10. You

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Joel estaba casi quedándose dormido esa noche cuando escuchó a Alex susurrar su nombre. Primero trató de ignorarla y se quedó quieto en la oscuridad esperando que creyera que estaba dormido, pero ella insistió.

—Sé que estás despierto. —le dijo desde atrás.

—Es tarde, tratemos de dormir. —murmuró él desde su lugar.

—No puedo dormir.

—Dijiste que estabas cansada.

—Lo estoy.

Joel suspiró frustrado y se encontró girándose hacia ella. Alex siempre permanecía boca arriba, con los dedos cruzados sobre el estómago, como si no fuera a dormir y en realidad solo estaba esperando algo.

—¿Qué crees que pase cuando... cuando te mueres?

—No lo sé.

—Pero... ¿Crees que dolerá?

—No lo sé, es lógico que duela, supongo.

Alex suspiró largamente, sus labios se separaron mientras dejaba salir el aire y juntó ambas cejas. Joel por primera vez la vio preocupada por eso. Se giró hacia él, sus pies se rosaron bajo las mantas que ella había sacudido antes de recostarse.

—¿Tienes miedo? —Joel preguntó.

—Sí... creo que es normal.

—Lo es. Está bien. —Alex asintió en silencio y se quedó mirando un punto fijo detrás de Joel, la luz natural de la Luna que entraba desde afuera a penas alumbraba sus rostros, pero ella sabía exactamente donde tenía Joel esa cicatriz en el costado de su cabeza.

Para cuando se atrevió a estirar la mano y tocarlo, él ya había cerrado los ojos por el sueño, pero los volvió a abrir. Su mano por primera vez en mucho tiempo estaba tibia y trazó el contorno de su cicatriz con sus dedos delgados.

—¿Esto te dolió?

Joel no esperaba esa pregunta, pero no reaccionó mal, de hecho hizo memoria de ese día para contestarle, cuando había intentado terminar con todo, dudando en el último segundo.

—No lo sentí allí. —dijo antes de atrapar su muñeca. Guió su mano hasta su pecho, Alex exhaló cuando su palma dió con el lugar donde estaba su corazón. —Aquí.

Sus ojos azules parecieron oscurecerse en la penumbra y algo llorosos viajaron de Joel a su pecho y a Joel otra vez. Después tragó saliva, como si se hubiera dado cuenta de algo, pensó él.

—Entonces no será tan terrible.

Por la mañana, Alex se levantó primero y cuando Joel despertó se sobresaltó al ver que no estaba. Su instinto fue alertarse, pero en pocos segundos distinguió el sonido de la ducha y se calmó recordando los eventos de las últimas horas.

Se sentó en la cama, su espalda y sus hombros estaban mucho mejor por haber dormido en un colchón y pensó que extrañaría ese lugar después de todo, todavía quedaba camino por recorrer.

Cuando Alex salió del baño esperó que fuera a la habitación, pero en lugar de eso la escuchó bajar las escaleras.

—¿Alex? —sus pasos se detuvieron, pero no regresó.

—Te espero abajo.

Joel se dio una ducha rápida, ya que no sabía cuando volvería a encontrar un baño, recuperó sus cosas, se cruzó la escopeta en la espalda como siempre y bajó las escaleras a grandes zancadas.

Cuando dio con Alex, ella estaba acariciando el caballo en silencio. Tenía el semblante serio y parecía que había llorado.

—¿Lista? —preguntó algo extrañado. Ella se giró y le entregó las riendas. Después retrocedió unos pasos.

Me and The Devil [Joel/Pedro Pascal Fanfic] TERMINADOWhere stories live. Discover now