Débil [Ohmnanon]

1

NANON

Abro los ojos, y estiro la mano a mi lado derecho, porque Ohm está moviéndose.

Me apoyo en la almohada para girar hacia él y agarro su rostro, acariciándolo despacio.

—Amor —susurro evitando ser ruidoso.

Es temprano aún y no quiero que Bea crea que ya empezó el día.

Su respiración acelerada se incrementa cuando abre los ojos, y me mira directamente, intentando estabilizarse.

—¿Pesadilla? —pregunto preocupado y él asiente.

Se levanta en silencio como siempre, para ir al baño.

Escucho que abre la llave y suspiro, mirando el techo.

Le pasa, de vez en cuando.

Los minutos pasan y abre las cortinas al salir con la toalla en las manos, parándose frente a la cama.

—¿Tienes que trabajar? —suelto haciendo un puchero y él se acerca.

No quiero que se vaya hoy.

No quiero que se vaya nunca, en realidad.

—Me tomaré el día libre —responde apoyándose en el colchón, para acomodarse sobre mí con cuidado.

—¿Entonces vas a querer un abrazo? —pregunto sonriendo y él esconde su cara en mi cuello.

—Sí.

A Ohm siempre le ha gustado hablar de los miedos, porque él nunca tuvo alguno, por eso me pregunto qué es lo que se repite en su cabeza cuando duerme.

Porque sé que está asustado.

Yo lo conozco.

—¿No vas a contarme, amor?

—No —responde alejándose un poco y baja hasta mi abdomen— no te metas en mis asuntos.

Mi cuerpo reacciona de forma positiva, porque deja un beso ahí.

Habíamos hablado de tener otro bebé, y ahí está, y sé que va a amarlo tanto como ama a Bea.

—¿Quieres que te haga algo de comer? —me pregunta acariciando mi cintura y niego con la cabeza.

—Pensé en salir a comer afuera hoy.

—¿Eso quieres?

Ya entendí, él no quiere.

—Sí —respondo confundido y acomodo su cabello— ¿Estás preocupado por mí?

—No he tenido buenos días en el trabajo —dice por fin.

Estaba esperando a que decida hablarme de esto, porque he visto el movimiento en la casa, durante los últimos días.

—¿Qué pasó?

—Tengo problemas con gente que tiene mucho... poder, por eso no quiero que sepan que Bea existe, no quiero exponerla a ella en este momento y tampoco quiero hacerlo contigo, ¿lo entiendes?

—Lo entiendo —le aviso asintiendo.

—No quiero que mis problemas afuera les afecten.

—Amor —digo agarrando su rostro de nuevo— está bien.

—Voy a solucionarlo, es mi problema —me aclara mirando mi rostro y sonríe.

Amo tanto su sonrisa.

—Lo sé —respondo dejando un beso corto en sus labios.

—Te ves lindo —susurra acariciando mis labios con sus pulgares— todos los días, pero nunca deja de sorprenderme.

Me estiro para atrapar sus labios de nuevo, y lo beso más profundo, bajando las manos a su cintura, para quitarle lo que lleva encima.

—¿Otra vez? —me pregunta besando mi nariz y asiento.

Yo tengo un Alfa guapo, y voy a acostarme con él todas las veces que sea físicamente posible.

Desearía poder mantenerlo acá adentro conmigo, porque él puede darme seguridad, pero yo no puedo hacerlo cuando se va.