Medicine |Rosalie Cullen|

Capítulo 46. Lo siento, cariño

Medicine: Who I am—The Score

Narrador omnisciente

La música se escuchaba incluso estando afuera, el lugar parecía prometedor, las luces y el guardia y el ambiente en general daba esa vibra de club nocturno exclusivo.

—¿Qué hacemos aquí?—soltó Chloe con desinterés.

—Somos psicópatas asesinos, pero nos gusta divertirnos—respondió Sebastian en tono sugerente.

Después de perder a Rafael, Sebastian dio la orden a Grace de estar siempre con Chloe, de divertirla y hacer que se vuelva adicta lo más posible a la sangre, eso la distraería de cualquier recuerdo de su pasado. Después de tener su completa lealtad iniciaría su verdadero plan.

Se acercaron a la entrada y el guardia los detuvo.

—¿Identificación?

—Déjanos pasar—dijo Grace mirando al hombre fijamente a los ojos.
El hombre hipnotizado quitó la cadenas y los dejó entrar.

—Nada mal para los psicópatas—sonrió Chloe viendo la fiesta celebrada con luces de neón y pintura

Grace tomó su mano y la arrastró a la barra, hipnotizó a la chica para darles tres tragos a cada uno.

—¿Y bien?—susurró Grace en el oído de la castaña.—¿Ya elegiste a tu víctima?

—Mmm, hay mucha variedad en el bufet—sonrió ladeada.

—Ven conmigo—sintió el susurró de Grace en su oído, la pelinegra tomó su mano llevándola al centro donde las personas bailaban al ritmo de la música.

Chloe no quería en un comienzo, pero una canción que le encanta empezó a retumbar las bocinas, así que se dejó llevar sintiendo la vibra en todo su cuerpo.

Bailó pegada a la azabache, con las manos en su cintura y sus rostros los suficientemente cerca como para que sus labios se rozacen.

Minutos después se alejó de Grace, viendo a una chica rubia, muy de su tipo, bailar animosamente, no se preocupó en despedirse de Grace y se acercó a la rubia moviendo su cuerpo al ritmo de la canción. La rubia le sonrió contoneando su cuerpo con el de Chloe

Apenas lograba verla con la poca iluminación, pero la silueta de su cuerpo lucía prometedora.

Bailaron unos minutos, y no preguntó ni su nombre cuando ya se estaban besando.

Perdió la noción del tiempo hasta que un tirón en su hombro la separó de la chica.

—Quédate quieta y no grites—escuchó a Grace hablarle a la rubia mientras la miraba fijamente. Y cuando menos lo esperó, se aproximó al cuello de la chica clavando sus colmillos y bebiendo de ella.

—Provecho—le sonrió a Chloe, con la sangre bajando por su barbilla.

Chloe mostró resistencia, pero fue solo un segundo y flaqueó mostrando sus colmillos.