Hechizo de amor pt 2

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No tenía idea de lo que estaba haciendo, pero debía llegar hasta el fondo de ese asunto.

Y ahí se encontraba colándose en aquella escuela preparatoria, pasando desapercibida entre un gran grupo de estudiantes.

Ultraviolenta se paró cerca de la entrada sin que nadie sospechara de ella, haber robado el uniforme de una antigua amiga que ya no asistía a clases había sido una buena idea.

Unos cinco minutos después de que se indicara la hora de clases alguien entrando por aquella puerta llamó su atención.

Era él.

Un chico alto, de complexión delgada, ojos marrones, cabello negro y tez clara.

Caminó tras él sin que se diera cuenta y lo siguió hasta su aula.

Por su apariencia debía ser un chico solitario, bastante bueno en clases, de carácter firme y seguro de sí mismo.

Lo siguió hasta llegar al salón donde pertenecía, el profesor de matemáticas lo miró seriamente antes de dejarlo pasar.

Vio por la ventana cómo tomaba asiento al lado de una chica de tez clara, de cabello rizado y ojos grises, esta última lo saludaba con una sonrisa de oreja a oreja y él le sonreía amablemente.

¿Por qué estaba molestándose con una escena como esa?

No tuvo tiempo de responder su propia pregunta cuando se dio cuenta que alguien se aproximaba, se alejó lo más rápido posible para pasar el resto del día evitando a cualquiera que intentara acercarse.

Lo último que necesitaba era que la confundieran con Violett y arruinar su reputación de buena conducta al estar fuera de clases todo el día.

🔥💜🔥

La hora del receso había llegado, ahora iba a ser más sencillo confundirse entre los estudiantes, era el momento de saber qué había entre su contraparte y ese chico.

Pronto divisó a Violett dirigirse a la cafetería y sin pensarlo la siguió.

Pero un par salió de la nada y se toparon frente a frente con ella.

-Hola, amiga Violeta -la saludó un chico alto de tez morena y con gafas.

-¿Qué te pasó? -preguntó otro chico que lo acompañaba, este un poco más bajo de altura- ¿Te desvelaste o qué? -dijo señalando sus ojeras y su cabello desordenado.

-¿Qué te importa? -pensó responder hasta que recordó que debía actuar como si se tratara de Violett.

-El examen de matemáticas es en unos días, necesito estudiar -respondió en su lugar.

-¿Examen? Pero apenas iniciamos el curso -cuestionó el que llevaba gafas.

Qué idiota, era cierto.

-Eh... ideas del maestro, luego les cuento mejor, tengo cosas qué hacer -respondió rápidamente alejándose.

Maldita sea, la habían visto y notaron su aspecto diferente a la que seguramente era su verdadera amiga.

No importaba, en ese momento el asunto era otro.

Llegó a la cafetería, y siendo mucho más sigilosa buscó a Violett con la mirada.

-¡Ajá! -pensó mientras la veía sentada junto a ese chico.

Otra vez esa sensación asquerosamente dulce se apoderó de ella.

No podía escuchar su conversación, pues estaba a una distancia razonable y las voces de los demás estudiantes no le ayudaban, pero por lo que veía, el sujeto tenía su mirada puesta en ella, provocando que sonriera tontamente.

Justo a la mesa de al lado un grupo de chicas los observaba también, entre ese montón estaba la chica que compartía curso con él.

¿De qué demonios se ríen?

Esas molestas risas le provocaban ganas de darle un golpe en la cara a cada una, y más fuerte sería el golpe si continuaban mirando a esos dos y formaban corazones con sus manos.

-¡Dejen de shippearlos! -gritaba internamente.

Pasó el resto de receso observando cada gesto que hacían, él era bastante carismático a gusto de Violett, sus ojos provocaban en ella una sensación que nunca antes había sentido.

Esa sensación solo horrorizaba a la de piel pálida.

No podía suceder otra vez.

Si se enamorara y él la rechaza, la destrozaría mucho peor que el primer amor no correspondido.

Si la aceptaba todo marcharía bien al principio, pero con el pasar del tiempo empeoraría, el tipo sentiría celos injustificadamente de cualquier chico que hable con ella y la culpabilizaría por cada detalle.

O podía ser peor, la traicionaría y le diría en su cara que todo este tiempo solo quiso acercarse a alguien más linda que ella.

Tenía qué evitar ese enamoramiento a toda costa antes de que fuera demasiado tarde.

Ultraviolenta realmente no quería hacer algo como eso después de todo lo que había pasado, pero recordarle y llenarle la cabeza de inseguridades era la única forma de impedir que cayera en los encantos de ese joven.

Que desde ese momento sería nombrado por ella misma como "Sorcerer".

Aunque eso signifique sacrificar su propia autoestima y estado de ánimo, no podía permitir que alguien rompiera su corazón una vez más, no iba a soportar otra caída.

La hora del receso terminó y vio a ambos despedirse, Violett sonrió mientras agitaba su mano, mientras que Sorcerer le devolvía el gesto con su típica mirada encantadora-

No, encantadora no, hechizante.

¿Qué estaba ocurriendo con ella?

Debía detener ese amor antes de que también se convierta en una víctima.

Nadie la haría doblegarse por un tonto sentimentalismo, y ahuyentaría a cuantos fueran necesarios para seguir siendo la cruel y vengativa Ultraviolenta. La criatura desalmada que arreglaría cada golpe que se le diera con la violencia y sed de venganza.

Y en este caso no iba a hacer una excepción.

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Saludos, espero les haya gustado, no olviden votar y comentar.

Bien, no tengo nada qué decir hoy, solo aquí tienen su capítulo y esta historia tal vez se alargue un poco en partes.

Ahora con su permiso, debo irme a quemarles la casa a los weyes que creyeron que el agua x fuego era un buen ship como para hacer una película de ambos elementos.

Y si tú eres de lxs que está a favor de ese ship y te gusta ver sufrir a lxs que estamos en contra ándate a chingar a otro lado ):<

(💜:NolehagascasoLilysabesqueteamoaunquenoshagaspasarcorajes-)

Bien, nos vemos *desaparece en medio de las llamas*

Ultraviolenta🔥

Ultravíolenta: Relatos del OrigenWhere stories live. Discover now