4

208 6 0
                                    

Samantha se despierta en la madrugada, corre al baño, no se puede creer que siga con ganas de vomitar, cuando sale del baño se encuentra con su tío fuera.

- Venga ve a la cocina, tu tía ha preparado un caldo.

- No me entra nada en el estómago.

- Eso sí, ya oíste al médico que debías tomar algo para asentar ese estómago.

- Vale. - contesta, sin atreverse a mirar a su tío, porque sabe que se le va a avecinar un castigo asegurado.

Se van a la cocina, ella se sienta en la mesa mientras espera a que caliente el caldo, en eso que está mirando ve la lista que escribió el otro día de las normas de su tío; alarga la mano para guardarlo.

- Déjalo allí, luego vamos a hablar sobre esta hoja y alguna cosa más.

- Tío perdona, la he cagado mucho.

- Sí, pero ahora no vamos a tratar eso, no quiero que tus primos se despierten y ahora mismo estoy muy cansado como para lidiar contigo.

- Sí tío. Y gracias por el caldo. - dice ella mientras va dando sorbos al caldo, que se agradece.

- Eso agradece a tu tía.

- Si, hasta luego tío, me llevo un poco de caldo por si acaso. - dice Samantha tras levantarse e irse hacia la habitación. Su tío se queda un poco más en la cocina.

El resto de la noche se pasa sin incidencia, duerme tranquilamente hasta que suena el despertador de su prima.

- Hola Su, ¿qué tal?

- Ni hola ni nada, por tu culpa papá nos riñó.

- Perdón, se me fue un poco de las manos.

- ¿Papá no te ha castigo?

- Un poco ayer en la comisaría y supongo que luego me tocará charla y castigo porque he visto la lista en la cocina.

- Uff, eso es muy malo, debía estar muy enfadado como para que haya pospuesto el castigo.

- No me jodas, pues si está muy enfadado pues cuando se entere de lo que tomé se va a cabrear más.

- ¿Qué tomastes?

- No lo sé, pero no creo que nada bueno, porque no me acuerdo mucho, sólo de música el juego de retos y alguna que otra cosa, en otras fiestas fue más suave la cosa.

- Igual no se entera, y por cierto, no le digas que te besaste con varios tíos, sólo con uno.

- ¿Me besé?

- Sí, y hay fotos, de hecho tiene fotos.

- Primita sigues viva

- No me llames así Miguel

- Eres mi prima, y por cierto no te quiero volver a ver con el idiota de Carlos ni de ninguno de sus amiguitos. No te puedes ir por allí besando tíos que luego te dejarán tirados.

- No soy ninguna niña al que le puedas decir con quién ir o no, y si me puedo besar. Además sólo fue un beso sin importancia, si fuese que hubiese follado pues ya sería otra cosa.

- ¿Qué es follar? - entra Marta.

- Nada, un juego de mayores, tú no puedes todavía. - dice Samantha - y vamos a desayunar, que a este paso vamos a hacer una reunión familiar en la habitación.

Todos van a la cocina, en ella ya están Javier y Sara preparando el desayuno.

- Hola chicos

- Hola papá y mamá - dicen los hermanos

En casa de mis tíos y primos Where stories live. Discover now