Dolores de crecimiento (Parte 1)

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Es una mañana pacífica, donde apenas el ruido, fuera de insectos y cigarras, es percibido. La ciudad que si bien no es la gran manzana, está demasiado tranquila incluso en un día como hoy, un lunes laboral. Pero el silencio es abruptamente interrumpido por lo que parece ser el tono de un joven muy agobiado.

- ¡LLEGO TARDE, MALDITA SEA, LLEGO TARDE. AY DIOS AY DIOS! -

El joven, que parece tener un pelo castaño oscuro y rizado, con ojos azules, ocultados por unas gafas que, junto a su pelo, le cubren ligeramente la vista, llevando una chaqueta negra con una camiseta azul pero una araña roja, referenciado al justiciero conocido como "Spider-Man", y, finalmente llevando unos pantalones vaqueros de color negro, junto con unas zapatillas deportivas azul claro, que están desatadas, pero su vestimenta es la peor de las preocupaciones.

- MALDITA SEA, ¡¿TRAS UN AÑO ENTERO POR FIN VOY A VER A BELL JUNTO CON DALIA Y ME QUEDO DORMIDO!?
¿!TANTAS GANAS TENIAS DE JUGAR A ESA EXPANSIÓN DE GHOSTER HUNTER: RISE!? -

Finalmente, tras la incesante caminata a toda velocidad, el joven llega exhausto a la escalera de la entrada de la universidad y trata de descansar un poco en esta, ligeramente impresionado por lo que tiene ante sus ojos.

Es un edificio enorme, de más de 10 plantas, cualquiera diría que parece un edificio de Nueva York, con cristales enormes que adornan el exterior de cada piso, junto con un tono azul oscuro en los marcos a modo de decorado y estructura, junto con bordados blancos que hace dar a dicho edificio de un toque futurista.

Para Asahi, que es un joven de campo tan fan de la ciencia ficción, se siente como si estuviera de visita a un planeta alienígena.
Es el mejor centro educativo de toda España, hecha para las jóvenes promesas que se han ganado su lugar aquí.

-Dios...-

El joven se queda embobado viendo el edificio, pero finalmente consigue cortar esa ligera hipnosis, dándose unas palmas ligeras en la cara a modo de decirse a si mismo...

- ¡TDA, desactívate, tierra a Asahi! -

Y junto con ese gesto, se acomoda la mochila que lleva a la espalda, y sube.

- Maldita sea... Era el piso 10, ¿verdad?-

Dice el pobre muchacho viendo que, a pesar de estar exhausto, le toca subir un montón de escaleras.

- Si Bell no aparece hoy, en caso de que sobreviva a esto, lo mato.-

Añade quejándose, mientras sube la escalera torpemente.
Tras diez minutos en los que solo se puede describir como la escalada más dolorosa para la vista, el chico llega al piso 10, completamente fallecido.

-A-... Agua...-

Finalmente, tras todo el esfuerzo, el joven cae al suelo completamente agotado.
Pero al cabo de un par de minutos unas pisadas pueden escucharse a su lado.

-Ay no... ¿Otra vez? ¿No te cansas nunca de jugar a videojuegos toda la noche? Has ido tan a lo bruto que te has adelantado 15 minutos antes de lo esperado...-

Dice una voz femenina que Asahi reconoce al instante, cuando abre los ojos...

-Hola... Dalia -

Dice refunfuñándole al suelo, en señal de absoluta apatía.

La chica en cuestión lleva lo que a primera vista destaca, un suéter de color azul claro, con unos bordados amarillos en la zona de las mangas y el cuello, cuya temática es de color pastel, acompañado de unos shorts y unos calcetines con el mismo tono azul y de líneas horizontales blancas extremadamente largos que cubren toda su pierna junto con unas zapatillas deportivas que parecen ser el doble de grande que su talla de pie normal.

El imparable SpidroinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora