3. Perras Envidiosas

151 26 4
                                    

Tengo las uñas en carne viva de tanto morderlas. Sabía que no era buena idea ir a la playa y no porque a pesar de usar crema, me haya achicharrado viva, sino porque voy a suspender.

–Deja de morderte las uñas, me estás poniendo de los nervios. –Gruñe Javi dándome un golpe en la mano.

Javi es uno de mis compañeros de clase; ese que no para de repetirme que le presente a Álex a pesar de responderle mil veces que tiene novio. Dentro de que sea un poco plasta, es buen chico. Y muy listo. Me ha ayudado tanto en el primer cuatri, que le he prometido cocinarle un día espaguetis a la carbonara y yo ODIO cocinar.

–No puedo parar, es una adicción.

Me quita la mano de la boca y me mira fijamente con sus ojos azules a través del flequillo que le cae sobre la cara.

–Si sigues mordiente las uñas, te voy a cortar la mano para que dejes de hacerlo y no me voy a arrepentir ni un solo segundo de ello.

–Podrías animarme.

–¿Me ves cara de llevar pompones?

A veces puede ser un poco cínico, pero os aseguro que es buena persona. El profesor de Constitucional empieza a nombrarnos para que uno a uno vayamos entrando. Como siempre, al entrar, espero a Javi para sentarnos lo más juntos posible, ya que él es Rueda y yo Rubio.

–Relájate, Ruby, vas a aprobar. Estoy seguro. Eres una chica lista. –Susurra cuando entra en la clase y ve mi cara de preocupación. Os dije que era buena persona aunque se esfuerce en esconderlo.

–Gracias. Si es verdad, te compraré unos pompones.

Entro en casa como un resorte y me lanzo al sofá donde está Álex sentada viendo una película de Marvel, para variar.

–¡Al fin! –Suspiro quitándome los zapatos. –Ya da igual si he suspendido, aprobado o si hay una invasión extraterrestre, porque he terminado todos y cada uno de los malditos exámenes.

–Genial, así puedes organizar mi cumpleaños, que a mí me da pereza.

–¿Y lo tengo que organizar yo porque...

–Porque eres mi amiga, es lo que hacen las amigas, ¿no?

–¿Por qué tienes tanto morro? –Pregunto cruzándome de brazos.

–Hay que echarle cara a la vida, Ruby... Y si cuela, ¿qué? Podría ser tu regalo de cumpleaños, lo material me da igual. Si necesito algo, simplemente voy a tu habitación y te lo quito, pero... ¿Organizar una fiesta? Preferiría arrancarme la cara. –Coge un dorito y se lo mete en la boca sin siquiera devolverme la mirada. Está concentrada viendo como Capitán América corta leña.

–¿Cómo que me quitas cosas? –Pregunto abriendo los ojos de par en par.

–Tranquila, las bragas no. –Hace un gesto de desinterés como si quitarme el resto de cosas, fuese normal.

–¡Alexia Villanueva!

–¿Qué? Sólo te quito camisetas, maquillaje o colonia. –Entonces, observo que la camiseta que lleva es mía y abro la boca tanto que casi me toca el suelo.

–¿Cómo osas? ¡Pienso poner candado en la habitación!

–¡¿Por qué?! ¡No puedes hacerme eso! –Es la primera vez que me mira desde que he llegado y un halo de dramatismo, le rodea. –No lo hago porque quiera, lo hago porque te considero como una hermana.

–Tu-tu... ¿Hermana? ¿Me consideras tu hermana?

De manera inconsciente pienso que si estuviera con Noah, realmente seríamos hermanas. Pero prefiero no pensar en ello, porque quizás sería mi hermana, pero dejaría de ser mi amiga.

SI NADIE SE ENTERA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora