19. Acurrucados

118 8 0
                                    

Porque nos merecemos maratón de esta novela!!

Acá va el primer capítulo de esta maratón que pensé para ustedes 

1/3

X- No sé, pero te juro que te voy a buscar en todas las vidas en las que me toque reencarnar. -dijo y levantó la vista ya que esa no era la voz de su hermano.

Lali- ¡Enzo! ¿Qué hacés acá?

Enzo- Ayer no me pude despedir y no quería dejarte ir sin un beso y un abrazo.

Lali- ¿Vos sabés que estás loco de remate, no?

Enzo- Un poquito, nada más. -dijo y abrazó a su chica para llenarla de besos. Pablo aparece riendo y aplaude a la tierna pareja-

Lali- ¿Vos sos el cómplice?

Pablo- Obviamente. Hola Enzo- dice a su compañero de selección, sin hacer contacto ya que, no tenía pensado el oriundo de San Martín, soltar a Mariana- Tenías cara larga porque estaba con el celular, pensaste que hablaba con Ana, pero era con él.

Lali- ¡Qué bastardo! -ríen los tres en complicidad. 

Pablo dejó solos a su hermana y Enzo, para que pudieran despedirse tranquilos, se los veía bien juntos y definitivamente había sido una buena decisión llamarlo, ya que Lali ahora sí parecía más animada que antes.

Una vez que la joven pareja se despidió emprendieron viaje rumbo a Inglaterra.

Varios días después

Mariana está instalada en Inglaterra. Marina ha llegado hace unas horas a Londres y se reencontró con su amiga.

Marina- ¿Cómo va todo por acá? ¿Ya saliste? ¿Conociste a alguien? ¿Algún conocido argentino?

Lali- Todavia a nadie. Hace unos días que me vengo sintiendo mal, así que estoy a pura serie y película. Salí solo para buscarte a vos, así que sentite afortunada.

Marina- ¡Gracias amiga! ¿Hablaste con Enzo?

Lali- Muy poco. Me dijo que están viendo si lo venden al Chelsea, asi que al menos unas semanas estaremos juntos, si es así.

Marina- Bueno, escuchame, tengo ganas de que salgamos hoy. Quiero conocer un poco Londres.

Lali- Ay, no, Mari. Quedemosnos en casa. No tengo ánimos todavía ni me da el cuerpo.

Marina- No, no. Dale. Vos y yo vamos a salir. Tengo ganas de ir a comer a algún lugar. -Como no va a parar hasta que le diga que si, me ahorro toda la mala sangre y le digo que si de una...

Lali- Bueno, dale. Fijate algún lugar que quieras ir y vamos. No me hagas pensar.

Marina eligió un restó que es de argentinos y nos habían dicho que está muy bueno.
Me puse un jean, una botas cortas, una polera de color mostaza, un gorrito de lana negro y un tapado del mismo color. Estaba bastante fresco afuera y al parecer estaba por llover.

Marina- Dale, nena, camina más rápido.

Lali- Pará Marina, tengo patas cortas, boluda.

Marina- Acá es. Pasemos. -Me da lugar a pasar y habla con la recepcionista- Hola buenas noches. Tengo una reserva para Aimar. -La miro porque siempre me hace lo mismo.

Recepcionista- Si, les reservamos una mesa arriba, en la zona vip como solicitó.

Marina- Muchas gracias.

Lali- Mari. ¿Estás loca? ¿Cuánto nos va a salir esto?

Marina- Vos tranquila, que está todo bajo control.

Lali- Me imagino. - Llegamos a la mesa y nos acomodamos. Estaba bastante despejado el lugar, lo que lo hacía mucho mejor, más tranquilo.

Marina- Ya vengo Lali, voy al baño. Pedí el menú mientras y cuando vuelvo pido.

Lali- Dale... -Marina se fue y se acercó un mozo, me dio el menú y quedé leyendo puno por punto, estaba muy metida en el menú que no escuché cuando vino Marina y se sentó en su lugar. - Creo que voy a pedir pastas. No sabés lo que extraño las pastas de mi vieja.

X- Yo te extraño a vos -Escucho y sonrío, nuevamente Enzo me sorprende.

Lali- ¿Qué hacés acá?

Enzo- Hola mi amor. -Se levanta y me da un beso y nos abrazamos. -¿Te sorprendí?

Lali- ¡Mucho! No me dijioste nada que venías. 

Enzo- No, para eso hablé con Marina que me ayudó.

Lali- ¡Pará! ¡Marina! -Me levanté como para ir a buscarla al baño. 

Enzo- Ya se fue, tranqui. Se quedaba con Ota, que me acompañó.

Lali- Ah, una re movida hiciste.

Enzo- Por vos, todo.

La noche transcurrió entre risa, besos, caricias y anécdotas del viaje de ambos. Enzo había reservado una mesa privada, justamente, para que nadie los moleste y pudieran disfrutar tranquilos. En poco días se cerraba el pase al Chelsea y estaba muy emocionado, no solo por su carrera, sino también porque iba a estar cerca de Lali unas cuantas semanas.

Luego de terminar de cenar, se subieron al auto que rentó el jugador y se fueron el hotel donde se estaba hospedando, para poder dejar a Marina que descanse tranquila.

Los jóvenes subieron al ascensor y no podían despegarse un segundo, lo tuvieron que hacer cuando se subieron algunas personas en el camino.

Enzo- Bien, esta es mi humilde morada.

Lali- Humilde dice... Está preciosa la habitación, Enzo. 

Enzo- ¿Viste? Me ayudó el Dibu a reservar porque él es el que la tiene clara con los lugares acá. 

Lali- ¡Qué bueno! Escuchame, me vas a tener que prestar una remera para poder dormir, porque no tengo pijama.

Enzo- No hay problema. Tengo todo calculado y te traje esto. -el futbolista le da una bolsa a su chica y ella la abre, encuentra un pijama (remera y pantalón) de la selección.

Lali- Pensaste en todo. Igual te digo que esperaba algo más atrevido, pero me encanta este pijama.

Enzo- Si, también lo compré, pero te lo doy después. Estaba pensando que nunca habíamos tenido una cita y por eso le dije a Marina para armar todo esto y ahora pensaba que quizás hoy, solo por hoy, mañana no te salvás, podemos simplemente dormir acurrucados. -Mariana sonrió porque no se había imaginado nunca que el hombre que tenía en frente le podría llegar a pedir algo así.

Lali- Me sorprende, como todo lo que estás haciendo últimamente, pero me gusta, no me quejo. Podemos dormir acurrucados hoy.

Ambos se cambiaron, se cepillaron los dientes y se acomodaron en la cama. Enzo se aguantó las ganas de hacerla suya, pero sabía que valía la pena esperarla y hacer algo distinto, ella era distinta a todas, él estaba siendo distinto a lo que fue siempre y quería aprovechar todo eso.

Apagó las luces y se abrazaron quedando completamente dormidos, relajados y en calma. 

Para el amor, no hay edadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora