Capítulo 4

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Luego de la extensa conversación con la familia Tanaka para actualizarnos y de devorar la deliciosa cena que cocinó Robin, la madre de Jesse, siento como el cansancio comienza a apoderarse y a pesar sobre mis párpados y mis hombros ceden ante el relajo, haciendo que mi cuerpo adopte una postura encorvada.

- Por cierto, ¿Jesse te contó que recibí una llamada de María y Tommy?- Me pregunta Alex, dando una palmada a la mesa y alzando las cejas de forma emocionada. Sin dejarme hablar, continúa - Así es, pequeña Jane, estamos cada vez más cerca de Jackson-

- Eso es genial- sonrío con honestidad- Su hijo me ha intentado describir cómo ha podido como es el lugar. Realmente suena como un sueño- pensar en esa brisa de libertad golpeando mi rostro, pudiendo ver las montañas que describe Jesse, hacen que mis ojos se cristalicen.

- Y lo mejor de todo, es que es real y podré vivirlo y compartirlo con todos ustedes- dirige su mirada a cada uno de los que estamos sentados a la mesa, pasando por su esposa, sus hijos y luego a mí.

La emoción del señor Tanaka es tanta, que nos ha contagiado a todos. Hay una sonrisa esperanzadora en la cara de esta familia. Mi familia.

- Ya quiero poder tener una habitación solo para mí, un día de estos los pedos de Megan me matarán mientras duermo- suelta Akira, haciéndonos reír a todos.

- ¿Sí? Pues al menos yo no duermo con la luz encendida por miedo a las ficticias historias de terror del viejo mundo, mocosa- Se defiende Megan, cruzándose de brazos.

- ¿Cómo que ficticias? Jess me dijo que el chupacabras es real-

- Shh. Si, bueno. Yo también ansío llegar a Jackson pronto. Tener una cabaña, animales... Vivir una vida cowboy siempre ha sido mi sueño - El pelinegro vuelve rápido al tema anterior para que no lo regañen por asustar a su hermana pequeña.

- Y quien sabe... ya que hablamos de sueños, poder ver correr y jugar a mis futuros nietos-

No hace falta oír más, para que Jesse, Megan y yo nos atragantemos con el agua, luego de escuchar el gran y terrorífico sueño de Alex.

- Alex, no comiences. Solo son unos niños y así quiero que se mantengan por un largo tiempo- nos intenta defender Robin.

- Bueno, creo que me voy a la cama- Se levanta Megan de la mesa, dándole un beso de despedida en la mejilla a su padre y a su madre- ¿Vienes?- No hace falta que me lo pida dos veces, así que agradezco la cena y me levanto de la silla para seguirle el paso a mi amiga.

- Creo que con el comentario de tu padre se me ha quitado todo el sueño- Digo una vez alcanzo a la morena y comenzamos a subir la escalera en dirección a su habitación.

- Agh, lo mismo de siempre ¿Cuándo Jesse y Jane serán novios? - De escucharla decir eso, se me hiela la sangre.

Una vez fuera de la puerta de la habitación de Megan, escucho unos pasos rápidos subir por la escalera.

- Hey-

- Hey- Respondo, viendo a Jesse rascar su nuca, mientras Megan nos mira atenta, creo que intentando aguantar una risa por la cara de su hermano.

- Yo solo quería decirte que, bueno, si los pedos de Megan te dejan sin aliento, ya sabes, puedes dormir conmigo-

- Eres un idiota- Levanta la voz la chica tras de mí, pero ambos la ignoramos.

- Estaré bien- levanto mi pulgar en señal de confirmación- ya me he acostumbrado-

- Al parecer la idiotez se contagia en esta maldita casa- Jesse y yo reímos. Uno de nuestros pasatiempos favoritos es molestar a Megan, pero no es nuestra culpa que se enoje de forma graciosa- ven, tu y yo debemos hablar- La molesta chica me toma por el brazo y me hala a su habitación, sin dejarme despedir.

Sweet, brave and worthy- Ellie Williams +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora