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Kiyoomi comenzó a huir de los chácales. Habían días en los que no bajaba de su habitación porque en la sala principal estaban sus amigos hablando de lo lindos que eran y de esos rumores de la relación de Atsumu.

Al principio, Kiyoomi lo tomó bien. Estaba bien, se supone que cada quien sigue adelante, Kiyoomi no puede esperar que Atsumu esté justo donde lo dejó. Pero... llegó un punto en el que se sentía irritado cada vez que sus amigos tocaban ese tema así que desbloqueó a Atsumu de Twitter y comenzó a stalkearlo.

Kiyoomi odiaba admitirlo, pero sentía celos cuando veía fotos del castaño con la modelo. La chica era muy linda y lo miraba como si de oro puro se tratara. No podía culparla, eso era lo que Atsumu era; oro. Atsumu le sonreía, le sonreía como una vez le sonrió a Kiyoomi después de besarlo. Kiyoomi lo odiaba.

Ahora estaba sentado en el sofá de la casa de su hermana sin escapatoria alguna. No podía poner ningún tipo de excusas para no ver la nueva entrevista de los jugadores de voleibol porque ya las había usado todas.

Sus amigos también estaban ahí. Yuji cargaba a Emilio mientras Kiyona traía un par de bebidas junto con su pareja. Oikawa ahora le subía el volumen al televisor y Nishinoya estaba hablando por celular con su madre que le recordaba comprar sus vuelos para el campo en verano.

— Ya empezó, cállense todos. — dijo Nishinoya colgándole a sus madre y corriendo hacia el sofá.

Parece que estuviesen haciéndolo a propósito, pero en toda la entrevista, el camarógrafo no hacía mas que enfocar a Atsumu. Kiyoomi quería salir de ahí.

Se había encargado de convencerse de que no sentía nada por Atsumu que ahora estaba tan confundido por cómo su cuerpo reaccionaba ante todo. Quería vomitar de la ansiedad que le daba ver a Atsumu.

¿Entonces, cuál de los dos es el más romántico? — la pregunta era para Atsumu. Habían vuelto a tocar el tema de su relación.

— Definitivamente ella. — el castaño sonreía. — Yo lo intento, pero creo que soy un desastre siendo romántico. — Kiyoomi enarcó una ceja.

Mentira. Kiyoomi sabía que Atsumu podía ser una bola gigante de azúcar cuando se lo proponía.

Oh, vamos. ¿No eres para nada romántico? — preguntó la entrevistadora haciendo que Atsumu negara con la cabeza.

La verdad no. Alguna vez lo fui, estoy seguro se eso, pero ya no. — Atsumu estaba un poco serio ahora. Kiyoomi apartó la mirada.

¿Y cómo eres siendo un romántico? — Atsumu sonrió. Kiyoomi tomó un sorbo del jugo que minutos antes había traído su hermana.

Un estúpido, definitivamente. — la entrevistadora reía al igual que sus compañeros de equipos. — De hecho, creo que una de las cosas más románticas que he hecho ha sido tomar el número 13 en mi camiseta porque es una referencia a Taylor Swift y tuve un ex amor que la adoraba.

Todo el jugo que había tomado Kiyoomi fue escupido.

— Oye. — gritó Kiyona. — No ensucies mi piso. — Kiyoomi no dijo nada, solo tosía un poco sin despegar la vista del televisor.

¿Entonces, ese 13 tiene significado? wow. — Atsumu ladeó un poco su cabeza.

— Quería llevarlo presente conmigo. — la entrevistadora miró hacia los demás chicos del equipo que ahora intentaban ocultar sus sonrisas. — Ya no estaría en mi vida, así que me encargué de hacer que una parte de él quedara aquí.

¿Él, dijiste? — Atsumu asintió.

Era un chico de mi escuela. Se mudó a otro continente. — en la sala de Kiyona todos voltearon a ver a Kiyoomi.

El pelinegro tomó una banana del frutero que estaba en la pequeña mesita frente al televisor y comenzó a comerla nervioso ignorando todas las miradas de sus amigos.

— ¿Taylor Swift y un chico que se mudó a otro continente? — Oikawa no podía con la emoción. — Ese maldito está hablando de ti. — Kiyoomi no dijo nada, ni siquiera pudo voltear a ver a sus amigos.

Wow, debió ser un poco triste. — agregó la entrevistadora.

Lo fue. Duré mucho tiempo aferrado a él. — Kiyoomi sentía que su corazón iba a explotar de lo acelerado que estaba. — Cometí un gran error y eso hizo que él no quisiera volver a mí. Sin embargo, yo me quedé justo donde me dejó. — Kiyoomi levantó la mirada. — Estaba bloqueado de todos lados, intenté verlo, pero nunca quiso bajar a recibirme. Después, gracias a su primo pude conseguir la dirección de su nueva casa y comencé a enviarle cartas.

Mentira. Kiyoomi nunca recibió ninguna de esas supuestas cartas y Atsumu tampoco fue a verlo después de lo que pasó. Eran mentiras, puras mentiras.

Enviaba por lo menos 6 al mes. Desde que nos graduamos hasta... no sé. Realmente no lo recuerdo. — se encogió de hombros. — Nunca las respondió. — Atsumu miró hacia la nada. — Supongo que mi error fue demasiado grande y eso hizo que dejara de amarme. — Atsumu tragó saliva. — Estoy seguro de que dejó de amarme.

Kiyoomi temblaba, no entendía porqué Atsumu estaba mintiendo frente a todos.

— Mentira. — susurró Kiyoomi. — Mentira. — dijo ahora más alto haciendo que todos lo miraran, menos Kiyona.

Kiyona miraba hacia otro lado.

— Él nunca... él nunca... — Kiyoomi se detuvo un segundo y lentamente miró hacia su hermana que ahora tenía ambos ojos cerrados con fuerza. — Tú... — su hermana lo miró sintiéndose culpable.

— Lo siento. — susurró.

Sus amigos no entendían que pasaba.

— ¿Lo sientes? — Kiyona bajó la mirada. — ¿Me lo ocultaste durante todo este tiempo?

— Cuando las cartas comenzaron a llegar, estabas muy mal, no quería que te pusieras peor.

Ahora todos entendían qué estaba pasando.

— No puedo creer que me hayas hecho eso. Sabías que estaba enamorado de él y que me había dolido que no fuera a verme. — Kiyona tragó saliva. — Sí fue a verme, Kiyona... él sí fue a verme. Intentó arreglar las cosas y yo he estado los últimos 5 años pensando que nunca quiso hacerlo. — los labios de Kiyoomi temblaban de la impotencia.

— No quería que se empeoraran las cosas así que le dije que tú no querías verlo, te oculté lo de las cartas porque no quería que volvieras a sufrir. Lo hice solo por tu bienestar.

Kiyoomi iba a hablar, pero se detuvo cuando escuchó la voz de Atsumu en el televisor.

Pero está bien ahora. Supongo que sigue su vida y yo también. Estoy muy feliz de tener a Kendall conmigo, esa chica ha curado todo el mal que mi corazón tenía.

Kiyoomi miró a su hermana temblando de lo molesto que estaba.

— Lo siento... — susurró Kiyona.

El pelinegro volteó a ver a Yuji.

— Sabes todo de los chácales, ¿no? — el chico asintió un poco asustado por todo lo que estaba pasando y más por la mirada molesta de Kiyoomi. — ¿Cuándo es su vuelo a Italia?

— Tengo entendido que después de esta entrevista irán a cenar y salen de noche. — dijo Yuji sin comprender porqué la pregunta.

— ¿Están en Berlín, no? — Yuji asintió. — Bien. — Kiyoomi comenzó a caminar hacia la salida.

— Hey, ¿a dónde vas? — preguntó Nishinoya poniéndose de pie.

— A Berlín.

AVISO IMPORTANTE 🚨
Estoy pensando en escribir una fic satosugu (Gojo y Geto de Jujutsu Kaisen), sería la primera que escribo que no es Sakuatsu y me gustaría saber si están interesadas en leerla. ❤️

Daylight [SakuAtsu]Where stories live. Discover now