2

326 9 0
                                    

Los dos primeros días no hubo problema alguno, más que ver cómo se desarrollaba la familia, pocas veces veía alguna que otra discusión de poca importancia, la que igual se metía un poco más en problemas era la pequeña Marta, que recibía algún que otro azote. Lo que hicieron fue al tercer día ir a conocer el colegio nuevo, donde le explican las normas y uniforme. Al salir del colegio su tío pregunta qué le ha parecido.

- Una puta mierda

- ¡Samantha!

- ¿Qué? Me has preguntado

- No puedes usar ese lenguaje

- No hago daño a nadie

- No está en discusión, no quiero que tu prima pequeña aprenda esas cosas.

- Ahora no está, así que lo puedo usar.

- No lo puedes, ya has oído las normas de aquí.

- Lo dicho, una...

- Samantha, no tientes la suerte, si no quieres recibir un castigo ya y aquí.

- No iba a decir eso, iba a decir que me parece una tontería, hoy en día muchos dicen palabrotas y no les pasa nada.

- ¿No hay otras formas de hablar?

- Sí, pero es más divertido así.

- No, no lo es, es vulgar y malsonante. Espero que hables con propiedad y dando razones de peso.

- No me gusta, obligan a llevar uniforme incluso en bachiller, miles de normas, cosas aburridas, y por todo castigan.

- No te creas, pregunta a tus primas, a ellas les va bien

- Yo quiero el mío

- Allí también había normas

- Pero menos y no había castigos

- Ey, no te equivoques, había normas y castigos más liberales, pero ello no quita que no tuvieras algún que otro castigo.

- Pero aquí lo ponen por cualquier tontería.

- Pues tendrás que poner más cuidado. Una cosa te advierto, cualquier castigo del colegio tendrá su repercusión luego en casa.

- No lo digas aquí - dice Sam toda roja.

- Pues ya sabes, pórtate bien.

- Ya lo hago.

- Bien, veamos las cosas que necesitas para el nuevo curso, materiales, libros, uniforme, aunque igual te puede valer alguno de Susana, creo que más o menos tenéis la misma talla. Ordenador podéis compartir.

- Genial. El ordenador no es necesario, tengo de cursos anteriores, así que me puedo arreglar bien, además si alguno de los primos lo necesitan también les puedo dejar.

- Bien, pero el ordenador sólo lo usarás en casa y con supervisión

- ¿Y si lo necesito aquí?

- Pues iréis a la clase de informática, una de sus normas es no usar nada electrónico en horas lectivas, salvo para una actividad escolar.

- ¿Y la supervisión?

- Para ver qué lo usas adecuadamente.

- No soy ninguna puta niña pequeña

Sin aviso, la da varios azotes Javier a Samantha.

- Samantha, no quiero oír salir de esa boca ninguna palabrota más, luego en casa seguimos.

- No me puedes pegar aquí.

- Sí puedo, y te he avisado.

- Creía que estabas de broma

En casa de mis tíos y primos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora