"NO SIEMPRE LA VIDA TE SONREIRÁ"

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• Narrador omnisciente •

•• 05/07/19 ••

Los únicos sonidos en la habitación eran el golpeteo del viento contra las ventanas y los juegos que Haruchiyo y Manjiro estaban jugando en la consola de su hermano mayor, Shinichiro.

—¡Hazlo! Mátalo —insinuó Manjiro mientras oprimía el botón del control.

—¡No, Mikey!

El juego concluyó rápidamente, mostrando una pantalla en negro con la frase "Game over".

—Perdimos por tu culpa —insinuó el rubio.

—Lo dice quien lanzó una granada contra una pared —exclamó el pequeño Haruchiyo.

—¡Se me fue el botón! —exclamó.

Mientras discutían, un joven de cabello negro entró a la habitación con gran elegancia.

—Detengan su pelea —comentó el joven de cabello negro mientras se recargaba en la puerta.

—Shinichiro, Haruchiyo está diciendo que soy malo en los juegos de combate —insinuó Manjiro.

—No es cierto.

—Vamos, paren de pelear. Además, ¿quién les autorizó usar mi consola? —preguntó Shinichiro.

Un tenso ambiente llenó la habitación mientras Shinichiro los miraba con desconcierto y los dos jóvenes intercambiaban miradas de temor.

—¡¿Qué hay de comer?! —preguntó Manjiro, cambiando de tema.

—De hecho por eso vine —comentó el hermano mayor—, La comida está lista. Si desean saber qué hay, bajen —Mencionó mientras comenzaba a salir de la habitación, siendo rápidamente seguido por los dos jóvenes que aún continuaban discutiendo.

—Así que no se a ido sanzu —pronunció una pequeña niña que caminaba por la sala.

—Eso no es asunto tuyo, Emma —replicó Manjiro.

—¡Deja que el abuelo se entere! —respondió Emma.

—¿Otra vez peleando? basta —insinuó
shinichiro—, Emma, ¿Dónde está el abuelo?

—Está en el comedor esperándonos para almorzar —indicó la rubia mientras se dirigía hacia el comedor.

Shinichiro se dirigió hacia el comedor, seguido de cerca por los dos jóvenes. Allí, tomaron asiento y comenzaron su almuerzo, que transcurrió con una sensación de satisfacción palpable. Al concluir, suspiraron de manera casi unánime y se dispusieron a contribuir en la tarea de limpieza. Lavar los platos y dejar la mesa en orden se convirtió en la siguiente ocupación.

Después de llevar a cabo estas tareas, la jornada avanzaba y el ambiente parecía más sereno.

—¿Podemos retirarnos ya? —preguntó Manjiro.

—Sí, pero antes de que te vayas, tengo una pregunta —comentó Shinichiro—,¿Vas a salir con Asuna hoy?

—Sí, te aviso cuando me vaya —respondió Manjiro.

FATE OR CHANCE| SANO MANJIRO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora