejar algo al bar pero estoy aquí para la cena.

—Ok, luego del desayuno iré al supermercado, aún no sé qué cocinar para la cena.

—¿Cocinar? —enarca una ceja, volviendo a acercarse a ella para darle un abrazo de despedida— No, señora, usted descanse. Hay que pedir de la pizza que siempre pedimos, ya sabes que tengo descuento ahí.

Sachiko sonríe y con un beso en la mejilla se despide de él.

oOo

Tal vez Light le mintió un poco a su progenitora, su paso por el bar no es precisamente para ir a dejar algunas cosas, pero prefirió esa pequeña mentira piadosa para no preocuparla. Teru le pidió que lo cubriera una parte de su jornada mientras él resuelve algunos pendientes; comparten la mayoría de los turnos y también algunas clases en la universidad, por lo que procuran echarse la mano cada que pueden, además solo será por un par de horas según le dijo, y él podrá volver para la hora de la cena tal y como lo prometió.

Debido a que a esta hora la afluencia de personas es aún poca, sus labores no se limitan a estar solo detrás de la barra, sino que debe hacerla también de mesero, cosa que no le molesta, o tal vez sí...

Está limpiando una mesa cuando de pronto ve a un tipo de tez pálida y cabello negro atravesando la puerta.

—Ay no... —Suspira al reconocer que se trata de uno de los gemelos que los visitó la noche anterior. De inmediato intenta localizar con la mirada a Misa para que sea ella quien lo atienda, pero no la ve por ninguna parte.

Juego de gemelosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora