25. Una copa de vino

1.4K 89 2
                                    

Gavi's Pov:

Me quedo un tanto desconcertado cuando Noa cuelga el teléfono, su voz llena de nerviosismo se repite en mi cabeza.

—Vamos a su casa —le digo rápidamente a Pedri que sigue conduciendo.

—No, ahora no, necesita estar sola un rato —niega él.

—Pero, ¿es grave? ¿Está bien? —pregunto sin poder evitarlo.

—No te preocupes Gavi de verdad, está bien dentro de lo que cabe, tiene sus momentos, pero está bien — me tranquiliza el canario.

Asiento, pareciendo tranquilo, aunque mi cabeza va de un lado para otro, imaginando todos los escenarios por los que Noa necesitaría un psicólogo, cada uno peor que el anterior. Pero no quiero agobiarla, me gustaría que cuando estuviese preparada me lo contara, por lo que solo me queda confiar en las palabras de Pedri.

—Necesita distraerse, podríamos salir a cenar los cuatro esta noche —propone mi amigo.

Con los cuatro se refiere a Patri, Noa y yo, por lo que no me parece mala idea.

—Sí, por mi perfecto.

—Se lo digo yo ¿vale? —indica Pedri y yo asiento sin rechistar. —Okey, pues hablo con las chicas y luego te digo —dice justo cuando llegamos a mi casa.

—Vale gracias tío —le doy una palmadita en el hombro y salgo del coche.

Cuando entro a casa mi madre y mi hermana me están esperando con la comida en la mesa, las saludo antes de correr a mi cuarto para dejar las cosas y volver a bajar las escaleras a toda prisa para sentarme en la mesa a comer.

—¿Qué tal el entrenamiento hijo? —no tarda en preguntar mi madre como todos los días.

—Pues bien, cansado como siempre.

Comemos entre preguntas de cómo ha ido la mañana y comentarios sobre el telediario.

—Ay que se me olvidaba, hoy no ceno en casa mamá. Duermo con Javi —dice mi hermana de repente mientras deja su plato en el lavavajillas.

—Yo creo que voy a cenar con Pedri, pero me tiene que confirmar todavía —aviso a mi madre yo también.

—El día que no me abandonéis alguno de los dos para la cena voy a montar una fiesta —masculla mi madre y tanto Aurora como yo le reímos la gracia por el bien que nos trae.
Unos minutos más tarde ya estoy en la cama tumbado preparado para mi preciada siesta, pero justo antes me llega un mensaje.

Pedri
Ya he hablado con las dos, a las ocho y media te recojo.

Gavi
Valee.
Gracias hermanoo.

Sonrío para mis adentros y me pongo una alarma antes de quedarme dormido.

Unas horas después ya estoy arreglado cuando suena mi teléfono indicándome que Pedri está en la puerta, me despido de mis padres antes de irme.

Abro la puerta de atrás y me siento en el medio a sabiendas de que ahora vamos a recoger a Noa y a Patri.

El camino hasta su residencia nos lo pasamos hablando de fútbol en general, la liga, los entrenamientos, etc. Cuando llegamos ya están las dos esperando en la acera, son como el yin y el yang, la rubia va con una camisa azul y unos vaqueros blancos simples, en cambio Noa, quien no desaprovecha una ocasión para arreglarse un poco, cosa que no me molesta para nada, lleva un vestido naranja y de muchos más colores parecidos con estampados y destellos dorados que resalta a la perfección su melena corta oscura que había decidido dejar al natural con esas ondas de recién salida de la ducha, en fin una locura de pies a cabeza.

Wildest Dreams (Pablo Gavi)Where stories live. Discover now