27. El amor en China

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Marina

Llegamos a China, todo está listo para que los chicos de la selección jueguen los amistosos que tienen en la agenda y que se presenten luciendo el título obtenido en diciembre.
Tuvimos que arreglar las habitaciones de Julián, Enzo, Taglia y Otamendi porque no las habían tomado la primera vez. ¡Es insólito!
El cuerpo técnico, los jugadores y la delegación que acompaña ocupan 3 pisos distintos. Tuvimos que meter a los cuatro fantásticos que quedaron afuera, en nuestro piso, así que ya me hago la idea de cruzarlo a Nicolás en el pasillo.
Luego de lo que pasó no volvimos a hablar, en el avión se sentó lejos y por lo tanto tampoco crucé palabra o mirada. Siento mucha decepción, no lo puedo evitar.

Decido salir de mi habitación en busca del gerente porque necesito que me confirmen un par de cosas, llamo al ascensor y escucho la puerta de una de las habitaciones, miro hacia donde proviene el ruido y pongo los ojos en blanco cuando me doy cuenta que es Nicolás el que sale con un toallón en mano y con ropa de pileta.

Nicolás- ¿Ya llamaste al ascensor?

Marina- No, estoy viendo si viene por telepatía. ¡Claro que lo llame Nicolás! -él se ríe a carcajadas y yo lo miro sin poder contener mis ganas de matarlo.

Nicolás- Perdón, perdón, es que fuiste muy graciosa ante una pregunta bastante idiota. Te pido disculpas. -Mantengo mi mirada hacia el frente y no respondo a su comentario. -¿Está lindo el día, no? Yo voy a aprovechar y voy a hacer uso de la piscina del hotel. ¿Vos no vas? -Sigo en silencio y no me saca la vista de la puerta del ascensor, ni una mosca, en eso llega la maldita caja metálica y entro sin esperar a que Nicolás lo haga, siento su mirada sobre mi cuerpo y estoy deseando que alguien más entre al lugar. Las puertas se abren y veo que ingresa Álvarez, gracias a Dios, nunca estuve tan feliz de verlo. Me hago a un costado y quedo de frente a Otamendi.

Julian- Buenas... ¿Todo bien?

Nicolás- Si, todo bien Juli. Llegaste justo porque sino me iba a morir de aburrimiento. -Julián me mira y vuelve a mirar a Nicolás.

Marina- Estoy segura que hubieras encontrado la manera de no hacerlo. Siempre inventás algo. -Julián en el medio vuelve a mirarnos a ambos, ahora mi vista se clavaba en la de Nicolás y él me devuelve la mirada con el ceño fruncido.

Nicolás- No suelo inventar cosas, parece que te equivocás. Es otra persona la que se inventa cosas en su cabecita. -A esta altura a Julián le faltaba los pochoclos-

Marina- Capaz la gente imagina cosas que no son, porque vos actuás como no deberías. ¿No lo pensaste? -Lo digo con una sonrisa falsa y Julián abre los ojos gigantes y le clava la mirada a Nicolás.

Nicolás- Capaz vos sola te imaginás cosas porque no sabés estar sola y querés engancharte al primer garche que te da bola- mi cara cambia totalmente y él se da cuenta de lo que dijo. -Marina perdón- intenta agarrarme el brazo, pero Julián lo para, yo bajo echa una furia del ascensor y salgo a la vereda a tomar un poco de aire antes de matar a Nicolás.

Lali

Terminé tarde de enviar unos informes que me habían pedido desde la oficina. Despues de eso me bañé y me cambié para ir a comer con todo el equipo al comedor del hotel. Marina no había aparecido en horas y ya me preocupaba, ya que tampoco me respondía los mensajes.

Entro al comedor y veo a la mayoría de los jugadores sacándose fotos, Enzo me ve, sonríe y se queda en su lugar junto a los demás. Estuvimos hablando y decidimos que no íbamos a demostrar demasiado afecto ya que es nuestra zona de trabajo, en la intimidad es otro el asunto. En realidad, no lo decidimos, lo decidí porque si es por Enzo, no le importa nada y está encima mío todo el día, en fin, camino hacia donde está mi hermano y me siento junto a él, ya que, hay un lugar vacío a su lado.

Pablo- ¿Están peleados con Enzo que no se dan bola?

Lali- No, simplemente es mi lugar de trabajo y no quiero que esté encima mío todo el tiempo.

Pablo- No se ven nunca, tampoco seas tan extremista.

Lali- No, lo soy. Estoy cuidando mi trabajo.

Pablo- Lio no te va a decir nada porque los vea compartiendo la cena. Si, sos exagerada.

Lali- Basta, Pablito, ya te dije, me quedo acá tranqui y comparto la cena con mi hermano, no es muy difícil. Después lo veré un ratit antes de irnos a las habitaciones.

Pablo- No le hagas cansar las piernas te pido por favor.

Lali- ¡Pablo! -mi hermano se ríe por su comentario y los demás se dan vuelta para chusmear qué es lo que me había dicho. Veo que De Paul me clava la mirada y empieza a tirarme besos como siempre.

Rodrigo- No sé cuál de los dos me gusta más si la hermana o el hermano.

Enzo- Callate jeropa. -se escucha por lo bajo, ya que mucho no se preocupó por disimular. Pablo ríe y yo trato de esquivarles la mirada a todos.


Pasamos una linda cena, Lionel Scaloni se fue a dormir temprano y les pidió a todos que hagan lo mismo, a la mañana siguiente tienen entrenamiento y el partido es al otro día. Nos quedamos un ratito con Pablo sentados en la mesa hablando con Samuel y Lio Messi, que se acercó a preguntarle algo a Pablo. Miro para donde se encuentran los jugadores y Enzo está sentado con Julián, Rodrigo, Ota, Angelito y Taglia.

Pablo- Andá boba. ¿Qué estás esperando? ¡Ni que te fueran a decir algo! Además ya me da pena la carita de infeliz que pone porque no vas. -Sonrío de costado con algo de pena, muero por estar con Enzo.

Lali- Ok, nos vemos mañana. Voy con los chicos y despues me voy a la habitación.

Pablo- Te quiero. Cuidate.

Lali- Vos también.

Me paro para ir hacia la mesa de los jugadores y Enzo enseguida se acomoda en su silla y sonríe, me acerco a él y Juli que estaba sentado al lado se levanta y me da lugar. Nos quedamos un rato con ellos hablando de cualqueir cosa, se pusieron a cantar y a grabar algunos videos. Ya mis ojos se cerraban así que decidí ir a dormir. Enzo dijo que me acompañaba como todo caballero y Rodrigo le gritó en el medio del comedor "Sexo fernández hoy la pone" Es obvio que le tiré una servilleta en la cara y se calló la boca considerándose hombre muerto.


Para el amor, no hay edadWhere stories live. Discover now