Séptimo capítulo

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Séptimo capítulo

Observó desde la puerta a Pete que tenía los ojos puestos en Niko que dormía en el centro de la cama bajo una manta de lana, los dedos del castaño le recorrían el pelo oscuro y algo crespo que ya tenía unos centímetros de crecimiento.
Se quedó allí, intentando ignorar la energía melancólica y triste que podía ver en su pareja, desde hace un tiempo había comenzado a preguntarse si no sería necesario una consulta con algún especialista, por lo que sabía, la depresión postparto podía convertirse en algo serio. Lo veía a diario, en los 4 meses desde el nacimiento, Pete se había cerrado a todo lo que no fuera su bebé, a tal extremo que a veces debían obligarlo a alimentarse o bañarse, era como si pensara que su hijo desaparecería si no lo tenía continuamente bajo su mirada.
Esas cuatro paredes se habían convertido en su mundo.
Se acercó a la cama y se sentó a su lado haciéndose notar.

-Hey -le dijo sin mirarlo.
-¿Cómo están mis chicos favoritos? -le  besó el pelo antes de acomodarse al otro lado, dejando a Niko en el medio.
-Bien, jugamos bastante.
-¿Si? ¿Aquí en la cama?
-Si.
-Maisha me contó que le trajo un regalo.
-Está sobre la cuna.

Se levantó y miró dentro de la cuna que nunca había sido usada, allí había una caja de gran tamaño todavía envuelta.

-Esperé a que llegaras...

Fingió creerle, pero la apatía de Pete se manifestaba de diversas formas y la falta de conexión era una de ellas.
Levantó la caja y pegó una sonrisa en la cara.

-Veamos... -se puso a un lado, los ojos de Pete lo siguieron.

Abrió el regalo dejando el papel a un lado, dentro, algo indicado como gimnasio infantil mostraba foto de una alfombra y varios accesorios.

-Mira! ¿lo armamos?
-¿Ahora?
-Ven -lo tomó de la mano tirándolo con él- así ya estará listo cuando Niko despierte.

Se ubicaron al costado de la cama, continuamente espiando que Niko no se moviera del nido que le había armado.
Dejó correr la vista por el cuerpo esbelto de Pete, tal vez más delgado de lo que debería, pero aún tan hermoso como siempre.

-¿Qué? -le escuchó preguntar cuando se distrajo mirándolo.
-Nada -respondió a la vez que le acomodaba un mechón tras una oreja- solo pienso en lo maravilloso que eres.
-No soy...
-Shhh Pete, no se si lo digo lo suficiente, pero estoy tan felíz de tenerte y tener a Niko -vio los hombros caer e intentó que no le doliera- mejor sigamos con esto.

Media hora después, el bebé estaba acomodado en una alfombra de tela con diseños de animales de la selva, a cada costado tenía distintos sonajeros y por arriba cruzaba unos parantes que sostenían colgantes con luces y sonidos. Niko movió con fuerza las piernas y tocó un pequeño tambor que sonó en unbrítmico tic-tac, la carcajada que salió de su pequeña boca los hizo sonreir en respuesta.

-La tía Maisha va a hacer de tí un consentido -le dijo antes de tomar sus manitos y moverlas- no es cierto?
-También soy felíz de que la tenga -la voz sonaba algo vacía, casi distante- que estes rodeado de todo el amor posible.
-Siempre va a tener amor -intentó aligerar el ambiente y besó la redondeada pancita- porque nos tiene a nosotros.

El silencio de Pete debería haber sido otra de las pistas, tal vez si hubiera parado un segundo y analizado la situación, se habría dado cuenta que todo era peor de lo que pensaba.

〰️〰️〰️

Ese día, por unas horas todo había sido como había sido durante los meses de embarazo, Pete le había sonreído, rozado las manos con las suyas, iniciado algunos besos y respondido con un ímpetu que ya tenía olvidado. Antes de que saliera a trabajar, Pete lo había seguido al baño colándose en la ducha totalmente desnudo, el cuerpo un tanto huesudo sobre la cadera, por un fugaz momento pensó en que debía recordarle que se alimentara mejor, y no es como que ese pensamiento le ocupara mucho espacio cuando la boca cálida hizo contacto contra la suya.
No podía negar que extrañaba esto, la conexión íntima, los besos húmedos, los jadeos entre los labios abiertos, los suaves mordiscos y las marcas que el placer dejaba en los dos. Ni siquiera fue necesario que pidiera permiso, el castaño hizo todo el trabajo posicionando su cuerpo para una penetración rápida, no podían olvidar que había un bebé que de seguro iba a despertar pronto. El climax los encontró enredados, la espalda de Pete contra los azulejos, el agua cayendo sobre ellos.

-Dioses... -buscó el aire que le faltaba en los pulmones- siempre es tan bueno...

La respuesta de Pete no llegó, los besos desesperados ocuparon el lugar de las palabras y por un instante, la posibilidad de una segunda ronda colgó entre los dos, pero el llanto de Niko cortó las intenciones de seguir.

-Yo voy con él -dijo mientras tomaba una toalla- todavía tengo unos minutos, tómate tu tiempo.

Luego de un secado demasiado rápido salió al encuentro del pequeño que lloraba por atención de sus papis, lo alzó contra su pecho, revisó el pañal y lo arruyó en un intento de calmarlo.

-¿Qué pasa amor? -le susurró al oido- ¿Extrañas a papi? Solo lo tomé prestado un ratito... tu y yo vamos a tener unas palabras...

Siguió hablandole mientras lo balanceaba hasta calmarlo, los hoyuelos haciendo aparición cuando las mejillas se abultaban en una sonrisa.

-Eres tan hermoso -besó sus manitos- no puedes parecerte más a tu papi...

Lo entretuvo lo suficiente hasta que Pete volvió con una muda de ropa limpia y el pelo todavía chorreando.

-Amor -lo besó en los labios- aquí tienes este pequeñin que demanda tu atención.

Los brazos lo tomaron y lo llevaron hacia sí, los ojos de Pete permanecieron cerrados mientras inhalaba con fuerza.

-Amor... escucha Pete, puedo quedarme hoy, llamaré y diré que estoy enfermo...
-No pasa nada -abrió los ojos y casi podía leer la mentira en ellos.

Se acercó y los envolvió con fuerza, su  mundo atado a ellos dos.

-Puedes decirme lo que sea -le besó la frente- estoy aquí.
-Todo esta bien -sintió una de las manos aferrarse a su camisa- te amo... siempre.

Al final, con el alma arrastrándose salió hacia el trabajo con la resolución de esa misma tarde abordar el tema, no podía eludir más la obvia depresión de Pete.
No tuvo oportunidad.

〰️〰️〰️

-Maisha!

Encontrarla en casa no era raro, por lo general pasaba para ver al bebé y estar con Pete.

-¿Pete está en el dormitorio? -preguntó mientras dejaba el bolso- ¿Niko?
-Niko está en tomando una siesta...

Avanzó al dormitorio, con Maisha las formalidades no eran necesarias, así que podía estar sola unos minutos mientras saludaba a su pequeña familia.

-Hey bebé -habló por lo bajo- ¿papá?

Caminó al baño, tal vez estaba allí.
La desesperación no era una opción, que no estuviera en el cuarto ni en el baño no significaba nada.

-Maisha... -la vio de espalda con la cabeza gacha- ¿Pete?

Volvió a la habitación, su bebe apenas se había movido

-Shhhh shhhh bebé -lo hamacó un poco para que no despertara- todo esta bien.

La presencia de Maisha se hizo algo difuso mientras se parada en el umbral de la puerta.
Buscó con la mirada, todo estaba tal cual lo había dejado, pero algo faltaba, más tarde descubriría que era una foto de él durmiendo con Niko, en su lugar, un papel un tanto arrugado estaba allí para destruir la vida que amaba.

Lo siento. Los amo con mi vida, pero no puedo quedarme. No me busques.

Arrugó la nota escrita a los apurones y la tiró sobre la mesa, intentó frenar el aluvión de pensamientos que trataban de dar sentido a las palabras que había encontradas garabateadas en una hoja de cuaderno.

Esto no era real, no era posible.

Eran una familia, una pareja que hasta horas antes se habían amado, tenían un hijo pequeño que necesitaba el amor de sus padres.
Volvió los ojos en su dirección y lo vio borroso producto de las lágrimas que desbordaban, su pequeño dormía en una hamaca infantil ajeno al dolor cegador que lo atravesaba. Se dejó caer de rodillas a su lado antes de tomarlo en brazos y apoyarlo en su pecho.

Esto no era real, el amor no podía terminarse así.

〰️🖤〰️

Hola!!!!
Que voy a decir, siempre supe lo que va a pasar en esta historia, solo que me cuesta ponerlo en palabras, es muy complicado para mí, sinceramente, cada capítulo son horas de escritura y sentir que nadie las lee me lo pone dificil, igual aquí sigo.
Diganme que les pareció, amo leerl@s.
Hasta pronto!

Si vuelves a mi vidaWhere stories live. Discover now