3-Morir...

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   Hoy morí, morí en el momento que la bala llegó a mi indefenso corazón. Tu mentira terminó acabando con todo lo que creía sería nuestro, los sueños y esperanzas las envenenaste con cada mentira, con cada engaño.
   Tus ojos crueles, para nada avergonzados. Se burlaban de la ingenuidad de mis ideales hacia ti, una mentira tras otra. Y nosotros juntos eramos la peor.
    Apuñalandonos cada vez que uno no veía, no bajes la guardia decían y vaya que la bajé contigo...
   Eras el peor, te tendí mi mano cuando la necesitaste y tú solo terminaste jalando el gatillo que culminó el último latido de este corazón atrapado, en el círculo tóxico y mortal que nunca más volverá.
M. P. S.



Poemas para el alma... Where stories live. Discover now