Capítulo XIV: La invitación.

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—Te detesto. —lo fulminaste con la mirada, cruzando tus brazos frente a tu pecho.

—Esa es mi línea. —él, en cambio, sonrió. Como si disfrutara de ver tu frustración al verlo ahí.

—Vete a la mier-...

—¿_______? —una voz infantil te interrumpió, haciendo que inmediatamente cubrieras tu mano con tu boca por la palabrota que ibas a decir— ¿Quien es él?

Miraste a tu hermana pequeña detrás de ti, escondida entre tus piernas y observando al chico con gorra y lentes oscuros frente a ustedes.

—Él es... Uh... ¿Un amig-?

—Soy Sae Itoshi. —te interrumpió, agachándose un poco para ver a tu hermanita. Luego, volvió a verte a ti— Tú y yo definitivamente no somos amigos.

Parpadeaste, y luego frunciste el ceño con confusión y molestia. Estabas dispuesta a preguntarle qué le pasaba al muy idiota, pero tu hermana habló primero.

—¿Sae Itoshi? ¿El centrocampista? —los ojitos de la pequeña brillaron al verlo, pero al cabo de unos minutos pareció desconfiada y lo miró de arriba a abajo— ¿En serio eres tú?

—Lo soy.

—Uhm...

—Quitate esas cosas, idiota. —suspiraste y te acercaste a Sae, quitándole la gorra y los lentes de sol— Mira, Kana, sí es él.

El rostro de la previamente mencionada se iluminó al ver al joven, que intentó obtener de vuelta los accesorios, solo para que te movieras lejos de su agarre.

—Te los devolveré cuando te vayas, no pensabas presentarte con mi mamá así, ¿Verdad? —él guardó silencio y tú hiciste una mueca incrédula— ¿Eres imbec-...? —carraspeaste, recordando la presencia de tu hermanita— ¿Es que eres tonto?

Sae casi soltó una carcajada por tu corrección y te miró con una ceja alzada, como retándote a decir alguna palabrota. Te tragaste tus palabras insultantes, pero a cambio le sacaste el dedo medio lo que lo hizo entrecerrar sus ojos en tu dirección.

—¡Ah! —de pronto, el grito de tu otra hermana les llamó la atención. Era casi idéntica a Kana— ¡Es Sae!

—¡Lo es, Akane! ¡Lo es! —Kana le dijo a la mayor, y ambas se acercaron cual bala al joven para observarlo con detalle.

—¿Por qué está aquí?

—_______ lo conoce.

Ambas chicas pasaron a observarte a ti y te reíste, frotando tu nuca.

—Es una larga historia...

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—Así que tú eres el famoso Itoshi Sae. —tu madre le sonrió al chico, tomando asiento frente a él— Siento haberte hecho venir a esta hora, la cafetería es un poco más vacía en horas de la tarde.

—No se preocupe, señora..

—No seas tan formal, dime Saori. —la mayor dijo, sonriéndole con amabilidad. Luego, se apoyó contra la mesa frente a ella y le echó un vistazo a Sae.

Él no sabía qué hacer o cómo sentirse al respecto. Podía sentir la mirada de tu madre y tus dos hermanitas sobre él y, aunque estaba acostumbrado a ese tipo de atenciones, se sentía algo inquieto.

—Entonces eres tú quien tiene a _______ tan sonriente.

—¡MAMÁ! —se escuchó tu grito desde la caja registradora y Saori soltó una carcajada.

❥ ¡Oye, Prodigio! | Sae Itoshi × Lectora.Where stories live. Discover now