Chapter XII

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En serio, no lo puedo evitar

—Hey, despierta— Albert despertó a Finney temprano para que se bañara y desayunara, ya que las vacaciones habían terminado y tenía que ir a trabajar.

Finney agradecía que por fin tomara un baño, empezaba a sentirse sucio otra vez, aun que la suciedad no solo se quitaba con un baño, las lágrimas se mezclaban entre la agua de la bañera, seria mejor si solo dejara de pensar en lo estúpido que fue aquella vez en que Robin lo ayudó por última vez.

Antes, él quería mucho a Robin, amaba cuando él lo protegía incontables beses de otros, pero tenían razón, jamás podría defenderse. Salió del baño y se cambió, solo para encontrar un rico plato de comida en la mesita de la sala.

—Tu come, yo me bañare y luego me iré, puedes dormirte, todo lo que quieras, no estaré en casa asta tarde— Dijo, un poco seco.

—Lo se...

...

La puerta sonó, Albert había llegado pero con un muchacho en brazos, éste estaba desmayado, lo sabía porque todavía respiraba, Finney no sabía qué pensar, pero a la vez un montón de pensamientos se cruzaban por su cabeza.

—¿Qué haces? Ayúdame— Dijo, soltando de un golpe a la persona que llevaba cargando, Finney saltó del susto al escuchar como la cabeza se estrellaba contra el suelo.

—¿A-Ayudarte...?— Dijo, no sabiendo a qué se refería.

—Sí, ayúdame a llevarlo abajo

—¡No! ¿Acaso me matarás y me cambiarás por ese... así nomás?—Pensó en voz alta, rápidamente se arrepintió de decir tal cosa, el otro sólo río. Solo que, el mismo pensamiento le aterraba, no el de morir, si no el de no serle útil a Albert.

—¿Estás celoso?— Preguntó.

—¿Qué? ¡No! sólo que me parece un poco raro que me digas que te ayude a llevar un cuerpo al sótano... como lo hiciste conmigo...

—Está bien, haz lo que quieras— El menor se levantó, dispuesto ayudar después de todo.

Al bajar, recordó la primera vez que llegó ahí, y ahora estaba durmiendo en un sillón más duro que nada, la manta que le dio no le cubría nada, no lo tapaba del frío de la casa que se impregnaba tanto en el sillón como en la cobija, pero no se podía quejar, era mejor que nada. Un olor horrible se coló en sus fosas nasales.

—Eww... que asco, huele horrible, ¿Por que huele así?

—Oh... no limpie la sangre de mi hermano— Dijo, sin ninguna preocupación.

—¿Y así lo dejarás aquí...?— Se preocupo, de seguro unas cuantas semanas o días y el pobre muchacho se desmallaría.

—Si, ¿Algún problema?— Finney se preocupó pues Albert no captaba el aroma, obviamente, su máscara. Ya que lo pensaba...

—...Sentirás como es ser mi cómplice— Dijo después del pequeño silencio incómodo, a Finney parecía que le iba a dar un paro cardiaco.

—¿C-Complise?— Preguntó, confundido.

—¿Que no escuchas? ¡Si!— Al contrario se le vinieron muchas cosas a la cabeza, ¿El? ¿Ayudando a su secuestrador? No, difícilmente se podía imaginar la escena.

Lo que si se imaginaba era a los niños con su Raptor, no quería ser como los demás, aun que todavía se preguntaba si en verdad el era el único o solo estaba cayendo en la misma trampa de Albert.

Que más da, tenía hambre, y sabía perfectamente lo que tenía que hacer para conseguir al menos un poco.

—Albert, quiero comer...— Dijo, tranquilamente, con una voz calmada y inocente que al Raptor le gustaba romper a gemidos, a pesar de que ya sabía lo que le esperaba.

...

—No, no, no, no, no... ¡No puede ser posible! ¡¡Dios mío!! ¿¡Por que no haces algo!?— El padre de Gwen, Terrence, estaba teniendo un ataque al ver las nuevas noticias.

"Un nuevo niño desaparecido" Los ciudadanos ya habían pensado que el Raptor ya se había cansado, o se había mudado para causar miedo en otro pueblo, todo ese tipo de mierda, pero solo las desapariciones por un año hicieron pensar a la gente así.

La noticia a Terrence le pegó de golpe, provocando un colapso, pensar que su hijo había sido el último niño desaparecido lo había aliviado solo un poco, lo bueno es que dejo un poco su problema del alcoholismo para cuidar más de su ya única hija, Gwen, ya que pensaban que Finney ya había fallecido.

Pero eso no significaba que Terrence dejara por completo su problema con el alcohol, si, tomaba un poco menos, pero solo un poco menos, pues trataba de luchar y aun así seguía haciéndolo, por fin se concientizo de que a su hija probablemente le pudiera ocurrir lo mismo, y así dejó de tomar menos.

Lo que el no sabía era que a su hijo lo estaban follando como un animal en este momento...

Gwen dejó de tener fe cuando hoyo a su padre tener ese colapso por la noticia, también un poco desde que dejó de tener esos sueños raros o alucinaciones raras sobre su hermano.

Terrence ya no tenía ni una pizca de esperanza para que su hijo está vivo, eso lo destruía y hacia pensar que era un mal padre, aun que lo era, eso lo humilla a más, lo bueno era que Gwen si, bueno, más o menos, casi no, una parte de ella le decía que su hermano todavía podía estar en cautiverio, pero, seamos realistas, ¿Quien pensaría esto en una situación como esa? Nadie, absolutamente nadie, solo alguien tan desesperado como ella.

En la escuela no le iba muy bien que digamos, a duras penas y pasaba, ella juraba que daba su mayor esfuerzo, pero obviamente, con esas calificaciones, nadie le creería, no le creerían, se había vuelto una persona completamente diferente por el constante miedo de imaginarse lo que sufrió su hermano, en pocas palabras, se había vuelto en una persona mentalmente inestable y destruida.

Obviamente esta noticia del pueblo también les sorprendió, pero no tanto como a los que también sufrieron el secuestro de algún familiar, los secuestros y las desapariciones seguían, y eso sólo significaba una cosa para ellos:

Finney estaba muerto.

✘VIVØ✘ [Cancelada Temporalmente]Where stories live. Discover now