Entendimiento II

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—Pssst...—. Escuché el sonido de algo/alguien susurrando detrás de los frondosos (árboles)
—q-quien anda-da da ahí? —Dije con mi voz entrecortada y notablemente nervioso. —no es gracioso, Ho-hola? —Alumbro con la linterna otra vez todo mi alrededor— Otra vez no hay nada...
Solo arbustos hojas, piedras ramas y tierra, el asfalto húmedo con olor a tierra y madera medianamente fuerte

puedo ver varios troncos de los arboles moverse y el sonido de las hojas, una brisa comienza y el cielo casi que lo veía rojo carmesí pero era mi imaginación.

—La brisa leve se comenzó a arreciar y de repente de refrescante pasó a ser turbulento—. La luna no se miraba todavía en lo alto del cielo, eran casi las nueve de la noche y yo estaba en medio de la carretera más desolada que había visto—.

Estaba tan desconcertado de lo que pasaba que no me daba cuenta que iba a comenzar a llover y por eso estaba todo rojizo, de repente la lluvia empezó y yo no tenía donde esconderme o refugiarme. traía puesto una camisa gris de botones con un suéter blanco y realmente eso no importaba. —Temblaba— no importaba porque era de miedo y no de frío.

Corrí hacía la parada de bus tenía que. —Porque no quería— ya que tenía  techo y asientos, no era la gran cosa, asiento de madera y techo de lamina, había una maquina de bebidas vieja luego estaba el mural. 

Que no. —Porque no quería— ver ese poster de una persona perdida solo me da angustia, esa chica. su nombre, fecha y edad a la que desapareció se me quedaron grabados en una primer mirada, Alejandra C. de 16 años se perdió un 16 de Noviembre, si alguien ha visto su paradero por favor informe a las autoridades o a este numero: ####-####0039. Vestía una chaqueta jean azul oscura y botas para lluvia, altura media y cabello negro.

—Yo no conozco a nadie con esas características—.

Espera, el 16 de noviembre fue hace más de medio año, por lo que ahorita estamos en Junio 6, ya ha pasado demasiado tiempo, esa persona seguramente ya esta.. —silencio incomodo mientras la lluvia sigue—.

Por curiosidad me levanté de la banca y traté de ver si la maquina de bebidas funcionaba, quería distraerme y beber algo, no parecía estar enchufada a nada y las latas dentro ni siquiera conocía las marcas ni las había visto nunca. 

—¿Qué es eso?—. Miraba la ranura de monedas, parecía haber algo atascado, trato de sacarlo pero está muy pegado y después de hacer fuerza rompí unos cuantos tornillos y salió lo que parecía ser un pedazo de una hoja de papel con algo escrito e incompleto y casi ilegible.

—¡Oye que haces ahí! —. Escuche una voz familiar gritar, era mi abuelo. Estaba al otro lado de la calle con una linterna buscándome. 

¿Qué hacías ahí? Oye son las nueve, pensé que nunca llegarías a la cabaña. —. Dijo mi abuelo asustado y preocupado, la verdad lo miré con enfado pero luego recordé que el que quitó el tiempo fui yo.

—Vamos es hora de regresar esta tormenta es peligrosa—. Dijo el señor.

Mi abuelo es un personaje, me dejó tirado y luego me reclama por estar perdido, increíble viejo conch.. pero a decir verdad digo esto porque estoy mas calmado, Siento que estoy seguro con el aunque a veces no lo entienda.

—Seguramente quiere que aprenda a ser fuerte y valiente como el, que no veo posible por el momento estando en este lugar, o será que ¿este lugar lo volvió así a el?—.. Solo el conoce la montaña mejor que nadie. lleva viviendo aquí hace años.

Fuimos caminando un sendero a la derecha de la carretera, al parecer es un atajo a la cabaña y como vino a pie nos toca caminar unos kilómetros más, llevábamos dos linternas y como no me dio tiempo de leer el papel me lo traje y también otra cosa más..

—Abuelo? ¿es peligrosa la montaña?  —Pues la verdad es que la naturaleza es peligrosa y si no tienes cuidado cualquier cosa puede pasar—. 

fue lo único que dijo el viejo pero será que ¿ya sabe de los incidentes que pasan en la zona? Mejor no preguntar.. Lo único notable que miré es que llevaba una hacha en la otra mano, seguramente por protección de algún animal aunque yo no miré ninguno en todo el trayecto.

Seguimos caminando por el sendero, pasamos viendo un pequeño estanque con una estatua de piedra y luego todo se tornaba raro porque es como un laberinto, no se como no se puede perder en medio de la oscuridad, ya faltando un poco para llegar mi abuelo me dice.

—Oye hijo sabes que.. Yo no entré a la librería porque la señora del local se trae algo contra mi. Disculpa si te dejé atrás, yo pensé que llegarías temprano si corrías un poco jajaja—. 

Yo le dije que si, ojalá hubiese llegado antes pero ya eran las nueve de la noche, yo estaba mojado con frío y asustado, llegando a la cabaña me cambiaré y me dormiré.

—Se logra ver ya el final del sendero con un tenue farol mientras la lluvia hace lo suyo, neblinoso y oscuro así es lo alto de la montaña, la cabaña muy rústica, no había señales de lujo sino un hogar simple y algo nostálgico.

Finalmente después de haber llegado subí al piso de arriba y me escogí el cuarto con ventana al exterior, explorare mañana los alrededores ahorita estoy muy cansado.

—antes de dormir saqué mis cosas de mi mochila—. Mi libreta, unos lápices, la linterna, el libro de astronomía y también tenía el trozo de papel y aún lado el poster de la chica desaparecida....

Montaña, llévate mi estrés.Where stories live. Discover now