˗ˏˋ 08 ˎˊ˗

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Taki ya estaba mejor. Ese sábado en la tarde Harua había ido a verlo, pidiéndole perdón por no ir desde el día anterior porque temía ser invasivo, sabía cómo de insoportable eran los celos las primeras 24 horas.

Estuvieron hablando y le contó el momento incómodo que pasó en la enfermería, y su mejor amigo casi se desmaya de tanta información.

Se despidieron antes de que anocheciera. Y Taki aprovechó para tomar un baño que le refrescara.




Someone To You
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En la noche, cuando menos se lo esperó escuchó la voz de su madre, quien le gritaba desde la primera planta que tenía visita otra vez.

Sólo le gritó de vuelta que le dejara subir. Creyendo que era Jo, Gaku o quizás hasta de Niki podría tratarse.

Sin embargo sintió su corazón agitarse cuando vio al rubio parado en su puerta.

Su olor le hizo sentir fresco y no pudo evitar estremecerse un poco.

Maki lucía serio, pero no de la misma forma en la que siempre lo estaba... Esta vez no lo miraba como si lo odiara... Esta vez en su mirada había algo distinto.

── Buenas noches ──saludó.

── Buenas noches... E-Eh... Pasa ──le dio permiso, mientras se acomodaba en su cama.

Y se sorprendió cuando Hirota cerró la puerta detrás suyo y caminó hasta él con una bolsa en la mano.

── ¿Puedo sentarme? ──preguntó señalando un espacio en la cama.

Taki asintió y se sorprendió cuando lo vio tan cerca.

Hirota le tendió lo que traía.

── Mi madre... Dijo que esto te gustaría, quizás ──

── Gracias ──murmuró bajito.

── ¿Cómo te sientes? ──

── Estoy mejor... ──

Maki asintió mirando hacia abajo por un rato.

── Ayer en la enfermería... ──

── Escucha, no le hagas caso a la doctora; ella... Quizás supuso cosas cuando te vio llegar conmigo, pero no tienes que creerle ──Hirota lo interrumpió.

── Taki yo sé que tú eres mi omega ──

Hubo silencio... Por al menos dos minutos en los que el castañito no sabía qué decir. Y el alfa sólo se dedicó a mirar las manos del contrario, pensando en si debía o no...

Sin embargo no le dio más vueltas al asunto y tomó su mano derecha, y la acarició un poco, notando lo suavecita que era.

Takasahi se sonrojó ligeramente y suspiró, dejándose hacer.

── Mi papá... Él me contó como conoció a mi madre. Y su historia es... Básicamente como la nuestra ──

El omega sólo lo escuchaba.

── Perdóname... Sé que te llamé raro cuando en realidad el problema soy yo. Mi personalidad es... La de un idiota, y tú sí me importas, joder, sólo que soy un orgulloso de mierda que no lo quiere admitir. Es cierto que a veces eres torpe cuando estás conmigo, pero Harua dijo que sólo eres así cuando estás nervioso... Te culpaba por eso, pero en realidad yo era la causa de ello. Siento haber sido un imbécil... Pero... Puedo cambiar... Por ti ──

Sin más se puso de pie y estuvo a nada de salir de allí, pero el japonés lo detuvo.

── ¿Por qué te vas luego de decirme todo eso? ──le preguntó.── ¿Heriste demasiado tu orgullo o crees que pedir perdón te quita dignidad? ──

── No. Yo no... Es sólo... Tú hueles demasiado bien y yo no quiero hacer una estupidez ──confesó viendo como el más bajito se reía un poquito.

── ¿Algo como qué? ──preguntó soltando el brazo del más alto, sólo para dejar sus manos en sus hombros.

── Besarte ──soltó de buenas a primeras.

Takasahi sintió su corazón latir con fuerza, pero eso no evitó que se acercara más al que olía a menta.

Maki no se resistió y lo sostuvo de la cintura. Se inclinó un poco y finalmente encontró sus labios.

Primero fue un simple toque. Luego atrapó el labio inferior entre los suyos, y cuando eso no fue suficiente una de sus mano viajó de su cintura a su nuca, ladeó la cabeza y esta vez lo besó en serio, usando su lengua.

Taki ronroneó en medio de beso y correspondió con el mismo ánimo. Sintiéndose en el mismísimo cielo. Ahora entendía que era esa sensación de la que Harua le hablaba cada que Yuma lo besaba.

Entonces tanto él, como el alfa se dieron cuenta de que sus besos serían definitivamente una adicción. Sabían a chocolate con menta.

Se alejaron unos centímetros para tomar aire, y Maki juntó sus frentes. Cerrando sus ojos como con alivió.

Taki sonrió, robándole un piquito que hizo que los hoyuelos contrarios aparecieran en la sonrisa ajena.

Y estuvieron a punto de besarse de nuevo, pero el padre del omega abrió la puerta y un...

── Aleja tus manos de mi hijo ──se escuchó.

Hirota lo hizo algo crispado y levantó las manos como si fuese un delincuente recién atrapado infraganti.

── Papá, Maki es... ──

── Soy su alfa, señor Takasahi ──él mismo se defendió.

El mayor lo analizó y luego sonrió.

── Bien... Estamos en paz... Sólo procura no hacerle daño a mi tesorito o te arrepentirás ──le miró con los ojos entrecerrados, mientras salía y cerraba la puerta.

Taki suspiró y no pudo evitar sonreír cuando Maki lo volvió a agarrar, sin embargo volvió a alejarse -parándose tan recto como un soldado- cuando la puerta se volvió a abrir.

── Olvidé decirles... Que la cena está lista ──soltó.── Los estoy vigilando ──

Sin más se volvió a ir.

Hirota tuvo un escalofrío y sólo optó por tomar la mano de su omega.

── Bajemos antes de que vuelva a por ti ──

Taki lo guío fuera de la habitación. El alemán soltó un sonidito de queja.






















LLORÉ 

¿Qué les pareció? Déjenme saber que piensan de todo

Dedicado a Sarai_bye


Someone To You [Maki x Taki] TakimakiWhere stories live. Discover now